El catalán vuelve al musical comercial de gran formato
Enric Cambray y Manu Guix capitanean la adaptación de 'El día de la marmota' en el Teatre Coliseum
BarcelonaLa convocatoria alertaba de que el código de vestimenta sería navideño y los invitados cumplieron: los jerséis de muñecos de nieve y los cuernos de reno llenaban la Gran Via el lunes por la noche para el estreno deEl día de la marmota en el Teatro Coliseum. También había una marmota de peluche de tamaño humano que acompañaba a los famosos en un photocall que, como ocurre las pocas veces que se hace en el teatro barcelonés, provoca entre ilusión y vergüenza. Decenas de caras conocidas, directores y productores se contagiaron del espíritu navideño y asistieron a un estreno insólito en estas fechas, cuando los teatros ya tienen en cartel sus apuestas para la mejor época del año.
La enfermedad de Àngel Llàcer, que es quien debía dirigir el espectáculo, hizo retrasar el proyecto y finalmente es Enric Cambray, Manu Guix en la música y Miryam Benedited en la coreografía quienes capitanean la adaptación musical de la película Atrapados en el tiempo, de Harold Ramis, que en los años 90 protagonizaron Bill Murray y Andie MacDowell. "Ha sido emocionalmente un año muy difícil, mucho, es que Ángel se despidió, eh. Ahora está superfeliz porque es su compañía, pero dirigir un musical es muy duro, y es difícil que, como está todavía, hubiera ha podido dirigir una animalada como esta", explicaba el productor de Nostromo, Jordi Sellas.
En catalán, por fin
La noche era especial porque se trataba del estreno de un espectáculo musical de gran formato y en catalán, un hito tan insólito que la Generalitat ha tenido que crear una línea de subvención específica para animar a los productores a arriesgarse a cantar en nuestra lengua. Nostromo ha sido el primero en lanzarse, con un proyecto que ha costado cerca de 2 millones de euros, de los que 800.000 son un crédito sin intereses público y reintegrable (es decir, que volverán con la venta de entradas). "Uno de los grandes costes de una producción son los dos meses de trabajo de los intérpretes ensayando. Para una productora privada que va 100% a riesgo es muy arriesgado contar que debes pagar dos veces el coste de producción. A mí la ayuda reintegrable ya me va bien, porque necesito pulmón financiero", explicaba Sellas para justificar que logros cómo Cantando bajo la lluvia y The producers fueran en castellano. Esta vez tienen previsto estar en cartel hasta Semana Santa y después tener nueva vida en Madrid en castellano y con otro equipo.
Casanovas, Victoria Labrador, Maria Molins, Queco Novell y Lloll Bertran rompiendo la americanización de la estética navideña con una barretina; dramaturgos como Marc Rosich, Sergi Belbel y Guillem Clua; Los Amigos de las Artes y todo un Roger Mas; Mireia Portas e Ivan Labanda, que es amigo de la casa y que estaba entregado antes de empezar: "Que se estrene en estas fechas todavía hace que le acompañe esta cosa festiva, vengo con muchas ganas de pasarlo bien". No había consejeros porque coincidía con la entrega de las Cruces de San Jordy, pero sí estaba la exconsejera de Cultura Natàlia Garriga; el concejal de Cultura de Barcelona, Xavier Marcé, y el director del ICEC, Edgar Garcia.
El día de la marmota es la primera versión no inglesa del musical de Tim Minchin (artífice de Matilda) y Danny Rubin estrenado en el West End y en Broadway. "Sé que ha hecho dos temporadas en Londres, la última en el Old Vic, pero es de los pocos musicales que no he visto, y tengo muchas ganas", decía el director Josep Maria Pou, un habitual del teatro inglés. Si obras como ésta consolidarán al público del musical en catalán ya es otra cosa. "No depende tanto del catalán o el castellano como del atractivo del musical. Entiendo la dificultad de los productores y no me parece mal que lo hagan en castellano para amortizarlo en toda España. Lo importante es que se haga y el público vaya", decía Pou. Para la conselleria de Cultura sí es clave incentivar el musical en catalán, porque atrae al gran público. Por eso han otorgado subvenciones extraordinarias (no reintegrables) al Teatro Nacional para producir Alma y también en Dagoll Dagom para recuperar Mar y cielo.
La sorpresa de Àngel Llàcer
Antes de empezar, el director y todo el equipo de intérpretes salieron a tomar la foto con la marmota. Manu Guix llegó muy justo porque estaba actuando en El principito, el otro musical del tándem Llàcer-Guix que está en cartel, donde también actúa unos días Enric Cambray. El equipo tiene por costumbre hacerse un regalo antes de estrenar, y Cambray les regaló un pin de una marmota con un cartel en catalán que encargó a Punxsutawney, Pensilvania, el lugar en el que transcurre la acción del obra. Es donde está la marmota Phil, que cada año por la Candelaria anuncia cuántas semanas de invierno faltan. El protagonista de la trama es un periodista que cubre esta tradición, pero queda atascado en el tiempo y revive siempre el mismo día, una manera para aprender a valorar a las personas y las cosas pequeñas de la vida.
"¡Es mi vida!", afirmaba Àngel Llàcer, que apareció a última hora y vestido de Papá Noel, de incógnito. "Es un proyecto que elegí porque me identificaba muchísimo. Durante mucho tiempo mi vida fue el día de la marmota y hoy, por primera vez, no lo es. Yo quería descansar y el cuerpo me paró y me va decir: «Descansa»», explicaba. Tras los problemas de salud que ha superado, lo vive distinto: "Yo podía haber dirigido este espectáculo, porque tengo la cabeza clara, pero decidí que no", dijo. El actor se declaraba "contento, animado, descansado y con ganas de hacer muchas cosas" tras "uno de los peores años de la historia", pero del que ha sacado "tantas cosas positivas". Un mensaje que, efectivamente, liga con la comedia romántica que protagonizan Roc Bernadí y Diana Roig, en un musical de dos horas y media, música en directo y un mensaje tan navideño que incluye incluso una nevada.