Música

La culminación del gran año de Remedio de Ca la Fresca

El grupo de Arbúcies cierra la gira con un concierto desbordante en la Sala Apolo

BarcelonaPones las expectativas altísimas, porque ya has visto el pan que se da, en los conciertos de Remedio de Ca la Fresca. Y siempre las superan, como ocurrió el jueves en la Sala Apolo en una actuación rabiosa y divertida, con un carisma desbordante en el escenario y un entusiasmo pegadizo entre el público. A finales del año pasado, la banda de Arbúcies publicó El anzuelo de la pregunta (Bankrobber), uno de los mejores discos del 2024 según el ARA. Desde entonces han dado más de sesenta conciertos defendiendo con el cuchillo entre los dientes un rock que nace en las grietas del tiempo, libre de corsés estilísticos, al tiempo que conectado con el presente más angustioso, el de las depredaciones diversas que afectan al país: el expolio de los acuíferos, la salinización de los campos, la salinización de los campos, mentiras de la ultraderecha... Remedio de Ca la Fresca son de Arbúcies y están cabreados, pero en vez de joder la tabarra canalizan la insurrección con ironía, poesía y una concepción del espectáculo que nos recuerda el poder de la música en directo.

Cargando
No hay anuncios

El concierto, presentado como final de gira, fue una exaltación del trabajo colectivo y la culminación de un gran año. Como es habitual, los cuatro miembros del grupo se alternaron los instrumentos, aunque el peso escénico lo lleva la cantante Xantal Rodríguez, una fiera feroz como pocas y con una voz llena de historias. Y de acuerdo con el espíritu de celebración, invitaron a otros músicos a sumarse al aquelarre. Por ejemplo, Lucas Valverde (el saxofonista de La Ludwig Band), Ildefonso Alonso (La Sentina), Carme Vives y las bandas Minibús Intergaláctico y Power Burkas. Todo ello al servicio de una psicodelia telúrica propulsada por un grupo capaz de pasear de la mano del rock de Triana y de los conjuros de la poeta Maria Callís, de emocionar poniendo voz a los versos indignados de la palestina Rafeef Ziadah (Todos los tonos de la rabia), de versionar las Ardillas (Vuelve, vuelve, Serrallonga) con actitud punk, de interpretar Va como va de Ovidi Montllor con las uñas afiladas... Cuando hacia el final tocaron Dolor de montaña, una de las mejores canciones de los últimos años, el Apolo ya era tierra conquistada por Remei de Ca la Fresca, "aquella que todo lo que hace molesta, / porque se ha apropiado de la vida entera y parece que no le da miedo", como canta Xantal Rodríguez en Fresca. Así es el grupo de Arbúcies, la vida de cara.