Novedades editoriales

Tres nuevos escritores que no puedes dejar escapar

Mireia Giró, Gil Pratsobrerroca y Laura Tomàs debutan con tres libros sorprendentes, diferentes y desquiciantes

BarcelonaLa rentrée literaria ha llegado cargada de debuts literarios. Entre los autores que se estrenan en el mercado editorial hay tres que destacan por su originalidad y ambición. Mireia Giró ha escrito una divertidísima comedia que cuestiona con mucha acidez el amor romántico y la sociedad actual; Gil Pratsobrerroca ha dado forma a un thriller trepidante que bebe de los maestros contemporáneos del género, especialmente de Joël Dicker, y Laura Tomàs ha publicado una recopilación de relatos con toques fantásticos que están llenos de imágenes inquietantes y conmovedoras sobre la naturaleza, la maternidad y nuestras tradiciones. Son tres voces narrativas que desembarcan en la literatura catalana con fuerza y ​​con ganas de permanecer allí durante mucho tiempo.

Mireia Giró

La hilarante y afilada aventura de una madre que busca pareja

Si no hubiera tenido claro que su manuscrito se convertiría en un libro, probablemente Mireia Giró (Barcelona, ​​1979) no se habría puesto a escribir. Esta guionista y comunicadora tiene tres trabajos –trabaja en el¿APM? de TV3 y colabora en el Usted primero y al No lo sé de RAC1— y es madre soltera de un niño. A lo largo del día, horas para dedicarse a levantar una novela le quedaban muy pocas. "Pero la editora Ester Pujol me insistió en que me pusiera. Sentía mis intervenciones en el Matina Codina de RAC105 y decía que allí había un libro. Si no hubiera tenido la seguridad de que se publicaría, no lo habría hecho", explica Giró. Titulado La desastrosa terapia de Sara Bonsom (Universo), su debut como escritora es la aventura divertida ya ratos trágica de una madre soltera que busca a un hombre con el que convivir. "Su historia romántica comienza cuando ya se ha comido los anises, ya tiene el futuro que promete el cuento de hadas. Ella sola ha tenido un hijo que ama incondicionalmente, no ha necesitado a ningún hombre para conseguirlo. ¿Por qué igualmente lo quiere?", se pregunta Giró.

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La novela funciona a dos velocidades, combinando capítulos en primera persona de Sara explicando sus penurias y otros en tercera persona que retratan a los hombres con los que se cita. Los primeros son también una reflexión sobre todo lo que la protagonista trabaja en terapia pero que, cuando intenta poner en práctica en su día a día, no le acaba de funcionar. "Sara piensa que algo en ella no está bien, que tiene que cambiar algo para ser estimable. Los terapeutas le dicen que viva el presente, que tenga autoestima, que intente entender las creencias limitantes que tiene. Es como si toda la culpa fuera suya. Quizás en vez de gastar tanta energía curandonos, una buena terapia sería salir a la calle y reivindicarnos."

Con una voz afilada y un humor ácido, la escritora explora las aventuras románticas de Sara con una serie de hombres que no hay por donde cogerlos. "Creía que había hecho un retrato compasivo de los hombres... Muchos de ellos utilizan las relaciones para inflar su ego, para llenar las carencias. Hay mucha falta de compromiso. Ahora que el romanticismo puede ser libre, que dos personas no se necesitan ni para tener hijos, sería un buen momento para tener relaciones más sanas y honestas, pero parece que sólo se desarrollan". la escritora.

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Gil Pratsobrerroca

El joven escritor que se refleja en Joël Dicker

Antes de empezar a escribir su primera novela, Gil Pratsobrerroca (Vic, 1996) tenía claro que necesitaba nutrirse de los maestros del género negro. Por eso se puso a leer Liz Moore, Don Wislow y, sobre todo, Joël Dicker. De este último, Pratsobrerroca es lector y admirador desde hace años. "Soy mucho fan y no me escondo. Quería que en mi novela resonara, sobre todo en cuanto a la estructura ya la manera de ir dosificando la información", explica el escritor. Después de todo ese trabajo de campo fue trabajando en El juego del silencio, su primera novela, que casualmente se publica con La Campana, el sello de Dicker en catalán. A caballo del thriller y del género de terror, El juego del silencio arranca con la desaparición de una niña de 7 años encantadora en un pueblo de montaña situado junto a Francia. Sus padres, Jan y Carla, son el núcleo alrededor del cual gira una trama endemoniada y llena de secretos. "Forman una pareja aparentemente perfecta que se marcha de Barcelona por la gentrificación y porque quiere educar a la hija en un entorno natural. Escribí a los personajes con la intención de que todo el que lea el libro se pueda sentir identificado, o pueda ver a alguien que conoce", señala el autor.

