Fútbol

Araujo desata la locura de un Barça descosido

El uruguayo, que acaba jugando como delantero de urgencia ante el Girona, marca el tanto del triunfo en el tiempo añadido en Montjuïc (2-1)

El defensa de Ronald Araujo celebra el gol de la victoria ante el Girona
18/10/2025
4 min

BarcelonaUn Barça descosido, fracturado, débil en defensa y sin demasiadas ideas en ataque ha salvado los muebles ante el Girona gracias a un remate con el pie, pero que pudo ser con el corazón, de Ronald Araujo en el tiempo añadido (2-1). El alud de bajas sacude a un equipo que tiene muchos deberes por hacer, pero que logra volver a la senda del triunfo en la Liga después de haber sido desnudado en Sevilla antes del paro de selecciones. La versión gris del Barça continúa, pero la remontada contra el Girona permite tomar un poco de aire antes de recibir al Olympiacos el martes y visitar el Bernabéu el domingo. El marcador lo había iniciado Pedri y Witsel le había empatado. Hansi Flick ha acabado expulsado por un Gil Manzano que ha sacado de quicio a los azulgranas. El técnico se expone ahora a una severa sanción porque no ha abandonado el banquillo y ha hecho morcillas para celebrar el gol. Una locura todo.

El partido ha sido una montaña rusa de emociones, y eso que el Barça había empezado enchufado. Los primeros aplausos los arañaran a Rashford, con un disparo de falta tan potente como centrado que no pondría en problemas a Gazzinaga, ya Lamine Yamal, que ha superado con una picada a su defensor y ha hecho una diagonal que acabaría con un disparo desviado. Poco a poco parecía que la afición se iba desvelando, como si se despertara de la siesta, mientras el Barça tenía un dominio abrumador. El Barça iba encerrando en su área a un Girona superado y los azulgranas no tardarían ni un cuarto de hora en empezar el marcador.

Una presión alta de Kounde, que iría de más a menos de forma preocupante, acabó con el francés asociándose con Pedri y éste con Lamine Yamal, que le devolvería el balón al 8 para que condujera por el área del Girona como si fuera su casa y enviara un disparo blando, pero ajustado, que lamparía el palo. Los de Flick parecían dispuestos a dejar atrás las críticas con un gran inicio de partido, pero todo se giraría como un calcetín para los azulgranas. El Girona pasó de ser un equipo que parecía que iba a salir escaldado de Montjuïc a convertirse en un duro rival ante un Barça que cada vez se iría desdibujando más y más.

Witsel empata el partido con un golazo

Los de Míchel han empezado a sacar la cabeza de la cueva gracias a un par de excursiones del joven Joel Roca, con pasado en la cantera azulgrana y el único gerundense de la plantilla rojiblanca. Un saque de esquina provocado por él –aunque Kounde reclamó manos porque el balón había impactado en el brazo de Roca, pero Gil Manzano no lo consideró lo suficiente– acabó con Witsel haciendo un golazo medio de chilena medio de tijera. El empate ha desorientado a los azulgranas, que acumularían un par de pérdidas comprometidas en los minutos siguientes que desembocarían en contras. En la primera, incomodado por Cubarsí, Vanat –seguramente en posición de fuera de juego– se ha topado con un buen parón de Szczesny. En la siguiente, casi seguida, Eric persigue a un Portu que acaba rematando al palo después de que el polaco lograra desviar de forma crucial el disparo. El Barça reaccionaría con un remate de De Jong que chocaría con un gran parón de Gazzaniga.

Con la igualdad en el marcador, el partido se convertiría en un intercambio de golpes. Rasfhord ha enviado un cacao –nuevamente de falta– al larguero. De los tres de enfrente, sólo le faltaba buscar portería a Toni Fernández, ubicado de nuevo ante las bajas de Ferran y Lewandowski. Como contra el PSG, el Barça se iba deshaciendo desde unos buenos primeros minutos y los atacantes del Girona encontraban con mucha facilidad la espalda de la defensa. La gran diferencia es que la delantera de los parisinos tiene más talento que la gerundense y Bryan Gil, primero, y Witsel, después, han enviado fuera dos remates francos antes del descanso y que empezara a llover duro en Montjuïc.

Segunda mitad alocada en Montjuïc

El Barça ha cerrado la primera mitad exhibiendo una debilidad que preocupa severamente a falta de una semana para visitar el Bernabéu. En la reanudación, Fermín ha salido al rescate y su electricidad no tardaría en aparecer, con un par de remates, el segundo en el palo. De Jong también tendría una oportunidad clara, pero remató de forma muy defectuosa desde el corazón del área. Los de Flick, sin ningún tipo de control, amenazaban y la sensación era que acabarían ganando por insistencia, pero seguían siendo un equipo débil en cuanto el Girona podía activar las salidas al contragolpe. Casi encuentra portería Roca, después de un descuido de Kounde, pero Szczesny ha vuelto a ser providencial.

Cubarsí, por fin, encontraría el gol, pero Gil Manzano –sospechoso habitual y abucheado en Montjuïc– le anularía al considerar que había una falta previa de Eric. Los de Flick luchaban contra su propia inoperancia y contra las decisiones arbitrales. Gazzaniga seguiría haciendo imposible el gol a Rashford, que haría de 9 desde la entrada de Fermín. La ocasión del británico ha llegado ya sin los pesos pesados ​​en el campo: a la hora de partido, Flick –por una gestión de cargas– ha dado descanso a Pedri ya Lamine Yamal y han entrado Christensen y Roony. El inglés volvería a ser protagonista, porque reclamó un penalti, pero el contacto estaba fuera del área y Gil Manzano no quiso silbar ni falta a favor del Barça.

El tiempo pasaba y el Barça se apagaba, blando detrás y sin ideas delante, con Araujo como delantero de emergencia. Entre los nervios que disparaban las pulsaciones de la afición, el invento acabaría funcionando. Araujo desató la euforia enviando al fondo del área la asistencia de De Jong en el último aliento, pero queda mucho trabajo por hacer.

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