El Barça vuelve a torturar al Real Madrid
El equipo azulgrana pasó por encima del conjunto madrileño con un 0-4 que se quedó corto
BarcelonaEl Barça es una gota china para el Real Madrid. La gota de agua fría en este caso no cae en la frente de las blancas cada cinco segundos, pero lo hace siempre que tienen frente a las azulgranas. Cada vez que el proyecto del fútbol femenino de Florentino Pérez parece que empieza a despegar en el mundo terrenal llega el Barça desde otra dimensión y vuelve a poner las cosas en su sitio. Las madridistas aparentemente avanzan, siempre que no jueguen contra el equipo catalán. Dos goles de Patri Guijarro, uno de Claudia Pina y una obra de arte de Alexia dibujaron un 0-4 al Alfredo Di Stéfano que se quedó corto, y ya quince triunfos culés de quince posibles desde el aparición de las madridistas.
Es una evidencia de que la sala de máquinas del Real Madrid ha mejorado con la llegada de Leupolz o de que el ataque tiene más peligro con Alba Redondo y la devuelta Caroline Weir, pero como conjunto siguen a mucha distancia del equipo liderado por Aitana, Alexia, Caroline Graham y compañía. Las mejores del mundo, vamos. El Barça no dejó tiempo ni para que el Real Madrid se aclimatara al partido y, en el minuto 3, Patri Guijarro hizo ya el 0-1 en un estadio que agotó las 6.000 entradas a la venta.
Caroline Graham sirvió un córner, Alexia prolongó la jugada con la cabeza y Patri Guijarro apareció oportunamente en el segundo palo para empujar el balón al fondo de la portería de Misa. Pero, así como habitualmente el primer gol del Barça comportaba que el Madrid quedara aturdido, esta vez las blancas reaccionaron en un primer momento con un contragolpe que no acabó con el empate porque Irene Paredes desvió bajo los palos el disparo de Alba Redondo, que ya había superado a Cata Coll.
El inicio del partido fue extremadamente intenso y el equipo de Pere Romeu también pudo hacer el 0-2 antes del minuto 21. Entonces, Patri Guijarro, con un disparo raso, seco y ajustado desde la frontal de el área, tras un mal rechace del Real Madrid, puso más tierra de por medio. Esta segunda vez sí hizo tambalear la estabilidad emocional de las locales, sobre todo porque el Barça, a continuación, convirtió el partido en un juego en el que las azulgranas movían el balón como querían y las blancas lo perseguían con resultados infructuosos. La gestualidad de las futbolistas del Madrid mostraba la desesperación: miradas que buscaban culpables entre sus compañeras, brazos abatidos tras cada combinación rival y tacos recurrentes.
La montcadense Clàudia Pina, con un remate al primer toque desde el interior del área tras un pase de Caroline Graham, sentenció la historia con el 0-3 antes del descanso y regaló en la grada del Alfredo di Stéfano un beso en el escudo del Barça. Si en el descanso el resultado no fue de escándalo fue gracias a tres paradas excepcionales de Misa. "Me voy con la sensación de que podríamos llevar bastante más que tres", declaró Pina a los medios de la Liga F de camino a los vestuarios para descansar un poco.
Quien descansó poco fue Misa, que salió al terreno de juego antes que sus compañeras en el segundo tiempo para realizar ejercicios de calentamiento, como si la charla de Alberto Toril no fuera con ella. Razón no le faltaba porque fue la única del Madrid que mostró un nivel digno de un enfrentamiento entre los dos principales clubs de fútbol del Estado. La canaria también se hartó de evitar goles catalanes el resto del partido. Pero el Barça, más calmado, permitió llegadas orgullosas de las locales que, de todas formas, fueron incapaces de rematar en el tramo final. Una nueva dosis de realidad por el madridismo que Alexia redondeó a finales del partido con una vaselina que dará la vuelta al mundo.