Familiares de presos republicanos presentan la primera querella por trabajo esclavo durante el franquismo
Los denunciantes son hijos y nietos de los soldados que construyeron una carretera en el Pirineo navarro
BarcelonaEntre 1939 y 1941, más de 2.000 presos republicanos fueron explotados como mano de obra esclava para construir una carretera en pleno Pirineo navarro. Con el pico y la pala, y con inviernos en los que las temperaturas que bajaban de los 0 grados, durmiendo en tiendas de campaña y edificios abandonados, construyeron 17 kilómetros de vía entre Igal-Vidángoz-Roncal. "Las jornadas eran extenuantes, el frío intensísimo, y trabajaban aunque lloviera entre el barro, sin la ropa ni el calzado adecuados ni la comida suficiente", explica Balen Esteban, hijo de Juan Manuel Esteban, que fue uno de los presos que trabajó en la carretera. Tres presos fueron ejecutados porque se intentaron escapar y nueve murieron en el hospital por enfermedad y accidentes. Podrían ser muchos más. Más de 84 años después, los familiares de estos presos, que ya han muerto, han interpuesto una querella, la primera de este tipo en España.
En concreto, son doce familiares y la asociación Memoriaren Bideak quienes han denunciado los hechos en el juzgado de instrucción de Aoiz (Navarra). El abogado de la Coordinadora Estatal de Apoyo a Querella Argentina (Ceaqua), Jacinto Bonilla, detalla que la querella se interpone contra "un número indeterminado de personas" porque es imposible tener datos sobre todos los implicados y responsables: "En el caso que sea admitida, pediremos que se investigue y se identifiquen a las personas responsables, porque tan sólo tenemos algunos nombres, de estos crímenes", asegura Bonilla.
Más de 300.000 víctimas del trabajo esclavo
"Dentro de todos los crímenes del franquismo, el trabajo esclavo ha sido uno de los más silenciados y marginados, aunque afectó a más de 300.000 personas", lamenta el abogado Sabino Cuadra, quien destaca que precisamente interponen la querella hoy, 20 d octubre, porque se cumple el primer aniversario de la entrada en vigor de la ley de memoria democrática española. Bonilla defiende que el trabajo esclavo constituye un crimen de lesa humanidad. Por tanto, según la legislación internacional, no es aplicable la ley de amnistía porque no prescribe. La nueva ley de memoria democrática "impone" al Estado el deber de investigar las violaciones de los derechos humanos ocurridas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Sin embargo, Bonilla explica que el futuro que puede tener esta querella es incierto: "Hemos presentado un centenar y, de momento, sólo se ha admitido una, la de Julio Pacheco en Madrid".
Esteban explica que su padre casi nunca habló de aquella experiencia. "Le encerraron en el campo de concentración de Miranda de Ebro y después le hicieron subir a un tren y le enviaron al Pirineo navarro. Lo peor para él fue el aislamiento impuesto, no sabía dónde estaba ni qué había pasado a mi madre [era en un campo de concentración en Francia] ni tenía noticias de los demás familiares. Yo he recuperado su memoria gracias a las entidades de memoria. Aunque mi padre haya muerto, merece un reconocimiento y que se establezca la verdad", defiende Esteban.