Un retrato de Franco todavía lo homenajea en el Museo Militar de Palma
El Govern Balear pedirá contextualizar o retirar el cuadro del dictador que hace 30 años que se colgó
PalmaLa sala tres del Museo Militar de Sant Carles se divide en tres espacios. El del primer piso recoge objetos históricos del periodo comprendido entre 1897 y 1957, con la Guerra Civil como uno de los ejes principales. Para llegar a este espacio hay que subir una escalera, las paredes de la cual exhiben retratos de varios comandantes de las Baleares, entre los cuales Francisco Franco. El letrero que acompaña la pintura no hace ni la más mínima referencia al hecho que, además de comandante de las Baleares, Franco también encabezó un levantamiento militar y fue el dictador de España durante 40 años. Retrat de D. Francisco Franco Bahamonde. General de Divisió (1892-1975), pone en la placa. Es imposible saber tanto el nombre del pintor como la procedencia de la obra.
Ni el Govern, ni el Consell de Mallorca ni el Ayuntamiento de Palma han tenido hasta ahora constancia de su presencia, a pesar de que el cuadro de Franco cuelga ahí desde el año 1991, cuando se abrió el museo, hace 30 años. El Museo de Sant Carles es de titularidad estatal, pero esto no exime de responsabilidad a las instituciones isleñas, puesto que, junto con el ministerio de Defensa, las tres forman parte del Consorcio Castell de Sant Carles, que se ocupa de la gestión del museo y la fortaleza. Cuando el ARA les ha alertado, tanto el Govern como el Consell y el Ayuntamiento se han mostrado sorprendidos por la presencia de la imagen de Franco.
“Nos preocupa que pueda haber elementos que puedan ser simbología franquista expuestos al público y sin contextualizar”, explica el secretario autonómico de Sectors Productius y Memòria Democràtica, Jesús Jurado. “El Govern propondrá a través de la Comisión Técnica de Memoria Democrática que esté correctamente contextualizado y que los visitantes puedan entender los hechos completamente”, añade. Jurado considera que, si no se hace así, el retrato del dictador “se tendría que retirar”, a pesar de que recuerda que la museización “corresponde al ministerio de Defensa”. Fuentes de la consejería de Cultura, que es la que participa en la gestión de este espacio, señalan que trasladarán la recomendación a la primera reunión de consorcio en que sea posible.
Superó la ley de memoria
Des de la Comandància General de les Balears explican que el cuadro está ubicado en esta escalera porque “se emplea como galería de antiguos comandantes militares de las Islas”, cargo que el dictador ostentó. A pesar de esto, también se puntualiza que se trabajará “todo lo que sea mejorable” y en los carteles que “no estén en cantidad suficiente explicados o de la manera que se tendría que hacer”. Aun así, también recuerdan que la existencia de este cuadro del dictador se declaró cuando fue vigente la ley estatal de memoria histórica del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007, y que entonces se autorizó su exposición. “Tenemos claro que está declarado y es legal. Pero intentamos ser neutrales como ejército y como institución”, aseguran, además de confirmar que el retrato está ahí “desde siempre”. Quien no ha querido hacer ninguna declaración ha sido precisamente su director, Pablo Fernández, que se remite a Comandancia.
Según la ley de memoria histórica –que ahora el gobierno español quiere reformar–, los símbolos franquistas que conmemoren o exalten personalmente o colectivamente el levantamiento militar, la Guerra Civil y la represión se tienen que retirar de los edificios y espacios públicos. Por eso se han retirado fotografías, esculturas y otros símbolos franquistas de las calles. En el museo también está la bandera preconstitucional, emblemas con la cara de Franco y el yugo y las flechas de la Falange.
Desde el Consell de Mallorca también se asegura que no había ninguna constancia de la exhibición del retrato del dictador en Sant Carles. Y el Ayuntamiento de Palma dice exactamente lo mismo: nadie se había fijado en ello a pesar de ir a las reuniones del consorcio. Todos esperan que la Comisión Técnica de Memoria Democrática haga una recomendación. La presidenta de Memoria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, lo tiene claro: “Es una vergüenza, no se puede encalar de este modo el franquismo. Si una persona de fuera visita al museo, no sabe qué está pasando”, afirma Oliver, que recuerda que “no se puede meter en el censo de símbolos franquistas porque solo alcanza los espacios públicos”. Opina que hay que buscar que “se revise” y “estudiar la manera más acertada de contextualizarlo”.
Los que pagaron el Fortuna
El museo recibió 108.099 euros públicos en 2019, según el BOE. El Consell de Mallorca, el Govern y el Ayuntamiento de Palma son, por este orden, los que más aportan. A la cola, junto con la Autoridad Portuaria de las Baleares, está el ministerio de Defensa, con solo 10.500 euros, que justifican porque ya ponen “toda la infraestructura”, según la Comandancia General de las Baleares. Además, el museo recibió 163.308,19 euros de una subvención de Fundatur, una entidad formada por empresarios de las Baleares, que fue precisamente la que gestionó el regalo del famoso yate Fortuna a Juan Carlos I en 2000.