Baloncesto

"Tener 13 años y ver a adultos hablando de tu cuerpo es una locura"

Audi Crooks, la jugadora de la NCAA que lucha contra la grasofobia y la historia

Audi Crooks
21/11/2025
2 min

BarcelonaAudi Crooks tiene 20 años, pero está acostumbrada a que siempre hablen de ella. La pívot, que juega en la Universidad Estatal de Iowa, está rompiendo un puñado de convenciones. Sus vídeos dominando la NCAA universitaria se han hecho virales. La estadounidense mide 1,91 metros y está acostumbrada a convivir tanto con los elogios (la han bautizado como en Lady Shaq) como con los ataques de grasofobia que sufre desde que era una adolescente.

"La primera vez que ESPN publicó un post sobre mí estaba en séptimo u octavo grado y aún no estaba desarrollada. Tener 13 años y ver a adultos hablando de ti y de tu cuerpo más que de tu juego es una locura. Fue demasiado, imposible de gestionar", reconoce Crooks. La jugadora encontró el cobijo que necesitaba en la familia y en el vestuario, donde sus compañeras cerraron filas para protegerla. El consejo que le dio su madre siempre le acompaña. "Solo intenta matarlos con amabilidad porque así no les vas a dar munición para responder", recuerda.

"Nadie está preparado para ello", reconoce. Una de sus últimas exhibiciones llegó contra la Universidad de Valparaíso. En sólo 20 minutos sobre la pista, la pívot sumó 43 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias con una efectividad del 78% en lanzamientos de campo. Tan sólo falló 5 de los 23 tiros que intentó. Su dominio fue total. "Lo mejor es que no buscó los puntos sino que los puntos la encontraron en ella", dijo Bill Fennelly, su entrenador. "Aquel día no me sentía bien", dijo Crooks.

Su entrenador y las compañeras de equipo destacan su falta de egoísmo. "Lo que importa no es el destino, sino el camino, así que estoy increíblemente agradecida de estar rodeada de gente maravillosa", dice Crooks, que superó la marca de 42 puntos en un solo partido que Tonya Burns estableció el 18 de enero de 1984.

"Quizás también ha 1.000 sobre mis habilidades, sobre mi carácter, sobre cómo sonrío y sobre cómo trato a las demás", explica Crooks, que proviene de una familia deportista. Su padre, Jimmie Crooks, fue una estrella del baloncesto universitario. Cuando en 2021 murió, su hija se hizo un tatuaje en el brazo derecho en su memoria. Unos versos de la Biblia acompañan a la palabra pulpos. "Supongo que es algo espiritual, pero todavía puedo notar su presencia", dice. Su madre, Michelle Vitzthum, es una de las máximas anotadoras de todos los tiempos de Bishop Garrigan. Crooks creció jugando partidos contra su madre en una canasta en la entrada de su casa. El dorsal 55 que lleva a la camiseta sirve como homenaje a sus padres.

Una estrella desde los 15 años

Crooks, que cuando nació pesó 4,9 kilos y midió 71 centímetros, tuvo una infancia normal. Cuando era pequeña, participó en un corazón de jazz y tocó la trompeta en el lado del colegio. Además, tocaba la batería en la iglesia mientras practicaba también el lanzamiento de peso y el voleibol. Con sólo 15 años su nombre empezó a hacerse popular en el mundo del baloncesto y las principales universidades estadounidenses intentaron reclutarla. Aconsejada por su tío, Matt Vitzthum, un entrenador de fútbol americano, Crooks se decidió por Iowa, donde actualmente se está licenciando en justicia penal y sociología.

Los principales analistas internacionales la sitúan entre las favoritas a ocupar las primeras posiciones del draft de la WNBA, una competición que nunca ha tenido una jugadora de sus características.

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