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Casos de dopaje escondidos, trampas y corrupción: el deporte español, bajo sospecha

La Agencia Mundial amenaza con sanciones y el gobierno estatal lleva a la Fiscalía los casos que se han ido conociendo

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José Luís Terreros, responsable del antidopaje español

BarcelonaEl deporte español comienza de la peor forma la cuenta atrás de los Juegos Olímpicos de París, tras un duro comunicado de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que pone en duda el trabajo realizado por la Agencia Estatal Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD). A la espera de ver si llegan sanciones internacionales, el gobierno español ha solicitado la dimisión de José Luis Terreros, director de CELAD. Si Terreros no dimite, a finales de enero será cesado. Según el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes: "No podemos consentir la menor sospecha en relación con la lucha contra el dopaje, la integridad de las competiciones y preservar la salud de los deportistas".

En los últimos meses, el ministerio de Educación y Deporte ha realizado una investigación con un dosier de más de 80 páginas donde se destacan presuntas irregularidades en controles, el mal uso de los fondos públicos y casos de dopaje que no fueron sancionados. Este informe se ha hecho llegar a la Fiscalía, que podría juzgar a los responsables del antidopaje español en un futuro próximo. "Debe ser la Fiscalía la que aprecie si hay indicios racionales de la comisión de algún delito", explica Rodríguez Uribes.

La presión internacional no ha parado de crecer en los últimos meses, provocando finalmente el comunicado de la AMA, que se queja de la falta de colaboración de los responsables de perseguir el dopaje en España. "Es alarmante la inoperancia del gobierno de España en el cumplimiento del Código Mundial Antidopaje. Si no se abordan rápida y eficazmente estos problemas, está claro que habrá consecuencias importantes para el deporte español", dejaba claro este comunicado, que parece anunciar sanciones.

El gobierno actual ha endurecido bastante su discurso para evitar posibles sanciones por parte de la AMA, organismo que, en palabras de su presidente, Witold Bańka, ha estado investigando el asunto "desde hace algún tiempo". "Conocemos bien los problemas profundamente arraigados en el antidopaje español. Estoy decepcionado con el nivel de cooperación que hemos recibido del CELAD mientras buscamos mejorar el sistema para los atletas españoles. El hecho de que haya casos positivos que no hayan sido tratados a tiempo, a pesar del seguimiento por parte de la AMA, es inaceptable", asegura Bańka.

Ya en 2012, la AMA sancionó a un laboratorio de Madrid tras recibir diversas denuncias, lo que provocó una intervención en el Parlamento de la responsable de la lucha contra el dopaje, Ana Muñoz, que habló de más de 800 formularios de control de dopaje incorrectos. Entonces, el subdirector general de deporte y salud del Consejo Superior de Deportes era el médico aragonés José Luis Terreros, que fue apartado de ese trabajo, pero no despedido. Pero durante el gobierno de Mariano Rajoy, la presión sobre los laboratorios se relajó y Terreros fue nombrado responsable de Antidopaje español. Hoy en día todavía sigue en este cargo pese a casos graves como el del atleta Patrick Chinedu Ike, que dio positivo por nandrolona y siguió compitiendo sin ningún expediente abierto.

Controles con un solo trabajador

Los responsables de la lucha contra el dopaje se habrían defendido afirmando que dejaron el expediente de Chinedu Ike escondido en un cajón, ya que el control en el que habría dado positivo fue incorrecto porque lo hizo un solo trabajador, algo ilegal, pues se necesitan dos responsables a la vez. Algunos testigos han llegado a denunciar que los controles los hacía una sola persona que después falsificaba los documentos, firmando en nombre de dos personas. El antidopaje español tiene privatizados los controles en la empresa alemana Profesional Worldwide Controls, que, según informó el portal Relevo, facturaba controles con un solo agente como si hubieran sido hechos por dos. Ya se sabía de estas prácticas, la empresa aún firmó un nuevo contrato con la agencia española contra el dopaje.

Uno de los casos más mediáticos fue el del futbolista Sergio Ramos, que durante un Málaga-Madrid incumplir el protocolo contra el dopaje, al ducharse antes de realizar las pruebas. En ese caso, también había un solo responsable y no dos como marca la ley. Ramos habría pedido ducharse para ganar tiempo, y al no recibir el permiso, habría decidido hacerlo ante el trabajador de la empresa Professional Worldwide Controls.

En los últimos meses, se han conocido casos de atletas preseleccionados por estar en Mundiales, ciclistas perdonados o revuelos como el de la maratoniana Majida Maayouf, que dio positivo a Alemania justo antes de nacionalizarse española. Entonces, los responsables del antidopaje español le dieron el permiso para tomar una sustancia prohibida de forma retroactiva. Es decir, justificaron la sustancia que había aparecido en ese control a posteriori. La Agencia para la Lucha Antidopaje en el Deporte habría abierto expedientes a deportistas por positivos, pero el mismo día les dejaba en vilo. Casos como el de Chinedu Ike no fueron investigados oficialmente hasta cuatro años después del positivo.

Dos décadas después del escándalo del médico Eufemiano Fuentes, el deporte español vuelve a estar bajo sospecha. Entonces, la conocida como operación Puerto desarticuló una red de dopaje liderada por Fuentes, que comerciaba hormonas, medicamentos y realizaba transfusiones de sangre a ciclistas, futbolistas, tenistas y atletas, entre otros. Pero como entonces el dopaje no era delito en España, solo se juzgaron a los responsables de la red, no a los deportistas, por crimen contra la salud pública. Ahora, la AMA sigue de cerca los eventos para ver si aplica sanciones o no. El gobierno español intentará ofrecer al jefe de Terreros para evitarlo. Habrá que ver si es suficiente.

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