Trece exalumnas denuncian prácticas abusivas de ocho profesores del Col·legi de Teatre

Han presentado una instancia al centro que pone el foco especialmente en un docente

BarcelonaSon un grupo de 13 exalumnas y hace mucho tiempo que querían dar este paso. Pero les ha costado reunirse y sobre todo decidirse para denunciar lo que vivieron con algunos profesores del Col·legi de Teatre de Barcelona entre los años 2005 y 2020. Hace dos años que el ARA tenía conocimiento de algunas de estas denuncias que finalmente se han trasladado este martes a la dirección del centro. A pesar de que se apunta a 8 docentes, el foco principal de las 13 denunciantes se sitúa sobre el actor y director T.S., profesor de esta escuela situada en el Poble Espanyol de Barcelona. 

En la denuncia se detalla cómo este profesor –que en el momento de los hechos superaba los 45 años– mantuvo relaciones con varias alumnas que entonces tenían entre 18 y 20 años, las asedió y abusó de ellas. Se trata de un tema que era conocido dentro del claustro. De hecho, algunas de las chicas que sufrieron situaciones violentas con él explican cómo otros profesores les hacían comentarios. "Me han dicho que este año la escogida eres tú", dijo un docente a una de las denunciantes. No fue el único que le hizo este comentario, otro profesor también se lo hizo saber. La chica explica cómo T.S. le llamaba a menudo para hablar, incluso por la noche, o cómo la llevaba a casa en moto. En una fiesta le dio un beso –ella admite que lo permitió–, pero cuando él insistió para apartarse del resto de la gente e ir a algún lugar privado y ella lo rechazó, empezó a perseguirla de manera insistente. "Me llegué a esconder dentro del lavabo porque estaba angustiada y no sabía dónde meterme", dice en el escrito de denuncia. A partir de aquel día el profesor insistió todavía más con los mensajes y las llamadas, diciéndole que quería iniciar una relación con ella, a pesar de expresarle claramente que no podía dejar a su mujer. "He dejado el mundo del teatro por varios motivos, pero este es uno", afirma la chica.

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T.S. escogía una "preferida" e intentaba acercarse a ella. Otra chica describe hechos similares. “No me di cuenta hasta que fue demasiado tarde que esa alumna era yo”, recuerda, y admite que durante mucho tiempo creyó que lo que había pasado era culpa suya. T.S. acabó “abusando de una alumna bebida, muy bebida”, explica la chica en su escrito. “Recuerdo que me levantó la camiseta y me tocó los pechos”, dice. Aquel fue un momento de “claridad” que le permitió darse cuenta de lo que estaba pasando. Los compañeros la ayudaron: “Me separaron de él, me escondieron”. La chica abandonó los estudios, entre otros motivos, por los “miedos y la ansiedad” que le provocaba lo que había pasado y el hecho de encontrárselo en el centro.

Una tercera chica explica una situación casi idéntica a las anteriores. El profesor verbalizaba ante otros alumnos que estaba enamorado de ella y le enviaba mensajes para quedar. "Me intentó convencer sobre la normalidad de los hechos diciéndome que él cada día se enamoraba de una persona", dice la exalumna en el texto. En una fiesta, habiendo bebido ella alcohol, y después de una conversación sobre proyectos profesionales en los que él trabajaba, T.S. le pidió un beso y le pidió sexo. “Vamos a follar. Podríamos estar follando en el lavabo”, le dijo insistentemente. Ella se negó. “Los hechos son los mismos tanto si yo hubiera aceptado sus proposiciones como si no las hubiera aceptado. Él hizo uso de su poder”, reflexiona la exalumna del Col·legi de Teatre, que pone de manifiesto que ella quería ser actriz y él jugaba “con el hecho de tener el sueño de muchas entre las manos”.

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Bromas sexuales, caricias y masajes

Esta chica habla también de las actitudes de otros profesores, que cuando pasaban por su lado le decían "Estás muy buena” o que le daban bofetadas al culo cuando estaba despistada. No se trata de situaciones aisladas. Otras exalumnas relatan cómo algunas clases estaban sexualizadas, se hacían "bromas sexuales constantes" y los profesores les pedían que se desnudaran y que hicieran "improvisacions de carácter sexual con la excusa de romper tabúes". En este contexto, algunos docentes "se aprovechaban de que los límites eran confusos y llevaban a cabo actitudes y comentarios demasiado cariñosos, como por ejemplo caricias y masajes, dentro y fuera del aula", dice una testigo, y otra habla de "tocamientos en el culo" que estaban "normalizados". Otros ejemplos citados en la denuncia son un ejercicio de un profesor: "Nos puso a todas las chicas de la clase en fila, de espaldas, y nos ordenó del culo más pequeño al culo más grande", y un momento en el que un docente "simuló una masturbación y finalizó escupiendo encima de los pechos" de una estudiante.

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Los abusos de poder de los docentes trascendían el ámbito académico, según explican a la denuncia. De hecho, el ARA ha hablado con otras exalumnas que no han participado en la instancia pero que en su día explicaron cómo los profesores flirteaban con ellas y les hacían propuestas para irse a la cama cuando estaban de fiesta. Según otros testigos, algunos docentes habían aprovechado la proximidad con las alumnas para besarlas.

En varias ocasiones, las testigos dicen que hicieron llegar los hechos a dirección y que no actuó. "Fuimos varias veces a dirección a exponer el problema y no fuimos ayudadas", afirma una de las denunciantes. La directora del Col·legi de Teatre, Gisela Krenn, murió el octubre pasado y la escuela todavía no tiene nueva dirección. La secretaria académica del Col·legi, Gemma Figueras, confirma que han recibido la denuncia y que ahora "la escuela la investigará y la contrastará". Para dar respuesta, se ha convocado una reunión para este viernes con el equipo directivo en funciones. "Hace tres años recibimos una queja de una alumna respecto a un profesor. Hablamos con él, le pedimos que cambiara el comportamiento e hicimos seguimiento del caso. Hablamos con la alumna después. El resultado fue satisfactorio. No sabíamos nada de las quejas que nos han llegado ahora", dice Figueras, que subraya que "desde la escuela la prioridad es proteger a los alumnos".

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T.S., que ha tenido acceso a la denuncia 24 horas después de que se presentara, admite que en las fiestas de final de curso, justo cuando las alumnas pasaban a ser exalumnas suyas, "flirteó” con algunas de ellas, dándoles algún beso, pero nunca con la intención de tener sexo. El profesor considera que algunas cosas del relato son ciertas y otras mentira, y niega que propusiera sexo a una alumna y que le tocara los pechos a otra. También explica que los flirteos y los besos no eran situaciones recurrentes, pero admite que pasó dos veces más, además de los casos denunciados en el centro. "Bebí, di besos, sí, es cierto, no lo niego, pero fue ante todo el mundo, no a escondidas, y nunca nunca nunca con la intención de irme con nadie a la cama", explica T.S. antes de asegurar que no es un "acosador sexual" y que nunca utilizó su poder como profesor para conseguir ningún favor sexual. Dice, sin embargo, que sí que se equivocó en estas fiestas a la hora de relacionarse con las que habían sido alumnas suyas.