Circulin, que aquí no hay nada que ver

Joan Laporta y compañía se han respaldado a la estrategia del olvido: confían en la mala memoria de la masa social del Barça para hacer y deshacer sin rendir cuentas a nadie. El último caso es el de Enric Masip, que ha cerrado su cuenta en X sin expresar remordimiento alguno, excepto el de haberle complicado la vida al presi después de retuitar compulsivamente cuentas de personajes relacionados con la ultraderecha propagando farsas y mensajes de odio racistas, xenófobos, homófobos y machistas.

El asesor y miembro de la comisión deportiva del Barça ha vulnerado de forma inequívoca el código ético de la entidad, que obliga a “toda persona vinculada al FC Barcelona a defender la diversidad y la igualdad sin discriminar por motivos de raza, creencia, ideas políticas o sindicales, lengua, sexo u orientación sexual” y que hace hincapié en hacer “un uso responsable de las redes sociales”.

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La comisión de ética, presidida por Maria Elena Fort, valorará lo ocurrido con Masip. ¿Cuándo? Cuando la convoque el club, que no se ha pronunciado al respecto. Teniendo en cuenta que en mayo estalló el caso de los avales y dos meses después la comisión de ética, compuesta por cinco personas, todavía no ha sido convocada, resulta evidente que la táctica de Laporta es la de barrer la mierda hacia debajo de la alfombra, y circulen, que aquí no hay nada que ver.

El presidente del Barça calcula que para la vuelta de las vacaciones los socios y los aficionados estarán suficientemente entretenidos con el balón –la Liga comienza el 17 de agosto y antes el primer equipo ya se habrá enfrentado en amistosos al Manchester City y el Real Madrid– por haber olvidado a Masip, los avales, e incluso el despido de Xavi un mes después de haber sido confirmado en la cena del sushi y reemplazado, después, por un entrenador, Flick, que ni siquiera estaba presente.

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Que una entidad que en 2021 incluyó en sus estatutos dos artículos preliminares en los que se especificaba que el Barça “promoverá los valores democráticos de la igualdad y la no discriminación […] y luchará por la erradicación de todas las actitudes machistas, homófobas y racistas en el ámbito social y del deporte” no haya sido capaz ya no de despedir, sino de condenar públicamente el inaceptable comportamiento de Masip según lo establecido en el código ético del mismo club es, sencillamente, vergonzoso.