'Malcolm & Marie': las lecciones de amor postmillennial de Zendaya
La actriz icono de la generación Z protagoniza con John David Washington un intenso y llamativo retrato sobre una pareja en crisis
'Malcolm & Marie'
(3 estrellas)
Dirección y guion: Sam Levinson. 106 min. Estados Unidos (2021). Con Zendaya y John David Washington. Disponible en Netflix a partir del 5 de febrero
Con el cine moderno, los espectadores aprendimos que la pantalla también era el espacio del desamor. Hay una larga tradición de películas que han profundizado en la crisis amorosa, pero ninguna tan desasosegante como Viaje a Italia, de Roberto Rossellini, en la que los protagonistas luchaban contra el final de su relación enmarcados por la solemnidad de un escenario mítico en ruinas. En Malcolm & Marie, los reproches entre la pareja formada por Zendaya y John David Washington no están rodeados de esta dimensión mítica, a pesar de que tanto Malcolm como Marie parecen creer que gritar mucho es sinónimo de intensidad amorosa. Es cierto que las limitaciones de la pandemia no permitieron, por ejemplo, viajar a Italia para filmar la historia de Malcolm y Marie, pero la dirección de Sam Levinson saca partido de las restricciones de producción. Los medios desplegados tampoco hacen pensar que el film haya sido rodado durante el confinamiento, más allá que su trama se localice en un único espacio, un lujoso apartamento transformado en una sucesión de decorados por donde transitan a lo largo de una noche los protagonistas en función de la gravedad de los temas de discusión. Acabaremos, obviamente, en el dormitorio pero no de la manera que quizás tienen en mente.
Filmada en un exquisito blanco y negro analógico por Marcell Rév y con un trabajo técnico notable, Malcolm & Marie tendría que catapultar definitivamente a Zendaya al núcleo del star system de Hollywood si no fuera porque la película sufre de una autoindulgencia escandalosa, como si solo hablara de su particular ombligo y disfrutara haciéndolo. Más que la solidez del amor entre el Malcolm y la Marie, lo que está verdaderamente en juego es la firmeza del guion de Levinson, que dispara en todas direcciones, también a los críticos de cine, y cuesta encontrar los motivos.