Putin ante el Tribunal Penal Internacional de Girona
'The Hague', de Sasha Denisova, y 'Le sommet', de Christoph Marthaler, cierran la presencia internacional en el festival Temporada Alta
- Autoría: Sasha Denisova. Traducción y dirección: Galin Stoev.
- Espectáculo en búlgaro con sobretítulos en catalán.
- Intérpretes: Teatro Nacional de Bulgaria.
- Teatro Municipal de Gerona. 29 de noviembre de 2025.
- Concepción y dirección: Christoph Marthaler. Dramaturgia: Malte Ubenauf
- Intérpretes: Liliana Benini, Charlotte Clamens, Raphael Clamer, Federica Fracassi, Lukas Metzenbauer y Graham F. Valentine.
- Espectáculo en francés, alemán, italiano e inglés con sobretítulos en catalán.
- El Canal - Centro de Creación de Artes Escénicas de Salt. 29 de noviembre de 2025.
"Odio Putin". Lo dice Margarita, una niña ucraniana secuestrada cuando estaba en su casa y entregada a una familia rusa. Una condena inapelable que rebate el falso relato de la propaganda rusa. Y un crimen de guerra según el Tribunal Penal Internacional con sede en La Haya que en el 2023 emitió una orden detención contra el presidente ruso... y que se hace realidad en la cabeza de Margarita en la obra The Hague (la Haya) de la dramaturga ucraniana residente en Barcelona Sasha Denisova, que se ha programado en el Teatro Municipal de Girona dentro del festival Temporada Alta.
The Hague es una fantasía teatral que lleva ante el tribunal a Vladimir Putin y sus secuaces, que han perdido la guerra. El espectáculo mezcla los perfiles militares y las falsas motivaciones de la invasión de Ucrania con narraciones básicamente reales de las atrocidades cometidas por debida obediencia. Sin embargo, no habrá condena en esta ficción política que combina de forma poco cohesionada formas teatrales diversas, de la farsa, poco estirada, a la comedia, y que prima la narración a la emoción. Al fin, la idea motriz de la propuesta, bien servida por un elenco de quince intérpretes de Teatro Nacional de Bulgaria, es (¡ay!) la culpabilidad exclusiva de Putin en todo ello y la condena, una más, del pueblo ruso.
El mundo de Christoph Marthaler no es de este mundo, tal y como se ha visto en el Canal de Salt, también dentro del Temporada Alta. No es de este mundo, aunque lo parezca. Un mundo aparentemente normal pero fuera de la lógica y donde el devenir es una sorpresa detrás de otra. Un mundo habitado por figuras, marionetas humanas. Un absurdo muy entrañable. Y melancólicamente cómico. Humor minimalista de sonrisas cómplices. Nunca ocurre gran cosa, pero pasan muchas pequeñas cosas que hablan de nosotros. El humor y la música unen.
El creador suizo suele encerrar a sus criaturas en espacios singulares. En Le somete convoca a seis personajes en un refugio de alta montaña en el Tirol. Un espacio escénico todo de madera aparentemente realista con camas, banco, mesa... pero presidido por una cima rocosa. Un montaplatos como ascensor por el que llegan los excursionistas. Sommet, claro, significa también cumbre. Los invitados hablan lenguas distintas: italiano, inglés, alemán, francés. No lo parecen, pero quizá sean representantes de sus respectivos países. Son, obviamente, distintos, pero tienen algo en común. ¿Han llegado arriba o les falta alcanzar la cima? Están juntos, pero ¿se entienden? Lo prueban con una partitura de sí, yes, oui y ya. O cantan una canción de niños. Un helicóptero les envía ropa limpia. De fiesta. Y se la ponen. El cómo es tan importante como el qué. O no. Nos queda mirarles. Y sonreír con ellos.