A Roger Grimau le quedan más de dos 'Telenoticias'
El mejor Barça de la temporada supera al Madrid en un clásico cargado de emociones
BarcelonaTras perder los tres primeros clásicos de la temporada y pasar por una crisis de resultados, el Barça se quitó la espina con una victoria gigante frente al Real Madrid (83-78). El equipo catalán recuperó una desventaja de 8 puntos en una noche mágica en el Palau Blaugrana. El conjunto local jugó tres cuartos con coraje y uno, el decisivo, con determinación para apuntarse un triunfo de vital importancia emocional. Una derrota habría sacado a escena demasiados fantasmas.
"Hemos vivido una de las noches mágicas y nos hemos reencontrado con nuestras sensaciones. Estoy muy contento por toda la gente que ha sufrido estos días. Hemos hecho un buen trabajo en equipo", analizó Roger Grimau. El entrenador, que después de unos días difíciles respiró aliviado, tuvo la baja de Àlex Abrines, que sigue de baja por culpa de unas molestias musculares en el pubis.
"Ellos han jugado muy bien y con la dureza necesaria, nos costó hacer circular el balón", dijo Chus Mateo. El técnico del Real Madrid no pudo contar con Rudy Fernández ni Gaby Deck pero sí con Guerschon Yabusele. El francés no tuvo minutos.
Tras el ruido generado en torno a Willy Hernangómez, el pívot tuvo una actuación correcta en una noche en la que el protagonismo fue para Jan Vesely. El pívot checo, que nunca toma una decisión incorrecta, sumó 27 puntos. "Es una victoria muy importante para nosotros", reconoció.
Grimau sorprendió combinando a Satoransky, Kalinic, Parker, Da Silva y Vesely en un cinco inicial cargado de centímetros. El entrenador catalán arriesgó con una propuesta defensiva que empezaba con Da Silva sobre Campazzo y seguía con constantes cambios en las asignaciones. El Barça abrió el partido con la evidente intención de llevar la iniciativa al juego. Sin embargo, los triples de Musa alimentaron de puntos el marcador del Madrid (14-22).
Las faltas personales se convirtieron en una losa para los locales y el criterio arbitral desconcentró tanto al Barça como a sus aficionados. El Madrid, sin pérdidas de balón y con una rotación mucho mejor, se mostró muy fiable. Grimau fue sancionado con una técnica en la recta final de un primer cuarto cargado de emociones (21-25).
El escenario no cambió mucho en un segundo cuarto en el que el equipo blanco supo mantener a una distancia de seguridad a un Barça con más coraje que capacidad para revertir la dinámica. Pese a recibir 47 puntos en 20 minutos, el conjunto azulgrana supo aferrarse al partido y llegar con las opciones de victoria intactas en el descanso (45-47).
Gracias a una evidente mejora defensiva, el Barça fue capaz de hacer el primer acelerón competitivo al inicio del tercer cuarto. La efectividad ofensiva del Madrid desapareció durante unos minutos que animaron al equipo local (54-50). La defensa sobre Edy Tavares fue excelente. El paso de los tiempos reforzó la autoestima del conjunto azulgrana, que empezó a pensar que la victoria contra el eterno rival era posible (60-62).
El clásico se calentó cuando Rodríguez y Laprovittola se las tuvieron tras un codazo del base canario en el escolta argentino. El Barça jugó con arrebato para llegar a los últimos cinco minutos con una ventaja de doce puntos (74-62). El Real Madrid no se rindió y vendió cara su derrota, pero los locales exhibieron determinación para asegurarse un triunfo épico.
El calendario no se detiene
Joan Laporta, presidente del club, no presenció el partido en directo. El clásico, que superó algunos registros de facturación y entradas vip, fue un éxito de público. Los aficionados se aislaron de la trayectoria del equipo para exhibir su apoyo. Los grupos de animación empezaron sus cánticos 20 minutos antes del salto inicial. Un problema con la megafonía hizo que los equipos no pudieran ser presentados y que el himno de la Euroliga no sonara por los altavoces del Palau Blaugrana.
Sin tiempo para recuperar fuerzas, el Barça aún tiene dos partidos más esta semana. El equipo catalán recibirá el viernes al Baskonia y el domingo al Monbus Obradoiro. Los dos partidos se jugarán en el Palau Blaugrana, donde el conjunto culé también tendrá dos compromisos la próxima semana.