Enemigos bajo las piedras
BarcelonaA la gente con mucho poder ya les suele pasar, que acaban perdiendo un poco la perspectiva de las cosas. Acostumbrados a conspirar para mandar, acaban viendo enemigos debajo de las piedras. Hace algo de gracia sentir que el Real Madrid cree que hay una conspiración en su contra por parte de la UEFA. Cada dos por tres ganan la Champions, pero resulta que la UEFA no les cuida. Y todo, porque un grupo de periodistas ha decidido no escoger a Vinícius como mejor jugador del mundo.
Analícelo con calma: si Vinícius no ha ganado, ha sido en parte porque muchos de estos periodistas han dado muchos votos a Bellingham, Carvajal o Kroos. Es decir, jugadores del Madrid. Los votos a los jugadores blancos han quedado repartidos, esos en Rodri, menos. Una campaña contra el Madrid, votando a jugadores del Madrid. Una campaña contra el Madrid en la gala en la que les escogían mejor equipo masculino del mundo, con el mejor técnico, con cuatro de los cinco mejores jugadores con un premio a Mbappé por los goles marcados. Benditas conspiraciones, pues. Ya nos gustaría a muchos ser así castigados.
Florentino se asemejó a aquellos monarcas que con el paso del tiempo, veían enemigos en todas partes. Emperadores romanos, reyes medievales o empresarios actuales, que hacen probar a sus asistentes la cena, no sea que los quieran envenenar. Acostumbrado a hacer y deshacer, cuando no consigue lo que quiere, levanta la voz: una conspiración. ¿Los vecinos del Bernabéu que no quieren conciertos? Deben estar a sueldo de alguien. Quizás son comunistas. Lástima que realmente es un barrio que vota a conservador. Sencillamente son vecinos enfadados.
¿Tiene motivos la UEFA para estar cabreada con el Madrid? Hombre, con la Superliga siente un invento de Florentino, un poco. Pero mover hilos contra el Madrid le iría en su contra, a la UEFA. El Madrid es el club que gana títulos y dinero, pero con un estadio en el que se canta contra la Federación española por supuestamente irle en contra, contra la Liga, contra la UEFA y donde se ven conspiraciones en el gobierno español. Cada vez se parece más a los ricos que pierden un poco el sendero, como Donald Trump o Elon Musk, viendo conspiraciones y animando a sus seguidores a asaltar el capitolio.
Gente acostumbrada a ganar. Así que cuando no lo consiguen, no pueden entenderlo. Se han saltado leyes y protocolos de seguridad con los conciertos, pero se hacen los asombrados. Han anunciado que Vinícius ganaría el premio cuando aún no había terminado de votar. Como cuando anunciaban Mbappé antes de negociar. Cuando no ocurre, en vez de hacer autocrítica, buscan enemigos. Quizás no han perdido el norte y saben bien lo que se hacen: reforzar su discurso, en una carrera hacia delante que quizás no acaba bien.