Querer ser como Alexia Putellas a más de 7.000 kilómetros de distancia
El impulso del Barça femenino también se nota en el fútbol formativo azulgrana, que ha recuperado su torneo de academias mundiales
Sant Joan DespíDespués de dos años sin poderse celebrar debido a la pandemia, esta semana la Ciutat Deportiva del Barça en Sant Joan Despí ha vuelto a acoger la Barça Academy World Cup, un torneo entre los diferentes equipos formativos de las escuelas y academias que la entidad azulgrana tiene repartidas en todo el planeta. En la actual edición han participado 104 equipos de 15 países diferentes que representan 26 academias y campus de los 34 que tiene el Barça. Han sido cuatro días de competición en los que los diversos campos de fútbol de la Ciutat Deportiva se han llenado de mucho fútbol, compañerismo y diversidad cultural. Un espacio en el que la victoria y la derrota tienen poca importancia, en favor de ver cómo más de 1.000 niños y a niñas disfrutan del fútbol defendiendo el escudo del Barça.
Como es el caso de Mariana Freund Tavarez, la primera niña de la escuela azulgrana de la República Dominicana, en funcionamiento desde 2015, que participa en el torneo y que ha marcado su primer gol fuera de su país. La sonrisa tímida de Mariana al recordar su gol y explicar que le gusta mucho Alexia Putellas es el reflejo de la expansión que vive el fútbol femenino, un auge que en tierras catalanas es especialmente palpable por el histórico triplete que el equipo azulgrana consiguió la temporada pasada y por el reciente récord de asistencia mundial en un partido de fútbol femenino jugado en el Camp Nou.
Si Mariana, que tiene 10 años y juega de centrocampista y a quien gusta tanto "poder ayudar tanto en la defensa como en la delantera", es la primera futbolista de la Barça Academy de la República Dominicana a disputar el torneo, ha sido por sus méritos, porque el equipo escogido para participar en la competición se hace de acuerdo con una selección de sus entrenadores. Ella ya puede decir que es una pionera y soñar con seguir los pasos de la azulgrana Jana Fernández, madrina de la edición actual y la única jugadora que, junto con Carla Armengol, ha debutado con el primer equipo después de pasar por una academia del Barça. De hecho, Mariana ha podido conocer a Jana durante estos días.
Cuando Jana disputó este torneo por primer vez hace ocho años, solo había tres chicas apuntadas de los aproximadamente 300 inscritos en la Barça Escola de Barcelona, mientras que actualmente son 17. Jessica Pastor, entrenadora en la academia barcelonesa desde hace cuatro años, explica como, poco a poco, se está produciendo esta evolución. "En los equipos de los otros países quizá cuesta más ver a chicas, pero en las escuelas de Barcelona la evolución es clara", explica Pastor, que también remarca como los éxitos del Barça femenino ayudan a generar nuevos referentes y describe en primera persona los adelantos del fútbol femenino: "Yo empecé a jugar con 18 años y todavía juego, pero ahora me encuentro con chicas de 18 años que ya hace mucho tiempo que están jugando y que me pasan por el lado como aviones". La entrenadora también valora que en las nuevas generaciones se encuentran "futbolistas más técnicas y más preparadas".
Este es el caso de Laia Cendrero Sáez y de Júlia Alcober Ibáñez. Las dos tienen 10 años y a partir del próximo curso ya darán el salto de su academia a los equipos del fútbol formativo del Barça. Laia juega de lateral y cita a Alexia y Mapi León como dos de sus jugadoras preferidas. Por su parte, Júlia, que es delantera y juega por la banda izquierda, también menciona a Alexia, pero quiere añadir el nombre de Jennifer Hermoso. "En casa no éramos especialmente futboleros, pero Júlia desde muy pequeña siempre tenía una pelota enganchada en los pies. Salió de ella. Empezó a jugar en el equipo del pueblo, en Castellar del Vallès, antes de entrar en la academia del Barça", explica Vanesa, su madre. Actualmente, Júlia alterna la escuela azulgrana con su club, el Sant Gabriel, con el que fue a ver el histórico Barça-Madrid de Champions al Camp Nou.
"Laia probó varios deportes y el que más le gustó fue el fútbol. La apuntamos al equipo femenino del CD Fontsanta-Fatjó, en Sant Joan Despí, y desde esta temporada alterna su equipo con la escuela del Barça, donde también juega con chicos", recuerda Javier, su padre. "No se pierde ningún partido del Barça por la tele, ni del femenino ni del masculino, y cuando podemos vamos al Johan. Tampoco faltó el día del Barça-Madrid en el Camp Nou, con su madre", explica Javier, orgulloso de que Laia juegue en el Barça a pesar de que, haciendo broma con su hija, se confiesa seguidor del Real Madrid. Tampoco faltarán a las semifinales de la Champions contra el Wolfsburgo del próximo viernes en el estadio soñando con algún día ser ellas, quizá, las que puedan jugar.