Ciclismo

El fin de la Vuelta a Madrid, en riesgo por las protestas propalestinas

Los organizadores defienden que la carrera podrá finalizar como tienen previsto, pero de momento ya han recortado la contrarreloj de Valladolid

Barcelona¿Llegará la Vuelta ciclista a España a destino? Cada vez más voces expresan sus dudas sobre que la carrera española pueda cumplir con su calendario, con llegada final a Madrid este próximo domingo, por la presencia de cada vez más manifestantes propalestinos organizados en contra de la presencia del equipo Israel Premier-Tech. La etapa de este jueves, de hecho, una contrarreloj individual en Valladolid de 27,2 km, ha terminado recortada a 12 kilómetros de recorrido "con el objetivo de dotar de una mayor protección al desarrollo" según los organizadores. Al ser una contrarreloj, se quería proteger a los corredores del equipo israelí con un recorrido más corto con vallas. Dos personas fueron detenidas en una jornada con enfrentamiento dialéctico entre Podemos, que considera una vergüenza la presencia del equipo israelí, y el PP, que lo defiende. La etapa la ha ganado el italiano Filippo Ganna (Ineos Grenadiers), siete segundos más rápido que el australiano Jay Vine (UAE) y el portugués Joao Almeida (UAE). Almeida ha recortado unos segundos en el líder de la clasificación general Jonas Vingegaard (Visma), quien ahora dispone de 40 segundos sobre el portugués.

Esta etapa la tenían marcada en rojo los organizadores, así como las dos últimas etapas en la Comunidad de Madrid. Ya se han producido llamadas a manifestarse por parte de diferentes organizaciones, por lo que el gobierno desplegará más de mil policías para velar por la seguridad. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha pedido "responsabilidad" a los dirigentes políticos de Madrid por "no calentar el ambiente". Sin embargo, Podemos ha pedido a la gente hacer "boicot activo" contra la presencia de un equipo que pertenece a un empresario cercano al gobierno de Netanhayu.

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Tras los incidentes de este martes, cuando la presencia de manifestantes que llegaron a cortar la carretera con un árbol obligó a los organizadores a renunciar a los ocho últimos kilómetros de la etapa entre Poio y Mos/Castro de Herville, los debates entre los corredores siguen creciendo. Este miércoles los representantes de todos los equipos se reunieron y votaron a favor de parar la carrera si se viven situaciones similares. Una decisión que tomaron los ciclistas tras consultar con su sindicato, el CPA. "Creo que estoy un poco al otro lado en este punto. Me encantaría correr toda la etapa, pero es cierto que como ciclistas hace muchos años que no nos unimos. Si la mayoría dice que lo haremos así, estoy de acuerdo", dijo el líder de la carrera, el danés Jonas Vingegaard. La etapa del miércoles pudo hacerse con cierta normalidad, pero en lo que llevamos de carrera dos etapas no han terminado donde tocaba, en Bilbao y Galicia. Y la contrarreloj por equipos en el Empordà acabó con detenidos. El jueves el Juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz abrió diligencias contra los promotores del boicot en el equipo ciclista Israel-Premier Tech a raíz de la denuncia de la asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio por presuntos delitos de odio, contra la seguridad vial, lesiones y desórdenes. Por último, el propio juez de la Audiencia Nacional no admitió la denuncia por falta de competencia.

Algunos ciclistas admiten que estos días han intentado hacer presión interna para ver si el equipo Israel-Premier Tech se retira o es expulsado, sin suerte. "Todo el mundo sabe que se solucionaría si no estuvieran", dice una fuente del piloto que quiere mantener el anonimato. Entre los corredores existe preocupación, ya que se han producido episodios peligrosos, como la presencia de chinchetas en carretera. "Es una lástima. Si lo haces en la cima de una montaña, puedes pinchar en el descenso y tener consecuencias fatales", decía el danés Mads Pedersen. "Los corredores del equipo de Israel van por medio del grupo, para sentirse protegidos. Los demás no estamos seguros, porque tienes miedo de que en cualquier momento alguien aparezca por la carretera o tiren objetos", dice la misma fuente anónima.

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Javier Guillén, director de la carrera, sigue defendiendo que nada cambiará y se muestra convencido de que la Vuelta podrá llegar a Madrid: "El mensaje principal que quiero dar es que nosotros continuaremos haciendo la Vuelta y seguiremos en la carretera. Es una edición muy dura, muy intensa y en la que se ha generado un extraordinario debate al que no hemos querido. deben cumplirlas todos porque no se pueden cortar las etapas, no se pueden bloquear, cortar el paso a los ciclistas es ilegal porque lo tipifica el Código Penal y la ley del deporte", dijo.

La postura oficial de la Vuelta es que el equipo Israel-Premier Tech se ganó el derecho a participar gracias a los méritos deportivos. Y que no les corresponde a ellos expulsar a un equipo de Israel si la Unión Ciclista Internacional (UCI) tampoco se posiciona. En el pasado la UCI sí expulsó a los equipos rusos. En el caso del Israel-Premier Tech, las manifestaciones surgieron especialmente al saberse el vínculo entre el propietario del equipo, Sylvan Adams, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu. "Es algo terrible lo que está pasando y por supuesto que lo que queremos todos es la paz. Luego cada uno tiene sus ámbitos donde poder desarrollarse. Nosotros queremos defender nuestro deporte, defender nuestra carrera, y por eso queremos seguir trabajando", comenta Guillen cuando le preguntan por la guerra de Gaza. Esta semana el equipo estrenó nuevos maillots sin la palabra Israel para dar mayor seguridad a sus corredores dentro de la carrera, pero las palabras de Sylvan Adams contra los vascos, recordando que ETA se llevaba bien con grupos palestinos, han añadido más leña al fuego.

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De momento ningún organismo deportivo ha sancionado al deporte israelí, como sí se hizo con Rusia. Sin embargo, el duelo de Copa Davis de tenis entre Israel y Canadá se hará a puerta cerrada. Y la selección de fútbol masculina debe jugar los partidos como local en Hungría, donde esta semana sus jugadores se pelearon con los italianos tras perder 4-5.