Rosalía estrena 'Berghain', la primera canción del disco 'Lux'
Björk y Yves Tumor colaboran en el tema, y el título es un homenaje a un club de tecno de Berlín
BarcelonaEl club Berghain forma parte de la mitología nocturna de Berlín. Situado entre los barrios de Kreuzberg y Friedrichshain (el nombre es un acrónimo que reúne las últimas sílabas), es heredero delunderground fetish de la ciudad y se ha convertido en uno de los locales de referencia entre los seguidores del tecno. Ha penetrado en la cultura popular a través de artistas como Lady Gaga, que presentó su disco Artpop en 2013, y de películas como John Wick 4 (2023). Ahora es Rosalía quien homenajea al club berlinés con una canción titulada precisamente Berghain, que publica este lunes como primer adelanto de el álbum Lux, que lanzará el 7 de noviembre.
Berghain cuenta con dos colaboraciones que conviene con la naturaleza lírica y electrónica de la canción: Björk y Yves Tumor. La artista islandesa, que ya había trabajado con Rosalía en el tema Oral, es una de las referentes del artista de Sant Esteve Sesrovires. "Si Björk y Kate Bush existen, quiere decir que hay otra forma de hacer pop", explicó Rosalía en la revista Elle de septiembre de 2025. Antes ya había recordado cómo le había inspirado Björk cuando había dicho que "para crear se necesitan períodos de aislamiento; para que una semilla crezca, necesita oscuridad", que era una manera de justificar el tiempo que Rosalía ha estado sin compartir música nueva. La colaboración del productor estadounidense Yves Tumor, desgarrador representante de la electrónica queer, pone de manifiesto la inquietud experimental de Rosalía, admiradora de un artista que ya impactó cuando actuó en el Sónar de 2017.
La canción comienza con arreglos orquestales y polifonía, hasta que Rosalía introduce una estrofa en la que alaba la ternura y se describe como un azucarillo. Es un bloque barroco, pero con ímpetu sinfónico por el volumen de la cuerda, y con un atrevimiento que conecta con la forma en que Max Richter releyó Las cuatro estaciones de Vivaldi, sobre todo en el primer movimiento del invierno. Y menos rasgada que el Scott Walker del disco The drift, pero compartiendo con el músico británico la épica operística y, probablemente, la admiración por Händel.
La cosa cambia en la segunda parte, cuando interviene Björk, que aporta el elemento espiritual con cierta desesperación cuando canta que "la única manera de salvarnos es la intervención divina", y en la tercera con Yves Tumor, que aparece como una pesadilla para gritar "te follaré hasta que me quieras". Cada parte tiene una sonoridad diferente, sin la estridencia profunda que Hildur Guðnadóttir (la autora de la banda sonora de Chernobyl y Joker 2) imprime en la cuerda, pero con un innegable puesto vanguardista. Es decir, en el primer adelanto de Lux no hay rastro de los ritmos latinos que sí frecuentaban en el álbum Motomami (2022).
El videoclip correspondiente se filmó en Polonia y lo dirige Nicolás Méndez, cofundador de la productora barcelonesa Canada. Méndez fue el director de otros videoclips de canciones de Rosalía co, TKN (el tema con Travis Scott) y Pienso en ti mirá. Méndez sitúa la canción en un imaginario visual en el que resuenan referentes como las películas El silencio antes de Bach, de Pere Portabella (los músicos junto al transporte público) y la Blancanieves de Disney (la interacción con los animales de la parte que canta Björk); y los videoclips de Chris Cunningham (la parte final).