El verano más complicado del Barça femenino

BarcelonaEl Barça comienza el sábado en Johan Cruyff ante el Alhama CF (20 h, DAZN) la defensa del título de la Liga F, un trofeo que gana de forma ininterrumpida desde el curso 2019-20. El gran reto, como ya ha sido habitual desde el último lustro, es la consecución de la Champions, que escapó la última campaña en una final que coronó al Arsenal de Renée Slegers. Aquel partido enseñó algunas de las principales costuras del Barça de Pere Romeu, técnico que busca rehacer el rumbo ganador del equipo en Europa después del verano más complicado de los últimos tiempos. El equipo sólo se reforzó con dos piezas nuevas: la central Laia Aleixandri, que acabó contrato con el City, y el regreso de la lateral Lucía Corrales, que había sido cedida al Sevilla.

El plan de recortes aplicado por la junta directiva de Joan Laporta afecta también a la plantilla de Romeu. Aunque el porcentaje mayoritario (y con diferencia) de los salarios deportivos que mantienen excedido el fair play financiero de la entidad corresponde al primer equipo de fútbol, ​​los costes de los otros equipos profesionales del club impactan en él. Esto explica salidas no deseadas por el cuerpo técnico como la de Fridolina Rolfö. En cambio, sólo han llegado Aleixandri y Corrales, a los que se le hará ficha del primer equipo tal y como ha confirmado el ARA. También en Sydney Schertenleib, una de las sensaciones del pasado curso. Alba Caño –que se queda cedida hasta diciembre–, tras fichar por Boston Legacy, y las nuevas promesas que llaman a la puerta, Clara Serrajordi, Aïcha Camara y Emilia Szymczak, mantendrán ficha del filial.

En cambio, no se ha completado el regreso de otras jugadoras como es el caso de Martina Fernández, traspasada al Everton después de jugar cedida. Tampoco vestirá de azulgrana a Giulia Dragoni, que seguirá cedida un curso más al Roma. El verano de austeridad ha contrastado con el del curso pasado, en el que se desembolsó los 500.000 euros de la cláusula de rescisión para fichar a la goleadora Ewa Pajor, a la que aún se le sigue resistiendo la Champions. También llegó Kika Nazareth, la delantera más prometedora del fútbol portugués y de quien se espera que tenga un rol más protagonista, como es el caso de Vicky López. Mientras Pajor llegó para llenar el vacío que había dejado Asisat Oshoala, Kika lo hizo para suplir la marcha de Mariona Caldentey, vigente campeona de la Champions con el Arsenal. En la actual plantilla, serán las jóvenes las que tendrán que dar descanso a los principales puntales del equipo.

No se descartan más salidas dolorosas

Una buena pizca del presupuesto también dependía de ganar la Champions. Una de las personas visiblemente más emocionadas después de la derrota en la final fue Laporta. Aún en caliente, trasladó al cuerpo técnico ya las jugadoras que el club haría lo posible para que la próxima temporada el Barça volviera a competir por el título europeo. Pero la realidad es que las azulgranas han vivido uno de los veranos más complicados en todos los ámbitos.

Algunas jugadoras clave acaban contrato el próximo verano. Claudia Pina y Cata Coll, tal y como explicó elSport y puede confirmar este diario, ya están renovadas. Pero por detrás viene trabajo. Se tendrá que estudiar una nueva propuesta de contrato por Mapi León, Ona Batlle, Salma Paralluelo, Graham Hansen, Corrales y el propio Romeu. A meses de poder negociar con otros clubs y marcharse gratis, el club no se encerraba a ventas dolorosas este verano en los días que quedan de mercado. Y tampoco puede descartarlas de cara al invierno.

El interés del Lyón por Mapi es una realidad desde hace meses, club donde recaló Ingrid Engen. Otra baja en la defensa culé es la de Jana Fernández, por voluntad propia y que se marchó al London City Lionesses atraída por la propuesta deportiva. Algunas de las jugadoras a renovar consideran que su nivel y jerarquía ha incrementado desde el último contrato firmado y esperan un esfuerzo por parte del club. Un esfuerzo que, hoy en día, no es posible realizar.

Aunque asumido que es posible que el club se vea obligado a deshacerse de piezas importantes, se trabaja en incorporaciones más de futuro que de presente. Aunque, hoy por hoy, no hay suficiente músculo económico. El margen que se tenga en el mercado de invierno, y en parte también dentro de un año, dependerá de cuánto dinero se ha destinado a las renovaciones. Por otra parte, el club sí estaba dispuesto a realizar un esfuerzo importante para incorporar a la mexicana Maga Ovalle. Sin embargo, estos últimos días se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol femenino al firmar por el Orlando Pride por cerca de 1,3 millones de euros. Alexia Putellas y Aitana Bonmatí quieren un Barça competitivo para seguir defendiendo los colores que aman.

La solución pasa por las jugadoras de la casa

Romeu tendrá que apostar por las piezas de La Masia. Ya se llevó algunas a la gira en México. Se espera que tengan protagonismo la lateral Aïcha Cámara, las centrocampistas Caño, Serrajordi y Szymczak, así como la defensora Corrales. Destaca especialmente Schertenleib. La centrocampista, que en la selección suiza también ha jugado en la delantera, es uno de los grandes proyectos del club. "Tiene potencial para ser de las mejores del mundo, pero la competencia en medio del campo es feroz", apuntan desde Can Barça. Schertenleib tiene también pendiente la gestión emocional de adquirir protagonismo en grandes citas con el primer equipo.

Los salarios del femenino forman parte de la masa salarial no inscribible que, de momento, computa en el famoso fair play financiero. Es una gran piedra en el zapato que influye en la inscripción de jugadores en la Liga masculina.Pertenece a la bolsa en la que también están las secciones, el fútbol base y el grueso del cuerpo técnico del masculino, donde hay miembros del equipo de Flick que cobran más de un millón de euros (cantidad, por ejemplo, que pedía Alexia Putellas para renovar hace dos temporadas). En total, toda esa bolsa salarial está presupuestada este año en 95 millones, según dijo Xavier O'Callaghan, director de deportes profesionales del Barça, en una reciente comparecencia.

De esa cantidad, el femenino, en cuanto a salarios –luego está el gasto operativo, que no se contabiliza en esta carpeta–, tiene este año 13,75 millones por gastar, un presupuesto inferior al del Lyon o del grueso de equipos líderes de la Premier. De los 95 millones citados, 32 van a parar a fútbol base y al cuerpo técnico del primer equipo. Y 28,75 en el baloncesto, que tampoco ha estado exento de tijeretazos. Debido a que el cuerpo técnico de Flick computa en esta misma parcela salarial que repercute directamente en el fair play, esto condiciona el presupuesto tanto del femenino como del resto de equipos profesionales de la entidad.

De hecho, el último aval de 7 millones de euros que tuvo que poner la directiva para desbloquear las inscripciones de Joan Garcia y Rashford fue para corregir una desviación del cuerpo técnico del primer equipo, principalmente, y una pequeña parte, correspondiente al balonmano, mientras que el femenino y el baloncesto cumplen el presupuesto. Pese a los recortes, desde el club se confía en poder competir con el Arsenal, el Chelsea y el Lyón en la Champions. En la Liga F, el Real Madrid se ha reforzado bien y sigue dando pasos adelante, pero se considera que todavía está un escalón por debajo.