Crítica de música

Mucho más que un 'Réquiem' para inaugurar la temporada

El Ensemble Pygmalion, dirigido por Raphaël Pichon, obra el milagro en el Palau de la Música

2 min
Raphaël Pichon y el Ensemble Pygmalion en el Palau de la Música.
  • Palau de la Música, 19 de octubre de 2023

Hay obras que, de tanto programarlas, pueden acabar generando rechazo por la banalidad que supone una reiterada presencia en nuestros escenarios. Entre ellas, una pieza maestra e incuestionable como el Réquiem de Mozart (y Süssmayr), que el Palau de la Música ha escogido como concierto inaugural de la temporada. Sin embargo, y pese a lo dicho anteriormente, si la interpretación tiene algo nuevo que decirnos de lo mucho que podemos saber de la obra en cuestión, se puede obrar el milagro. Y así fue en el caso de la misa de difuntos mozartiana a manos del Ensemble Pygmalion (corazón y orquesta) dirigido por Raphaël Pichon.

La lectura del director francés es vibrante, nerviosa, intensa, muy teatral e incluso un punto histriónica. Y tiene a su favor un conjunto instrumental y vocal de primera categoría, capaz de defender el estilo mozartiano, sacudido con la huella personal de Pichon, con desafíos a la tradición y con algunos excesos (sobre todo de velocidad) pero también con un juego fascinante a la hora de plantear juegos de dinámicas contrastadas. No todo funciona, sin embargo, porque el equipo solista es desigual, a pesar del lujo de las voces de la mezzo Beth Taylor y del niño Chadi Lazreq en las antífonas de inicio y conclusión.

El Ensemble Pygmalion ofrece el programa que hace cuatro años pasea por toda Europa para el espectáculo basado en la inacabada obra de Mozart y que el gran Romeo Castellucci pone en escena para reforzar el sentido de la pieza: la muerte es beatífica, pero vivimos en un valle de lágrimas donde todo nace para morir.

Así pues, la escaleta musical no incluye tan solo las partes que integran el célebre Réquiem, sino de otras obras de Mozart adaptadas y reajustadas con textos latinos que se prodigaron en la Europa del primer tercio del siglo XIX: obras masónicas, un fragmento de la música incidental de Thamos, un canon a cuatro voces (Ach, zu Kurz), un lied (O Gottes Lamm) o el adagio de la Gran Partita, entre otros, que forman parte de una estructura musical original y que permite entender muy bien el ideario de Mozart frente a la muerte, a partir de sus convicciones católicas y de la pertenencia a la francmasonería. Claro que faltó la escena para hacerlo más coherente. Pero la calidad musical planeó sobre esta velada inaugural de la nueva temporada del Palau de la Música. Y fue fantástico.

Raphaël Pichon y el Ensemble Pygmalion en el Palau de la Música.
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