Barça

El entrenador con ideas locas que sacaba de quicio Leo Messi

Eder Sarabia, ahora entrenador del Elche, se enfrenta por primera vez al Barça desde que en el 2020 salió por la puerta trasera

Eder Sarabia, entrenador del Elche
02/11/2025
4 min

BarcelonaEn enero del 2020 el Barça echa a Ernesto Valverde y ficha a Quique Setién como nuevo entrenador. En su primera charla en el vestuario presentó a su ayudante, Eder Sarabia, y les advirtió de que tenía "mucho carácter". Josep Maria Bartomeu, entonces presidente, y los directivos que le acompañaban se rieron la ocurrencia. Los futbolistas, no tanto. Ocho meses después, Setién y Sarabia se marchaban por la puerta trasera tras consumarse uno de los fracasos deportivos más sonados de los últimos años, con la derrota por 2 a 8 ante el Bayern de Múnich en la Champions. Pero, sobre todo, dejando atrás una retahíla de conflictos con los jugadores. Hoy, primer entrenador del Elche, Sarabia se enfrenta al Barça (18.30 h, DAZN) con ganas de reivindicarse.

Cuesta recuperar muchas cosas positivas del paso de Sarabia por el Barça. Ni el momento deportivo ni el momento institucional eran buenos. La pandemia acabó de estropearlo todo, tal y como dicen en el ARA antiguos directivos y compañeros de vestuario. Pese a ser el segundo entrenador, tuvo un papel mucho más protagonista de lo que le correspondería y se enganchó con las vacas sagradas. Era impulsivo y se calentaba tanto en los entrenamientos como en los partidos. La imagen más conocida, la de esa pausa de hidratación en un duelo ante el Celta en el que intentó hacer correcciones a Leo Messi y éste le ignoró hasta dos veces. En los entrenamientos ya había ocurrido alguna acción similar, pero al no haber cámaras, no tuvieron trascendencia mediática. Con el paso del tiempo, Sarabia asumió el error y admitió que no supo tener "química" con el delantero de Rosario.

En 2020, un mal momento para hacerse cargo del banquillo del Barça

Era un Barça herido de muerte. La tensión podía cortarse con un cuchillo y algunos jugadores decidían entrar en los aviones por la puerta trasera para evitar saludar a los miembros de la directiva en los desplazamientos. Con la pandemia y la negociación para rebajar salarios, los problemas no hicieron más que agravarse. Los futbolistas tenían un poder que no les correspondía, hasta el punto de frenar la destitución de Valverde en el verano del 2019, después del 4-0 en Liverpool. Al final, el Txingurri fue destituido en enero al caer eliminado en las semifinales de la Supercopa. Bartomeu quería contratar a Xavi Hernández, pero el egarense no lo vio claro, así que se decantaron por la pareja Setién-Sarabia, que defendían el estilo de juego de Johan Cruyff. Se habían dado a conocer en Las Palmas y en el Betis, pero no tenían experiencia en un vestuario de este nivel.

"Setién tenía un tono más pactista, pero Sarabia entró como un caballo en una tienda de platos y ollas. Tenía mucho carácter y no supo calibrar lo que significaba estar en el Barça", recuerda un antiguo compañero de vestuario, que le define como "un cruyffista empedernido que no vive del fútbol", sino que vive. Una "buena persona, simpática y con salidas divertidas" que "tenía buena intención, pero que pagó la novatada".

"No había sido jugador profesional y no había hecho nada destacado como entrenador. Cuando empezó a dar órdenes a las estrellas, no se lo quitaron en serio. Y cuando perdía los estribos, aún era peor", recuerdan en Sant Joan Despí. Otra de las escenas míticas se produjo en el Bernabéu (2-0), en el que dejó verdes a los jugadores porque no hacían lo que él consideraba oportuno. Lo captaron las cámaras y muchos programas mojaron pan durante días. "Sarabia se disculpó, pero ese día marcó un antes y un después en el vestuario".

Sarabia comienza la carrera en solitario tras dejar el Barça

Su aventura en el Barça fue corta y supuso el último contrato con un tándem con Setién. A partir de ese momento hizo carrera en solitario. Para sorpresa de todos, el primer equipo que le contrató fue el Andorra, del que era propietario Gerard Piqué. Cuando el central azulgrana se lo comunicó a sus compañeros, Leo Messi le dijo que había escogido "el mejor". "¿Lo dijo en serio o con ironía? No lo sé. Yo prefiero pensar que realmente lo creía", apuntó posteriormente Sarabia en una entrevista.

"Es un buen entrenador. Quizás no para el Barça, pero sí para el fútbol profesional. Lo ha demostrado en Andorra y en Elche", recuerdan en la Ciudad Deportiva. Sarabia logró dos ascensos con el equipo de Piqué en las tres temporadas y media que lo dirigió. En el Elche, logró devolver a los ilicitanos a Primera en su primer año al frente del club, y de momento viven más cerca de las plazas europeas que del descenso. Siempre, intentando desplegar un buen fútbol. Apuesta que no va a variar en Montjuïc. "Conozco bien al Barça. Es el equipo que más controlo. Son mejores que nosotros y si jugamos diez veces, la mayoría nos ganarán. Pero yo no cambiaré el modelo de juego. Quizás nos claven cinco, acabamos 4-4 o 3-4. La gente sabe qué verá y se identifica con esto".

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