2.450 euros por asiento: el primer 'agosto' del Barça en Montjuïc
Las zonas vip son una de las principales fuentes de ingresos del club los días de partido
BarcelonaJoan Laporta se llevó una sorpresa desagradable el primer día que fue a Montjuïc. Se sentó en la silla principal del palco y contempló que el fútbol no se veía del todo bien. Acostumbrado a la situación privilegiada del Camp Nou, pidió a los responsables de Barcelona de Serveis Municipals (BSM) que le cambiaran de sitio. La respuesta fue negativa, por cuestiones arquitectónicas y de logística.
El Barça no podía hacer gran cosa para mejorar la visibilidad de los aficionados en el Estadi Olímpic, ya que ni podía rehacer la estructura ni podía eliminar la pista de atletismo. Pero el club, que dedicó 20 millones de euros a adecuar a Lluís Companys, sí podía hacer algunos retoques en la grada y en las entrañas del estadio. Más allá de arreglar los vestuarios, el césped, los accesos y la logística necesaria para las transmisiones televisivas, una parte notable de la inversión se dedicó al hospitality: las localidades y zonas vip.
Inicialmente, BSM no entendía la obsesión de los dirigentes azulgranas por estos espacios lujosos. Por eso obligó al Barça a construirlos con materiales desmontables. "Querían que fuera reversible, pero visto cómo ha quedado y el zumo que puede sacarse, difícilmente se dará marcha atrás", explica al ARA una fuente de la empresa municipal. El ejemplo más claro fue durante los conciertos de Bruce Springsteen, en verano: las zonas vip ya estaban terminadas y BSM las pudo comercializar, obteniendo un beneficio adicional.
Las negociaciones entre el club y BSM para la explotación del estadio fueron muy tensas y estuvieron a punto de terminar en tragedia, hasta el punto de que la empresa amenazó varias veces con detener las obras. Estaba claro que el Barça pagaba la reforma, pero había más puntos de conflicto, como el personal que trabajaba en los días de partido. También la restauración. Al final, BSM se encargaba de los quioscos de venta de bebidas y bocadillos. El Barça, en cambio, gestionaba todos los productos vip.
Entradas preferentes y acceso al catering selecto
"Más allá de los aficionados de toda la vida, hay mucha gente, sobre todo turistas, que están dispuestos a pagar mucho dinero por productos exclusivos. Los espacios vip hacen esto, precisamente. En proporción, son pocos. Pero es un negocio que genera muchos dinero y que compensa", apunta una voz autorizada del Barça. Las entradas vip incluyen el acceso a la zona noble que se ha habilitado en el estadio y donde se sirve un "catering premium", según oferta el club. En todos los partidos se ofrecen las localidades preferenciales como las balcony –primera fila de la segunda gradería–, junto al palco o los banquillos. En el clásico, el precio va de los 1.875 a los 2.450 euros por asiento.
Como un Barça-Madrid es un partido especial, aparte de campañas de marketing con la camiseta, el club pone a la venta un segundo paquete de entradas vip. En este caso, con precios que van de los 925 euros a los 1.095 en función de si están en el gol o en tribuna. Estos espectadores se sientan con el populacho, pero a cambio pueden acceder al catering de lujo desde hora y media antes del partido y hasta hora después. A la hora de publicar este reportaje, a 24 horas del clásico, tan sólo quedaba una veintena de entradas por vender en los diferentes sectores.
La temporada pasada, aún en el Camp Nou, el Barça facturó 24,8 millones de euros en productos dehospitality y prevé triplicarlos (76,5) cuando el nuevo estadio esté a pleno rendimiento. El club no quiso detallar la cifra prevista para esta temporada, en Montjuïc, aunque fuentes azulgranas confirman que será una de las grandes vías de negocio durante el exilio. Eso sí, los precios bajarán drásticamente en el próximo enfrentamiento en casa, el 12 de noviembre ante el Alavés: las entradas vip preferenciales oscilarán entre 355 y 425 euros. Una quinta parte. No todos los días es domingo.