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Un año del caso Negreira: el escándalo que ha puesto al Barça contra las cuerdas

El club y los tres últimos presidentes están imputados por el pago de casi ocho millones de euros a uno de los vicepresidentes de los árbitros durante dos décadas

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Vista exterior de las oficinas centrales del Barça en la calle Aristides Maillol del barrio de Les Corts de Barcelona.

BarcelonaPasaban unos minutos de las doce del mediodía cuando el programa Què t'hi jugues hacía pública una de esas informaciones destinadas a dar la vuelta al mundo. Era el caso Negreira, los pagos presuntamente ilícitos por parte del Barça a José María Enríquez Negreira, uno de los vicepresidentes del Comité Técnico de Árbitros (CTA), y su hijo, Javier Enríquez Romero, mediante las sociedades Dasnil 95 SL, Nilsad SCP y Soccercam SL. Un total de 7,9 millones de euros entre 2001 y 2018. Entonces el caso estaba en manos de la fiscalía, que posteriormente lo derivaría al juzgado de instrucción número 1 de Barcelona. Un año después, están imputados, además de Negreira y su hijo, los tres últimos presidentes del Barça: Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell y Joan Laporta.

El caso siempre ha tenido dos versiones. Mientras que los acusados han defendido que el dinero correspondía a un servicio de asesoramiento arbitral, la Fiscalía sospecha que los pagos se hacían a cambio de obtener favores arbitrales, y que el exvicepresidente del CTA estaba "a sueldo" del conjunto azulgrana. También lo ve así el juez del caso, Joaquin Aguirre, quien insiste en su última resolución en que esta es la única "deducción lógica" posible. Los pagos se remontan a la presidencia de Joan Gaspart, aunque este último no está investigado por la justicia puesto que, en su caso, el hipotético delito habría prescrito. Gaspart dejó el cargo en 2023.

El inicio de las investigaciones

El Barça prescindió de los servicios de Negreira en el 2018, unos meses antes de que dejara su cargo en el CTA. Las investigaciones sobre el caso aparecen poco después, cuando Hacienda realiza una inspección por las facturas deducibles de su empresa. En ese momento, se interroga a Enríquez Negreira, titular de la sociedad, que contesta que cobraba del Barça "por no hacer nada". Los fucionarios públicos derivaron el caso a la Fiscalía, que comienza a analizar toda la documentación. Al hacerlo, observan que, una vez Negreira recibía el dinero, lo retiraba en grandes cantidades en efectivo, alimentando las sospechas de un posible blanqueo de capitales.

Enríquez Negreira en una de las pocas imágenes disponibles.

Cuando la SER hace pública la información, aún tenía que pasar a manos del juez. Pero, a raíz del revuelo que se generó, instituciones como la Federación Española y La Liga, o clubes como el Real Madrid, anunciaron que se presentarían como acusación particular, acusando al Barça de haber intentado adulterar la competición. Mientras, el exárbitro leridano Xavier Estrada Fernández presentó una querella contra Negreira y el hijo por un presunto delito de corrupción deportiva.

Poco después de que el caso saliera a la luz, el Barça reaccionó de inmediato con un comunicado defendiendo la inocencia del club y garantizando que el dinero se había invertido en los informes. Pero tuvo que pasar un mes para que Laporta hiciera una comparecencia pública para hablar de ello, en la que estuvo acompañado de numerosas cajas y DVDs donde se guardaban toda la documentación recibida por parte de Negreira. Bartomeu no quiso conceder entrevistas, pero mantuvo siempre que no había mala fe ni segundas intenciones. Mientras Sandro Rosell, en las pocas apariciones públicas en las que se le ha preguntado sobre el tema, se ha alineado con las versiones azulgranas. "No van a encontrar nada porque no hay nada", han repetido una y otra vez. Sin embargo, la Guardia Civil siempre ha sospechado de la veracidad de los informes.

El caso, todavía en fase de instrucción

El caso todavía está en fase de instrucción y de momento no ha podido demostrar que estos pagos se realizaran con la intención de influir en la actuación de los árbitros. De hecho, ninguno de los presidentes azulgranas ha sido aún citado a declarar. El único de los implicados citados es Enríquez Negreira (78 años) que, pese a sufrir algunos problemas de memoria, considera que tiene las facultades mentales lo suficientemente válidas como para ser un testigo fiable. En paralelo, también se han hecho interrogatorios a los árbitros de Primera División que silbaron partidos del Barça. Si bien los colegiados han admitido que el Barça podría intentar influir en las decisiones arbitrales, todos han garantizado que nunca recibieron órdenes en este sentido.

Un año después, Barça, Bartomeu, Rosell y Laporta están acusados de un delito de cohecho continuado. Sin embargo, la Fiscalía se ha opuesto a la imputación de Laporta porque considera que Negreira no era un funcionario público –tal y como asegura el juez– y, por tanto, en su caso un hipotético delito habría prescrito. A nivel deportivo, el Barça ha podido seguir compitiendo con normalidad, aunque la UEFA también abrió una investigación para determinar si podía participar en la Champions. Amparándose en la presunción de inocencia, de momento el club ha obtenido luz verde.

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