Dembélé, no es suficiente

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Dembélé, contra el Betis

BarcelonaSiguiendo el mismo paradigma que sus agentes –y con esto quiero decir una mentalidad mercantilista–, los representantes de Dembélé tendrían que tener claro que su jugador todavía no ha hecho suficientes méritos para mantener el estatus y las condiciones contractuales de estrella con las que ha vivido las últimas cuatro temporadas en Barcelona. Y lo digo hoy, yendo a contracorriente a la ovación que le ha dedicado el estadio cuando ha saltado al césped y ha revolucionado el juego . Es cierto que Moussa Sissoko, el agente y amigo del francés –porque si lo representa es más por una cuestión de amistad que no por trayectoria profesional–, juega con fuerza el hecho de que Dembélé es un futbolista con cartel, especialmente en Inglaterra, y que se lo puede llevar a la Premier cobrando una suculenta comisión porque estaría exento de traspaso, pero también haría bien de tener un poco de perspectiva.

Contando el curso actual, el ex del Borussia Dortmund acumula cinco temporadas en el Barça pagadas a precio de oro –con uno de aquellos contratos herencia de Bartomeu–, en las cuales solo ha disputado poco más del 50% de los minutos totales que habría podido jugar. Dembélé tiene mucho talento, es un futbolista diferencial y con la cabeza amueblada podría, tal como dice el mismo Xavi, "ser el mejor del mundo en su posición". Pero en el Barça todavía no ha demostrado nada. Es cierto que es el mejor extremo de plantilla. Es cierto que ha hecho buenos goles y que ha dejado jugadas que nos han hecho poner de pie en el Camp Nou. ¿Pero en todos estos años, más allá de hechos puntuales, cuándo ha sido decisivo?

Es cierto que las lesiones lo han lastrado, pero quizás por este motivo tendría que dar un paso adelante y devolver al Barça la paciencia que ha tenido con él todos estos años. No basta con que el presidente salga a decir "que Dembélé se quiere quedar" o que el jugador comparta mensajes en las redes sociales donde escriba "Visca Barça". Si realmente quiere seguir, que Dembélé se imponga a su agente y le diga que se quiere quedar. Así lo hizo Ansu Fati, un futbolista con muchísimo mercado que dijo a Jorge Mendes que su deseo era seguir de azulgrana. Evidentemente, mejorando sustancialmente sus condiciones, pero es que Ansu tenía un salario descontextualizado respecto a su rol de piedra angular del equipo, mientras que Dembélé ha estado bien pagado desde su llegada en 2017.

Sé que no se le puede pedir al francés sentir los colores como lo hacen los jugadores de La Masía, pero insisto: haría bien de recordar a su representante cuál es el club que lo ha cuidado cuando ha encadenado lesión tras lesión. Era lo que el Barça tenía que hacer, cuidar a sus profesionales, pero Dembélé no siempre ha tenido un comportamiento profesional. Si finalmente no renueva, que juegue, eso sí. Nada de dejarlo en el banquillo. No serviría de nada. Xavi necesita extremos . Pero que acabe el curso y adiós muy buenas. Tal como están las cosas, necesitamos jugadores que quieran, primero, estar aquí y, después, si quieren un buen salario, que se lo ganen por sus propios méritos. Quizás soy demasiado romántico, pero lo veo así.

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