De dormir en el suelo del autobús a ser campeón del mundo a 8.000 kilómetros de casa

Torelló"Ha sido como cuando eres un niño pequeño y no eres consciente de lo que haces. Has hecho es una gamberrada y de repente alguien te coge y te dice: «Ei, mira qué acabas de hacer». Y dices: «Hostia, qué he hecho». Habla Guim Expósito (Cerdanyola del Vallès, 1994), que hace algunos días se proclamó campeón del mundo de 3x3 con la selección española de baloncesto en Mongolia. Y, por si fuera poco, redondeó una de las mejores semanas de su vida con el MVP del torneo. "Son días de tener un alud de mensajes y responderle un poco con el piloto automático y perder un poco el contexto y el control de la vida, el oremus", reconoce. Está "un poco desbordado, pero muy feliz". La selección femenina tenía una plata olímpica y dos oros y dos platas europeas y estaba entre las favoritas, pero el equipo masculino sólo había disputado dos veces el Mundial de esta disciplina emergente (2012, el primero, y 2016). El oro era directamente "inimaginable" para un equipo que viajó a Mongolia sin nada que perder.

Vivir un Mundial ya era "un auténtico sueño" para ese niño y ese base que se crió admirando a Raúl López, José Manuel Calderón, Sergio Rodríguez y Ricky Rubio, pegado a la pantalla del televisor o del ordenador. Miraba vídeos de highlights en YouTube y salía corriendo a imitar a sus ídolos. En casa no había cesta. "Visto en perspectiva, fue una decisión acertada de mis padres para que no hubieran podido dormir, porque el ruido del balón botando les habría roto -sobre todo los veranos y las vacaciones- muchísimos momentos de tranquilidad, pero en ese momento a mí me causaron muchas lloras y muchas rabietas, pero era un no roto, pero era un no roto. de la lista de los Reyes y de mi cumpleaños", afirma. Sí tenía balón. Para poder jugar dentro de casa sin que le regañaran la ponía dentro de una bolsa de plástico o una colchoneta, para amortiguar su ruido: como un silenciador.

Hizo carrera en las categorías de plata y de bronce del baloncesto español, pero en el 2021 se hizo viral por un tuit donde explicaba que dejaba el baloncesto profesional, harto de "sobrevivir" con contratos de mil euros y ocho meses y "desencantado". Muy a menudo iban y volvían en autobús el mismo día del partido y dormían en el suelo: sobre un aislante de camping o un colchón pequeño. "Es un mundo muy sacrificado porque dejas de lado muchas cosas, como la conciliación con la familia y los amigos. Estás fuera de casa mucho tiempo y te pierdes muchas cosas: Navidad, Fin de Año, cumpleaños, quizás los últimos momentos de alguien querido, quizás el nacimiento de alguien cercano. y que además económicamente tampoco te compensa. No es que sea un peaje a pagar que te solucione la vida”, reflexiona. Gracias al 3x3 ha recuperado "el disfrute de jugar y ser feliz en la pista".

Trabaja en una 'start-up' y disfruta del baloncesto

Juega con el equipo Barcelona 3x3. Hace algunos días se convirtieron en el primer equipo español que alcanzó las semis de una prueba del circuito mundial. Están en el número 24 del ranking y el reto es conquistar el top 10. Él es el tesorero: el 3x3, tan dinámico, tan adaptado a los tiempos de Netflix y TikTok, está creciendo mucho a nivel amateur en Cataluña y en España, pero debe dar "un paso adelante" profesionalmente. Esta explosión debe ir acompañada de mayor apoyo en el ámbito institucional y en materia de patrocinadores. El Barcelona 3x3, a diferencia de la mayoría de sus rivales, no tiene sponsors y bebe de los premios que obtiene y del dinero de los propios jugadores.

Expósito trabaja en la estrategia de negocio de una empresa emergente que le da la "libertad" que necesita para viajar por todo el mundo para disfrutar de la élite del 3x3. "Las condiciones económicas son bastante más humildes que en el trabajo donde estaba antes, más convencional, pero me permite disfrutar de lo que más me gusta. Fue mi apuesta a nivel de vida: priorizar estos últimos años que veo que puedo disfrutar mucho del 3x3 y ya tendré tiempo de trabajar y ganarme mejor la vida económicamente. Pero ahora no sería tan feliz". Estos días más de un cliente le ha preguntado si es el Guim Expósito que sale en los periódicos y en la tele.

"Después de ganar la final y recoger el MVP hice alguna entrevista de radio. De repente sientes que dan paso a un campeón del mundo y la primera reacción que tienes mientras esperas es: «Hostia, a ver quién sale ahora». Si Marc Márquez, Rafa Nadal, alguien así. No eres consciente de que te están presentando a ti", admite riendo. Ni se esperaba el oro ni el MVP. rasguños de la celebración. De saltar arriba y abajo y abrazarnos con las medallas puestas y que choquen entre sí".