Robert Mapplethorpe, el fotógrafo descarnado y puro, en Barcelona

BarcelonaEl estadounidense Robert Mapplethorpe (1946-1989) ha pasado a la historia como uno de los grandes fotógrafos del siglo XX porque tuvo una mirada tan singular que resiste el paso del tiempo y los imitadores. Ningún aspecto de su obra ha perdido fuelle, desde las imágenes de prácticas sadomasoquistas hasta los desnudos masculinos y femeninos, los retratos, las flores y las naturalezas muertas. “Existe una tensión en el corazón del arte de Mapplethorpe, rozando la paradoja, entre su contenido más distintivo y su modo de representación”, afirma el desaparecido filósofo Arthur C. Danto (1924-2013) en una de las últimas grandes monografías sobre el artista, publicada por la editorial Phaidon. Y así se puede comprobar en la galería Senda de Barcelona (Trafalgar, 32) hasta el 31 de octubre con la exposición Robert Mapplethorpe. Haunted obsessions.

“El contenido de la obra es a menudo lo suficientemente erótico para ser considerado pornográfico, incluso para el artista, mientras que la estética de su presentación es castamente clásica”, explicaba Danto. “No me gusta la palabra impactante. Busco lo inesperado. Busco cosas que no he visto antes. Tenía la oportunidad de tomar estas fotografías. Sentí la obligación de hacerlo”, dijo el propio Mapplethorpe de su obra.

La exposición, la cuarta de Mapplethorpe en la galería barcelonesa, incluye una treintena de fotografías que reflejan muchas de las inquietudes del artista. Los espectadores que echen de menos algunas de sus imágenes más explícitas pueden encontrarlas hasta el 15 de octubre en la exposición del CCCB Sade. La llibertat o el mal. “No podemos hacer nada cuando las redes sociales nos bloquean una imagen, pero los museos y galerías tienen acceso a todo lo que quieran. Desde la fundación queremos que, de Mapplethorpe, se vea todo”, dice Eric Johnson, responsable, junto a Kelly Jones, del área de relaciones con las galerías de la Fundación Robert Mapplethorpe.

Patti Smith, David Byrne y Debbie Harry

Para el director de la galería Senda, Carlos Durán, la selección de retratos evoca el juego de miradas entre el modelo y el artista en el estudio. “Hemos querido hacer un juego con el espectador en el que nos ponemos ante el retratado y nos planteamos cómo miraba a Robert Mapplethorpe. Se generaban situaciones distintas: las miradas de los modelos pueden ser de timidez, de amistad, de soberbia...”, explica Durán. Entre los personajes retratados no podía faltar la gran amiga de Mapplethorpe, la cantautora Patti Smith, en una imagen inquietante en la que lleva los ojos vendados. Con motivo de la muestra, el investigador cultural y profesor de la Universidad de Salamanca Javier Panera recuerda que Mapplethorpe fue el productor ejecutivo de un sencillo con la versión del tema Hey Joe que Patti Smith hizo antes de lanzar su primer disco. También están los músicos David Byrne y Debbie Harry, la modista Carolina Herrera y la escultora Louise Nevelson. Otro vínculo de Mapplethorpe con el mundo de la música es una imagen del culo del bailarín Peter Reed que el grupo Scissor Sisters utilizó para la portada del disco Night work (2010).

Robert Mapplethorpe fue el tercero de seis hijos de una familia católica de clase media del barrio neoyorquino de Queens. En una entrevista le preguntaron por qué la mayoría de sus modelos eran ricos y glamurosos, en lugar de gente de clase trabajadora, y él respondió: "No estoy interesado porque ya sé cómo es esa gente". Así que en vez de dar un carácter político a sus trabajos, utilizó la cámara para explorar otro universo.

Las obras expuestas en la galería Senda provienen de la Fundación Robert Mapplethorpe y forman parte de diferentes tiradas realizadas en los últimos años. La horquilla de precios está entre los cerca de 10.000 euros y los 75.000 euros. Algunas son míticas, como uno de los retratos de Frank Diaz, que era considerado “el puertorriqueño más caliente de Nueva York” y uno de los personajes más emblemáticos de la escena disco gay de la ciudad en los años 70. En esta imagen lleva unos guantes de piel negros y aguanta, como si fuera un diablo, unos cuernos a ambos lados de la cabeza. Es la obra que mejor evoca la vertiente sadomasoquista del legado de Mapplethorpe. También el autorretrato que se hizo solo del brazo y algunos retratos protagonizados por algunos de sus modelos favoritos, como la culturista Lisa Lyon y el bailarín Ken Moody.

El director teatral estadounidense Robert Wilson también posó para Mapplethorpe en distintas ocasiones. Con motivo de una exposición de la que fue comisario, recordó el método de trabajo del fotógrafo: “El estudio de Bob era un puesto de trabajo. Había una zona con una pared limpia donde tomó casi todas las fotografías. En la habitación estaban, entre otras cosas, algunos objetos de vidrio y cerámica que había recogido. Sabía exactamente lo que quería. No hacía muchas presas. Se preparaba bastante rápido y luego disparaba rápidamente”, explicaba Wilson. Asimismo, el director teatral definía a Mapplethorpe como “muy ambicioso y perfeccionista”. “Estoy seguro de que Bob no se creería el éxito que está teniendo. Desde muy al principio yo no dejaba de decirle que creía que era uno de los grandes retratistas de todos los tiempos”, decía Wilson.