El MNAC pide al ministerio de Cultura un informe sobre el riesgo de trasladar los murales de Sijena
El presidente del museo envió una carta al ministro, Ernest Urtasun
BarcelonaEl ministerio de Cultura deberá posicionarse explícitamente sobre los riesgos de trasladar los murales de la sala capitular de Sijena. Un escrito del MNAC presentado este lunes en el juzgado de Huesca recoge que el viernes el presidente del museo, Joan Oliveras, pidió por carta al ministro Ernest Urtasun un informe del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) sobre la idoneidad de trasladar las pinturas. Aunque los técnicos del ministerio han formado parte del grupo de trabajo sobre los murales, es la primera vez que el museo hace esta petición al IPCE, considerado como la máxima autoridad en preservación artística del Estado.
El museo pide un "dictamen pericial" que incluya "un proyecto de conservación referido al cambio de ubicación del conjunto pictórico expuesto en la sala 16 del museo, elaborado para asegurar la preservación del patrimonio cultural, de acuerdo con la metodología de gestión de riesgos y de acuerdo con las directrices del Plan Nacional de Conservación 2015". "La conservación y preservación de las pinturas murales del monasterio de Sijena, y la necesidad de que las actividades encaminadas al cumplimiento de la sentencia condenadora no menoscaben estos principios, no son fines exclusivos de los poderes públicos autonómicos, sino que constituyen también un deber constitucional que incumbe al Estado, en tanto que titular de una competencia concurrente con la que pertenece".
Unas pinturas en un estado muy precario
El ministerio de Cultura forma parte del patronato del MNAC junto a la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Las tres administraciones se alinearon en la postura del museo de manifestar su incapacidad técnica de ejecutar el traslado. Las pinturas se encuentran en un estado muy precario: perdieron la naturaleza de pintura mural después de que Josep Gudiol, por salvarlas del fuego, las arrancó y las montó en unos soportes de tela y madera. Si las pinturas dejan de estar en un ambiente controlado como el del museo, todo apunta a que las bacterias presentes en los aglutinantes orgánicos que se utilizaron reaccionarán y provocarán hongos y otros daños en las pinturas. Por otro lado, los bastidores de madera en los que están montadas son mayores que los arcos de la sala capitular.
Además de la carta a Urtasun, el MNAC también solicita a la juez de Huesca que pida el informe al ministerio. Si la solicitud llega a buen puerto, el informe del IPCE se sumará a otros destacados, como el de la experta Simona Sajeva y el del Centro Internacional de Estudios para la Conservación y la Restauración de Bienes Culturales (ICCROM), considerado como el máximo referente internacional de su campo.