La gran ausente de la final de Lisboa que aprende catalán y al que el Barça quiere dedicar el título
Kika Nazareth, nacida y criada en la capital portuguesa, se ha ganado un vestuario azulgrana que quiere obsequiarla con la Champions
Enviado especial a Lisboa"Se me hace un nudo en el estómago de pensar que no puedo jugar la final de la Champions", explicaba Francisca Kika Nazareth en una entrevista en el medio portugués Mayos Futebol. La joven futbolista del Barça no pudo contener las lágrimas en el entrenamiento del equipo en el estadio José Alvalade, donde este sábado (18 h, TV3) disputarán la final ante el Arsenal. Kika, nacida en Lisboa y principal promesa del fútbol femenino portugués, será la gran ausente. En su primera temporada en Barcelona, después de que el Barça la fichara del Benfica por una cantidad cercana al medio millón de euros, se lesionó cuando mejor estaba. Fue en marzo, durante el carrusel de clásicos frente al Real Madrid. Tuvo que ser operada de una ruptura del ligamento lateral interno del tobillo izquierdo. Para ella acabó la temporada.
No es habitual ver a Kika llorar. Más bien lo contrario. Aunque solo lleva varios meses vistiendo de azulgrana, ha caído en gracia en el vestuario y es una de las futbolistas más queridas. En el último partido en el Johan Cruyff, cuando se celebró la Liga F, Alexia hizo partícipe de la fiesta a la portuguesa: "Kika, por desgracia muchas hemos estado en tu situación. Quiero que sepas que iremos a tu casa y haremos que estés orgullosa de tu equipo", dijo la capitana. "Si ha caído tan bien en el vestuario es porque es tal y como mana: es auténtica, aporta mucha alegría, frescura... Además, está en una edad [22 años] que agrupa a muchas compañeras, para hacer planes parecidos y todo", explican al ARA desde la expedición azulgrana. Además, nada más llegar al Barça, Kika dijo que aprendería catalán.
Internacional con Portugal, la delantera soñaba con jugar su primera final de la Champions. Y, además, hacerlo en Lisboa, la ciudad que la vio crecer. "Me encanta Barcelona, pero no hay nada como Lisboa. Vivía con mi madre, mi padre y mi familia... soy muy portuguesa. Me gusta quedarme en casa, comer la cocina portuguesa, pelearme con mi hermana... En Portugal comía mucho en casa, en Barcelona salgo más fuera", explicó Kika en unas declaraciones recientes. La delantera azulgrana es una enamorada de su Lisboa natal y de su país: "¿Qué qué añoro de Portugal? Cualquier lugar (Cascais, Guincho, la playa...), todo es increíble. También las puestas de sol en Portugal... son preciosas".
Sus primeros pasos en el CF Os Torpedos de Lisboa
Aunque Kika entró a jugar en la cantera del Benfica de adolescente, sus primeros pasos fueron jugando al fútbol sala en un humilde y pequeño club de la zona de São Domingos de Benfica. Se trata del CF Os Torpedos, fundado en 1985 por un grupo de amigos del barrio, entre ellos Carlos Alves, que es el responsable y atiende al ARA en sus instalaciones, en una zona residencial alejada del bullicioso centro de Lisboa. "Es un club pionero en el fútbol 5, y participó en el primer campeonato oficial de esta modalidad disputado en Lisboa. Actualmente, tenemos como objetivo dar la oportunidad a los niños y niñas de la zona de jugar al fútbol sala", explica Alves. La camiseta que lució Kika, con el dorsal 9, está colgada en la sala principal del club. "Representa el exponente máximo del rendimiento deportivo del club y, también, es una referencia para nuestra forma de entender el fútbol: ser feliz haciendo lo que te gusta con tus amigos".
André Sanches fue el primer entrenador de Kika cuando la futbolista tenía ocho años. Era un equipo mixto, pero ella era la única niña. "Era una de las más pequeñas y frágiles del grupo, pero no tenía ningún miedo a disputar con intensidad y fuerza cada partido, cada balón. «Este es el equipo de Kika», llegué a sentir en algún pabellón", recuerda Sanches. "Kika ama el juego, se nota el disfrute y la diversión que siente cuando juega. También el amor que tiene por los clubes donde ha jugado. Os Torpedos, por estar donde empezó y donde tiene muchos amigos, como Guilherme, Vasco, João Paulo y Carlos; Benfica, por culpa de su padre, y la hizo aficionada a este club, de pequeña. Para su primer entrenador, no es casualidad la trayectoria de Kika pese a su juventud: "En Kika se percibía que su pasión por el fútbol la haría destacar". Su madre, que sufría por si le dolían jugando al fútbol, su padre y su hermana siguen orgullosos su progresión. No podrá estar en la final de Lisboa, pero seguramente vendrán más.