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Adidas, Puma y New Balance tantean al Barça, que se plantea romper con Nike

El club azulgrana reclama más autonomía para vender su producto propio

El escudo de Nike en la grada del viejo Camp Nou.
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Barcelona"Messi quiere hacer una revolución", aseguran en las oficinas del Barça. La frase no hace referencia al exjugador azulgrana, ahora disfrutando de una jubilación dorada en el Inter Miami, sino a Josep Maria Meseguer, el responsable de BLM, que es la división de negocio que se dedica a la venta de merchandising. Este veteranísimo trabajador –más de 25 años de carrera lo avalan– es hoy uno de los ejecutivos más importantes en la búsqueda de nuevos ingresos para la entidad. Messi se ha propuesto –dicen las fuentes consultadas para esta pieza– liderar una vuelta al calcetín en la explotación de la marca Barça, pero estas pretensiones chocan con las condiciones del contrato con Nike. Tanto él como el resto del equipo de BLM creen que el acuerdo vigente con la multinacional estadounidense es un corsé para los planes de crecimiento del club. A continuación explicamos por qué.

La apuesta por los equipos de fútbol va a la baja

El Barça detecta que Nike ha perdido bastante interés en el fútbol en relación con hace unos años. Si la marca proveía a los principales equipos europeos a finales de los 90 ya principios del siglo XXI y fabricaba la pelota oficial de muchas de las mejores competiciones (hoy solo mantiene la Premier inglesa), ahora se ha centrado en otros deportes como el baloncesto. En el ámbito profesional, la NBA es su gran apuesta: tiene la exclusiva para vestir todas sus franquicias y abona contratos millonarios a estrellas como LeBron James o Giannis Antetokounmpo. Y, en el ámbito más de usuario, extrae grandes márgenes en el mundo del running.

Desde el Camp Nou ven que el interés de Nike por fabricar la ropa oficial azulgrana es meramente geográfico. "Lo que es importante para ellos es Barcelona, no el Barça", sentencian fuentes conocedoras de una relación que nació a finales de los años 90, en pleno auge de la firma para hacerse mayor en el mundo del fútbol. Nike, eso sí, conserva el interés por vestir a las estrellas. De hecho, tanto Erling Haaland (City) como Kylian Mbappé (PSG) integran su nómina a cambio de más de 20 millones anuales cada uno.

Un contrato firmado con prisas

Bajo el mandato de Josep Maria Bartomeu, el Barça anunció en el 2016 una prórroga del acuerdo con Nike hasta 2028, cuando todavía tenía dos años de margen para negociar la ampliación, ya que el contrato vencía en el 2018. El pacto se selló en un contexto de incipiente tensión en las cuentas, ya que el equipo entonces entrenado por Luis Enrique y liderado por Leo Messi venía de ganar un triplete y pasaba a ser más caro de mantener. En consecuencia, la institución necesitaba estabilidad en la caja para responder a los compromisos de pago y decidió extender 10 años más la alianza con Nike.

Tras el confinamiento por el coronavirus y del cambio de gobierno en el Camp Nou, los nuevos gestores, con Joan Laporta al frente, vieron que lo firmado en el 2016 no era ningún nuevo contrato, sino un acuerdo de mínimos con varios aspectos para solucionar. Hoy en día, la vinculación sigue en este punto y todas las partes implicadas en la gestión del merchandising, desde la junta directiva hasta el último trabajador de BLM, coinciden en que se necesitan cambios a corto plazo. "En Nike son muy hábiles y aprovechan los cambios de junta para empezar las negociaciones de nuevo", dice al ARA un extrabajador del Barça que sabe lo que es negociar con el gigante de Portland.

Cosas que el Barça necesita arreglar con Nike (o quien sea)

El acuerdo vigente con Nike reporta 105 millones fijos y 50 variables por temporada en el Barça. Estos números, que se ajustan a lo que cobranotros grandes clubes europeos, no son el principal problema de las tiranteces del club con la marca de ropa. El caballo de batalla no es otro que la convivencia con el producto propio con licencia, que es donde el club obtiene mayor margen de negocio.

Desde BLM, que es la división mercantil del club que piensa y explota la venta de merchandising desde 2018, ven que el actual acuerdo con Nike compite demasiado con apuestas internas como las colecciones de ropa casual o vintage con marca Barça, que en los últimos meses han hecho fortuna y en el futuro supondrán una fuerte entrada de dinero en las arcas. Las condiciones del contrato vigente garantizan un lugar preferente para el producto Nike en los puntos de venta gestionados por BLM, lo que es una línea roja que el club quiere borrar y la multinacional insiste en mantener.

Un escalón de escalera con el nombre de Leo Messi, tienda del Barça, Paseo de Gracia.

Hay dos aspectos más que el Barça tiene encarados a la hora de relacionarse con la marca que le viste. Uno es la venta de producto oficial y propio por internet, que la entidad cree que no tiene autonomía suficiente para manejar, sobre todo fuera de la Unión Europea. Y el otro tiene que ver con la gestión de stocks e indemnizaciones en caso de defectos de fábrica. El ejemplo más reciente relacionado con esto es la falta de disponibilidad que se produjo el pasado verano con la nueva camiseta oficial del baloncesto. El motivo: toda una remesa llegó tarada a los puntos de venta y Nike no indemnizó al Barça por las demoras.

Alternativas encima de la mesa

Ante la falta de entendimiento entre ambas partes, y como ya se ha informado desde diferentes foros en las últimas semanas, el Barça está explorando diferentes alternativas a Nike con la intención de preservar su producto propio, para el que hay unas perspectivas de negocio que multiplican los ingresos vigentes. Con Puma, una de las marcas en cuestión, el interés viene de lejos y fue destapado por el ARA.

A la firma alemana se ha sumado también la estadounidense New Balance, que últimamente ha apostado por el fútbol, y Adidas, que es el gigante textil que más compite con Nike: desde el Real Madrid a la selección argentina, pasando por históricos como Manchester United, Juventus o Bayern de Múnich. Estas tres marcas se han interesado por la situación del Barça y tienen músculo suficiente para superar las cifras del contrato vigente con Nike que, pese a ser hasta el 2028, tiene muchos números de resolverse antes de tiempo.

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