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Construida con una estructura de flash-backs que hace avanzar la trama a galope, El juego del silencio acompaña a esta pareja mientras los respectivos secretos van saliendo a la luz. Alguno de ellos está relacionado con Ilona, ​​una maestra de escuela alocada que hace de contrapunto divertido en una trama oscura y ensalada con escenas de terror. "Hay dos historias, una en el presente y una en el pasado. Mientras avanza la trama, se van descubriendo los secretos. He intentado siempre ser noble con el lector, no engañarle ni despistarle gratuitamente", dice Pratsobrerroca. El hecho de que todo transcurra en una aldea pequeña y aislada dota a la novela de una atmósfera cerrada que recuerda las historias de Agatha Christie. "Una de las gracias de la novela negra es poder pensar que todo el mundo es sospechoso. Si le hubiera situado en Barcelona, ​​se me habría desbordado la trama", dice el autor. Antes de debutar en la literatura, Pratsobrerroca se había dedicado sobre todo al audiovisual –con series como El teorema del Mono de TV3– y en la radio, como guionista deEl bunker de Cataluña Radio.

Laura Tomàs

Cuentos vibrantes y desquiciantes que transforman la realidad con fantasía

Con el nacimiento de la segunda hija hace diez años, Laura Tomàs (Andorra la Vella, 1982) retomó el hábito de escribir. "Tuve depresión posparto, fue un momento muy duro. Recuerdo dejar a la niña un par de horas cada día con una madre de día, ir a un parque y escribir lo que se me ocurría", explica la escritora. Así surgieron los primeros relatos de Matermorfosis (Medusa), una recopilación de cuentos vibrantes, magnéticos y desquiciantes donde la realidad, la fantasía y el terror comparten escenario. En muchos de ellos, las sombras –pero también las luces– de la maternidad toman formas diversas, como en Sangre de mi sangre, en la que la protagonista ve cómo va menguando a medida que su bebé crece y se alimenta de ella. "Está muy basado en mi experiencia durante el posparto con la primera hija. Tenía reflujo con la lactancia y mamaba mucho. Me adelgacé mucho. Recuerdo unos pantalones que el lunes me iban bien y el domingo se me caían", señala Tomàs.

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A menudo, los cuentos parten de una situación cotidiana –una niña que juega en el jardín, una mujer que se despierta con un beso– que se transforma con la aparición de un elemento fantástico. La escritora recurre a mitos y figuras populares, como la cucafera, la leyenda de san Jorge o las mujeres de agua, aproximándose a ella desde la contemporaneidad e incorporando una mirada diferente a la tradicional. "Quiero contar historias que pasen aquí para ayudar a construir una narrativa de fantástico local. Me parece mucho más interesante", subraya Tomàs. Entre sus referentes, de hecho, hay un puñado que son escritoras catalanas (Elisenda Solsona, Eva Baltasar, Roser Cabré-Verdiell, Mercè Rodoreda), aunque la rusa Anna Starobínets y las argentinas Mariana Enríquez y Samanta Schweblin también han sido faros literarios para ella.

Tomàs debuta ahora con su primera recopilación de cuentos, pero hace años que se mueve en el mundo literario catalán y andorrano. Ella es la impulsora del premio Bagaleu de novela corta de ficción climática y ha participado en varias recopilaciones de relatos, como por ejemplo Barcelona 2059 (Nunca Más, 2021) y Extraordinarias (Malas Hierbas, 2020). Psicóloga clínica de profesión, Tomàs explica que su trabajo ha contribuido inevitablemente a sus creaciones. "En los relatos, en el fondo, lo que hago es ponerme dentro de un personaje y de su forma de ver el mundo", dice la autora, que en sus historias también explora cuestiones de salud mental como la depresión y las relaciones tóxicas.

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