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Así espera el Barça driblar la ruina en dos semanas

Los "brotes verdes" proclamados por Joan Laporta dependen de operaciones que todavía están en el horno

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Imagen de archivo de las oficinas del Barça

BarcelonaSemana decisiva para que el Barça empiece a ejecutar soluciones que garanticen su viabilidad en el corto plazo. Aunque el presidente ejecutivo azulgrana, Joan Laporta, proclame que la entidad podrá cerrar su primer ejercicio económico con beneficios ordinarios desde antes de la pandemia (2018-2019), falta ver cómo y cuándo se activarán los mecanismos que sirvan para compensar el agujero millonario fruto del exilio del primer equipo en el Estadi Olímpic Lluís Companys. El primer curso entero en Montjuïc ha dejado bastante menos dinero del que se esperaba. Por eso la institución necesita operaciones alternativas para situarse sobre los 859 millones que se aprobaron en el presupuesto de ingresos 23-24 en la pasada asamblea. El ejercicio se cierra dentro de 14 días. La cuenta atrás lleva días funcionando.

En este sentido, una de las medidas urgentes que se trabajan en los despachos es cerrar un acuerdo de renovación con Nike hasta el 2038, diez años más allá de lo estipulado en el acuerdo vigente. Las prisas por actualizar el clausulado con la multinacional textil estadounidense no están tan relacionadas con la naturaleza de una alianza que ha generado tensiones en los últimos tiempos como con la necesidad de percibir un anticipo que ayude a tapar agujeros ordinarios. La cifra del bonus por la firma de un nuevo contrato rondará los 100 millones y, de facto, será como una palanca, porque incluirá ingresos futuros. Sin embargo, en las oficinas azulgranas asumen que no hay mejores soluciones (ni menos traumáticas). "Es esto o malvender antes del 30 de junio, que es cuando los compradores saben que vas más forzado", dice al ARA una de las fuentes consultadas.

Más allá del anticipo en forma de prima de renovación, el acuerdo con Nike supondrá entre 100 y 120 millones por temporada, una gran cifra en la actualidad que, en función de cómo vaya el negocio en el próximo lustro, puede quedar rápidamente desfasada. En paralelo a las negociaciones con la compañía de Portland, el Barça está en conversaciones avanzadas para obtener los famosos 40 millones que Libero Football Finance ha dejado de pagar en el marco de la operación para externalizar a una parte de Barça Vision. Según informó RAC1 y ha podido confirmar el ARA, la vía para ingresar ese dinero antes del 30 de junio es volver a contar con el músculo de uno de los proveedores que ya han participado en el reparto accionarial. Llegados a este punto, son habas contadas: sólo Vestigia Holdings o Jaume Roures a través de alguna de sus compañías podrían tapar el impago, porque Socios.com ha negado varias veces a este diario que quiera aumentar su implicación en el proyecto .

Si los 100 millones de Nike son vitales para cerrar las cuentas en positivo, las 40 pendientes de Barça Vision tienen una derivada aún más grave: el balance patrimonial del club. Si no se ingresa esa cantidad antes del 30 de junio, el auditor se vería obligado a actualizar a la baja el valor de Barça Media, que en la actualidad es de 408 millones gracias al principio de equivalencia. Además, esta anomalía supone un enorme inconveniente a la hora de planificar el futuro deportivo de la entidad, puesto que la Liga bloquea desde hace meses el límite salarial por este motivo. Hansi Flick y Anderson Deco pueden ir preparando a la plantilla de la próxima temporada, pero la realidad sin los 40 millones de Libero es que no se puede hacer absolutamente nada. Ni siquiera inscribirse la renovación de Sergi Roberto, que ahora que Xavi Hernández se ha marchado ya no tiene tantos apoyos internos como hace unas semanas.

Asteriscos a 30 de junio: un escenario más que probable

Aparte de estos 40 millones atrasados ​​de Barça Vision, el club debía ingresar otros 60 antes del cierre del ejercicio correspondientes a la misma palanca. Sin embargo, en los despachos barcelonistas ven que será imposible cumplir con el plazo y lo han pospuesto hasta el 15 de septiembre, cuando el mercado ya habrá cerrado. La prioridad es ahora salir de la situación de bloqueo percibiendo los primeros 40 millones y así poder operar, aunque sea fuera de la regla 1-1. Para salir del límite salarial excedido y, por tanto, volver a inscribirse con normalidad, habría que ingresar los 40+60 millones por Barça Vision y firmar el nuevo contrato con Nike, pero este es un escenario poco probable hoy en día. Por eso las posibilidades de ir al mercado a buscar objetivos de primer nivel piden realizar ventas importantes de jugadores como Ronald Araújo, que sigue dando alargas con la renovación y tiene mercado de sobra para generar una burbuja de oxígeno preciosa en las arcas.

Mientras, a 30 de junio, que es cuando cierra el ejercicio, el Barça pretende tener atados a los remedios para volver a driblar la ruina económica que vive, de forma cronificada, desde que estalló la pandemia de la cóvida. Sin embargo, todo apunta a que el detalle de las operaciones no se sabrá hasta la próxima asamblea, cuando la junta de Laporta estará obligada por estatutos a ser transparente. Hasta entonces, los asteriscos dominarán el día a día en las oficinas del Camp Nou, en las hojas de cálculo del auditor y también en los despachos deportivos, donde se ha pasado de hablar de fichajes a hablar de inscripciones.

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