El comodín de Hansi Flick: "Siendo un niño ya estaba a años luz de sus compañeros"

BarcelonaAndreas Christensen se ha convertido en la alternativa para Hansi Flick por no tener que desplazar a Pau Cubarsí a la izquierda. El futbolista danés, que fue titular en el último duelo de Liga en Vallecas junto a Eric Garcia, puede actuar en el perfil izquierdo y suplir la ausencia que ha dejado Iñigo Martínez sin tener que realizar ningún otro cambio en la línea defensiva azulgrana. Pese a terminar contrato el próximo mes de junio, todavía no hay conversación alguna para la renovación de Christensen, que deberá ganarse continuar en el Barça con buenas actuaciones sobre el terreno de juego.

Las lesiones han sido el principal inconveniente del futbolista danés desde su llegada a Barcelona. En total se ha perdido el 35% de los partidos por lesión (ha ido convocado en 109 de los 169 duelos posibles). En la última temporada, la 2024-25, estuvo seis meses de baja después de encadenar una lesión en el tendón de Aquiles –que permitió inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor hasta enero– y una lesión muscular en febrero cuando aún no había vuelto a jugar desde agosto. Cifras opuestas en el curso anterior con Xavi (2023-24), en las que disputó 42 de los 53 partidos y sólo no estuvo disponible en tres duelos; dos por lesión y uno por sanción.

La importancia de la figura paterna

Christensen se formó en las categorías inferiores del Skjold Birkerød y el Brøndby danés antes de dar el salto a la academia del Chelsea, equipo con el que debutó en el fútbol profesional. "Empezó a jugar a fútbol cuando tenía cinco años, pese a que la edad mínima para entrar en el equipo eran seis años. Jugaba con niños mayores, lo que le aportó nuevos retos que le permitieron acelerar su desarrollo", dice al ARA Frank Hoegh Petersen, entrenador de Christensen durante sus años de formación.

Ambos clubs son especiales para la familia, ya que su padre, Sten Christensen, también jugó como portero en ambas entidades. De hecho, la figura paterna tuvo un rol muy importante en el desarrollo del central danés. "Su padre fue su primer entrenador en el Skjold Birkerød. Unos entrenamientos diarios que complementaba en verano cuando iba a varios campus de fútbol. Incluso siendo un niño tenía un talento que estaba a años luz de sus compañeros", recuerda Petersen.

Más tarde, los entrenamientos con su padre se convirtieron en sesiones individuales. "Eso le permitió crecer en las habilidades técnicas y en la visión del juego. Una de las áreas que más trabajó fue la confianza con el balón en los pies", comenta el técnico. Un rasgo que ahora le ha servido para adaptarse a la perfección al juego del Barça. La otra ventaja de Christensen es su versatilidad y capacidad para adaptarse a distintas posiciones sobre el campo. "Ha sido un rasgo distintivo en su carrera. En el Skjold Birkerød era delantero, después probó como centrocampista y ahora se ha convertido en un central izquierdo", repasa Petersen.

Uno de los entrenadores que le formó también destaca su carácter tranquilo. "Es un defensa moderno y versátil con un gran control de balón, lectura de juego y seguridad técnica, y el talento y el trabajo duro le han convertido en un jugador capaz de elevar su nivel y el del equipo tanto jugando de central como de centrocampista defensivo", concluye Petersen, que admite que su sueño era jugar en Brøndby y en el Barça. Así pues, si las lesiones le respetan, Andreas Christensen puede ser el gran comodín de Hansi Flick en su segundo año en el club.