Batacazo descomunal de la Argentina de Messi en su estreno mundialista
El combinado albiceleste cae contra los saudíes en la primera gran sorpresa del Mundial de Catar
BarcelonaSorpresa absoluta, mayúscula e histórica en el debut de la selección argentina en el Mundial de Catar. El equipo que lidera Leo Messi, uno de los favoritos para ganar la Copa del Mundo, se ha estrenado con una dura derrota contra Arabia Saudí (1-2) en un partido que dominaba plácidamente en el primer parcial y que ha acabado perdiendo ante una selección que ha confiado en sus argumentos y que ha aprovechado el mínimo punto de debilidad de su rival. Al-Shehri y Al-Dawsari pasarán a la historia de su país y soñarán ahora con la clasificación para los octavos de final. Y Argentina, que no caía en un estreno mundialista desde la edición de Italia en 1990 y acumulaba 36 partidos invicta, tendrá que picar piedra en los dos partidos (con México y Polonia) que quedan de la fase de grupos para no lamentar una eliminación prematura.
Con el 10 eterno de jefe de operaciones, el combinado albiceleste ha encontrado muy deprisa la manera de avanzarse en el marcador. Después de una primera aproximación del exblaugrana bien resuelta por El-Owais, el portero saudí, el VAR ha concedido un penalti a los sudamericanos por un tirón de camiseta a Rodrigo de Paul a la salida de un córner. Era el minuto 10 y Messi tenía la oportunidad de volver a marcar en un Mundial de fútbol, el quinto que disputa con su querida selección. Con un lanzamiento dulce y colocado a la derecha del meta oponente, el media punta del PSG ha situado el 1-0 que se ha mantenido durante toda la primera parte en el luminoso del estadio de Lusail, donde dentro de un mes mal contado se disputará la final del campeonato.
Con superioridad en el marcador, los de Lionel Scaloni han buscado la sentencia antes del descanso, pero no la han conseguido. Por los pelos, eso sí. Primero, el VAR ha invalidado por un fuera de juego milimétrico el 2-0 de Messi, que se había desmarcado como cuando tenía 22 años (ahora, con 35, la recibe más bien en el pie) para que Tagliafico lo dejara solo ante Al-Owais. La jugada estaba muy bien ejecutada y el exculé había superado al portero con la misma clase que había dedicado para transformar el penalti, pero el gol no ha subido en el marcador. Tampoco han contado los que ha marcado Lautaro Martínez en los minutos 32 y 37 de partido, ambos en fuera de juego. El delantero del Inter de Milán no ha tenido tanta suerte esta vez con la dupla arbitral formada por Vincic y Van Boekel. Si en el precedente en el Giuseppe Meazza de hace unas semanas contra el Barça celebró su criterio, en el estreno mundialista ha visto cómo le anulaban un par de dianas. Una mirada quirúrgica que acabaría lamentando un rato más tarde.
El Tata Martino, juez del futuro de su país
La seguridad que transmitían los argentinos al final de la primera parte se ha acabado al cabo de pocos minutos de retomarse el partido después del descanso. Relajarse con un marcador mínimo favorable no es un buen negocio, en un Mundial. Y todavía menos si delante hay un experto en fútbol de selecciones como Hervé Renard, el francés que tiene el objetivo de hacer que la selección saudí haga un buen papel en casa de su vecina Catar, con la que no tiene demasiado buena relación. El veterano técnico ha hecho valer los argumentos de sus jugadores, que han aprovechado la bajada argentina para dar un susto de campeonato. En el 48, una pérdida de Messi en la medular ha servido el gol del empate, obra de Al-Shehri, la referencia ofensiva de los saudíes, que se ha marchado por velocidad del Cuti Romero y ha batido al Dibu Martínez con un chut excelentemente colocado con la pierna izquierda. Pero todavía había más: en el 53, el mejor futbolista saudí se ha encargado de hacer saltar por los aires los pronósticos con un auténtico golazo desde fuera del área. Al-Dawsari, en plena ola de confianza de su equipo, ha vuelto a agujerear la red albiceleste con un chut imperial en la escuadra fabricado de la nada. Locura absoluta en Lusail, claro. Como para no soltarse...
En inferioridad en el marcador, Argentina ha tratado de reaccionar con un triple cambio encargado por Scaloni, que no se lo podía creer en el banquillo. El seleccionador albiceleste ha retirado a Papu Gómez, Romero y Paredes para buscar nuevos aires con Julián Álvarez, Lisandro Martínez y Enzo Fernández. El primero ha tratado de fijar centrales para que Messi, Di María y Lautaro tuvieran más espacios, pero los defensas saudíes y, en especial, el joven Osama Al-Tambakti se han encargado de frustrar cualquier intento. Ahora la albiceleste se la jugará el sábado contra la selección mexicana que entrena un compatriota, Gerardo Tata Martino. La primera gran sorpresa del Mundial de Catar ya ha llegado.