El Madrid se aprobecha del mal juego interior del Barça
El equipo blanco deja deberes para el conjunto entrenado por Roger Grimau
BarcelonaEl primer clásico de la temporada deja deberes para el nuevo Barça de Roger Grimau. El Real Madrid ha utilizado su superioridad en el juego interior para eliminar al conjunto azulgrana y dejarlo sin final de la Supercopa Endesa (80-90). El vigente campeón de la competición anotó 54 puntos desde la pintura. La semifinal ha sido cruel con un equipo catalán que ha tenido pocos días para preparar debidamente un compromiso de tanta exigencia.
"Hasta el tercer cuarto ha ido bien, pero después no hemos sabido defender algunas situaciones de bloqueo directo", ha analizado Roger Grimau, entrenador del Barça. "Hemos roto el partido durante el tercer cuarto. Hemos sabido sacar ventaja del bloqueo directo. A pesar de tener poca preparación, el equipo ha jugado muy bien", opinó Chus Mateo. El técnico del Real Madrid ha puesto en valor el trabajo de Facu Campazzo, que ha anotado 17 puntos. "Estoy muy contento de haber vuelto y me encuentro como si nunca se hubiera marchado. Intento aportar energía y actitud al equipo, que tiene mucha variedad ofensiva", ha dicho el base argentino.
El Barça de Grimau no es el de Saras Jasikevicius. El nuevo entrenador del equipo azulgrana apuesta por un equipo más rápido e imprevisible, pero esto también comporta más errores en el juego. El catalán, que ha descartado a Oriol Paulí y Michael Caicedo, ha dado poco protagonismo a Jabari Parker, una estrella de la NBA que aún no ha aterrizado en el baloncesto europeo. El técnico ha dejado sin jugar a James Nnaji y se ha quedado sin Darío Brizuela. El escolta vasco ha recibido una vez que le ha dejado fuera de combate y ha sido trasladado de urgencia al hospital.
El Real Madrid, en cambio, ha apostado por un proyecto más continuista, en el que el regreso de Facu Campazzo es una de las pocas novedades. Chus Mateo ha intentado aprovechar muchos de los automatismos que la pasada temporada le permitieron proclamarse campeón de la Euroliga. Superior en el cinco contra cinco, el equipo blanco propuso un estilo de partido más controlado.
La semifinal ha comenzado marcada por la inspiración de Nico Laprovittola. El escolta argentino, que renunció a jugar con la selección argentina durante el verano, ha sumado 16 puntos en tan solo nueve minutos. El Barça ha aprovechado su frescura para dominar un primer cuarto muy ofensivo (25-22).
Un Barça ágil y polivalente se ha construido una diferencia de seis puntos frente al eterno rival (29-23). Lejos de estresarse, el Real Madrid ha aprovechado su defensa para rebajar las revoluciones del partido y aumentar las pérdidas de balón del equipo blaugrana. Un parcial de 0-9 redibujó el escenario del clásico (32-34) y el conjunto blanco llegó al descanso con ventaja (40-42).
La cuarta falta personal de Vesely ha complicado la rotación interior de Grimau. Liderado por Campazzo, el Real Madrid ha sabido atacar las carencias de Willy Hernangómez en la defensa del bloqueo directo por ir ganando solidez en su juego ofensivo. La mayoría de puntos del equipo blanco han llegado desde la pintura (58-67).
La diferencia ha crecido hasta los 12 puntos al inicio del último período (61-73). Grimau ha introducido cambios defensivos para intentar alterar la seguridad de un Madrid que, cuando olió sangre, ya no aflojó. La renta blanca no ha dejado de aumentar. El intento culé de reacción final no ha tenido la necesaria continuidad para dar la vuelta al resultado.
Cortes de luz
La semifinal de la Supercopa Endesa se detuvo unos minutos durante el segundo cuarto por culpa de unos inesperados cortes de luz en el Palacio de Deportes de Murcia. Unos 7.400 espectadores vieron el partido en directo.