‘Zeros and ones’: Abel Ferrara firma un 'thriller' críptico sobre un mundo que no se entiende
Ethan Hawke protagoniza una obra sensorial y libre que parte del cine de espionaje pero se escapa de sus convenciones
'Zeros and ones'
(3,5 estrellas)
Dirección y guion: Abel Ferrara. 86 min. Estados Unidos e Italia (2021). Con Ethan Hawke, Valerio Mastandrea y Cristina Chiriac. Estreno en cines
Agitador underground con El asesino del taladro y autor de moda del nuevo film noir de los años noventa, Abel Ferrara (Teniente corrupto) es ahora un poeta de la imagen digital low cost que trabaja a mucha distancia física (vive en Italia) y estilística de Hollywood. Después de descolocarnos con el místico y fantástico drama psicológico Siberia –todavía inédito en salas–, el autor de El funeral vuelve a mostrarse un poco críptico con este no-thriller sobre geoestrategias incomprensibles en el que un agente de inteligencia interpretado por Ethan Hawke investiga una amenaza inconcreta en una Roma de geles hidroalcohólicos y calles desinfectadas.
Desde el inicio de la película, desde un primer paseo nocturno por las calles de una urbe fantasmal con guitarras atmosféricas de fondo, queda claro que veremos algo diferente de las cintas de acción antiterrorista producidas por el audiovisual corporativo. Zeros and ones parece, sobre todo, una experiencia sensorial de noches inacabables vigiladas por ojos electrónicos y de rostros ocultos por la oscuridad y las mascarillas. Narrativamente, es una obra con pocos diálogos y menos acción (o viceversa) que despliega una trama sencilla y a la vez impenetrable. Quizás Ferrara reproduce el conocimiento limitado de un héroe (o no) desconcertado por unos poderes que lo trascienden. De paso, el cineasta lanza una crítica feroz al imperialismo norteamericano mediante el discurso alucinado de un revolucionario quizás demasiado clarividente.