Arqueología

Un viaje a los orígenes de la Rambla

Encuentran restos del convento de Sant Francesc y de la muralla moderna de Barcelona

3 min
Arqueólogos del Ayuntamiento de Barcelona trabajando entre los restos del convento de Sant Francesc de Barcelona

BarcelonaLas excavaciones arqueológicas que se están realizando con motivo de la reurbanización de la parte baja de la Rambla siguen dando sorpresas: se han encontrado restos del convento de Sant Francesc, que estuvo en funcionamiento entre los siglos XIII y XIX. Concretamente, han salido a la luz vestigios relacionados con los jardines o con el huerto, como el muro de cerramiento, una noria y la base de un lavadero del siglo XVI. “La noria funcionaba para regar el patio. Posteriormente, desmontaron el patio para construir sobre él el Semibaluarte de Drassanes”, afirma Carles Carbonell, el arqueólogo del Servicio de Arqueología del Ajuntament de Barcelona director de esta excavación. "Los militares se quedaron el patio del convento a partir de 1774. Entonces el convento retrocedió al punto donde ahora está la sede del Gobierno Militar de Barcelona", explica.

El convento de Sant Francesc fue el primero del orden franciscana en la ciudad de Barcelona. Se extendía hasta donde actualmente se encuentra la plaza del duque de Medinaceli y los edificios adyacentes. La iglesia y sus dos claustros eran uno de los mejores ejemplos del Gótico temprano en Cataluña. El convento estuvo en funcionamiento hasta su desamortización en 1835 y los frailes fueron exclaustrados. Todo el conjunto fue derribado en 1837. El solar donde estaba el convento se utilizó para hacer viviendas, la plaza del duque de Medinaceli y el Gobierno Militar.

El convento de San Francisco en la maqueta del litoral de Barcelona expuesta en el Museu Marítim

Los arqueólogos también han encontrado restos del Semibaluarte, que era la construcción defensiva de la muralla moderna, construida a finales del siglo XVIII y que fue derribada en 1854. También la entrada, el patio y diferentes estancias de los Cuarteles de las Drassanes, restos del colector primigenio de las Ramblas, que funcionaba con el Semibaluarte, y del muro de cierre de las Drassanes de la parte que se conoce como la de las Naves de la Generalitat, fechada en el siglo XVII. “En este punto encontramos hasta cuatro Bienes Culturales de Interés Nacional (BCIN): la muralla del siglo XIII, el Semibaluarte, la Muralla del Mar y las Atarazanas”, subraya Carbonell.

Una oportunidad de oro en un yacimiento enorme

Los arqueólogos trabajan por zonas en un yacimiento enorme de tres hectáreas y media. La reurbanización de la Rambla ha sido una oportunidad de oro para realizar trabajos más ambiciosos que los puntuales que se habían hecho hasta ahora. Los hallazgos han sido una “sorpresa a medias”, como dice también Carbonell, porque, dado que la zona era militar, hay mucha documentación, sobre todo planos antiguos. En esta zona también existe otra obra muy documentada, la primera transformación de las Ramblas. En cambio, era una incógnita en qué estado de conservación estarían los restos, que han aparecido dañados. “El grado de destrucción para las obras posteriores es muy elevado porque hay colectores y pasan mil y un servicios. Aún así, las estructuras que están apareciendo en esta zona son muy grandes y tienen mucha potencia, y podemos verlas bien, situarlas bien y compararlas con lo que dicen los planos”, explica Carbonell. En cuanto al futuro de los hallazgos, tocará documentarlos todos y se volverán a tapar, salvo algunas partes, que tendrán que desmontarse para poder instalar unos pilones de seguridad. Al ser retráctiles requieren una instalación subterránea.

Los restos que han salido a la luz se remontan a un momento muy dinámico de la historia de Barcelona, en el que se empezó a abrir el gran espacio público que son las Ramblas, que entonces no quedaban abiertas al mar, sino cerradas por el Semibaluarte. Los vestigios también apuntan el dinamismo que la ciudad tenía desde muchos siglos antes: “Las actuaciones nos permiten confirmar lo que ya sabíamos por planos y otras actuaciones y confirmar que en esta parte la ciudad tuvo una evolución histórica desde los siglos XIII y XIV hasta el siglo XVIII", concluye el también arqueólogo del Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Barcelona Xavier Maese.

stats