Barça

Ferran Torres suma adeptos en el Camp Nou (4-0)

Los azulgranas golean plácidamente el Osasuna en la primera titularidad de Dembélé en el estadio después del indulto de Xavi

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Ferran Torres celebra su gol de penalti mientras Sergio Busquets lo va a felicitar

BarcelonaEl Camp Nou vuelve a sonreír. Y a cantar. Y a bailar. Y a celebrar los goles que echó de menos el jueves contra el Galatasaray. Con la lección aprendida, el Barça salió a morder contra el Osasuna desde el primer minuto. El resultado: en media hora el equipo ya goleaba a un débil conjunto navarro, que en ningún momento dio la sensación de que le pudiera buscar las cosquillas al equipo de Xavi. El partido de ayer fue una fiesta. Especialmente para Ferran Torres, autor de un doblete. También para Dembélé, que cada vez ve como son menos los silbatos que le dedica el estadio. El extremo francés fue titular por primera vez en casa desde que Xavi lo indultó. Incluso Riqui Puig tuvo minutos y vio portería. El estado de ánimo de este equipo se contagia. Noche redonda en el Camp Nou con toda la plantilla del equipo femenino, flamante campeón de Liga, mirando el partido desde la grada. 

El partido empezó con un cambio de juego preciso de Piqué, como si fuera una clase de repaso para Araujo. Xavi prefirió ayer dar descanso al central uruguayo, medio para confiar la salida de pelota al buen tacto de Eric y Piqué ante un defensivo Osasuna, medio para protegerlo: está a solo una tarjeta amarilla de ser sancionado y el siguiente partido es contra el Real Madrid. También está el defensor de Martorell, que acabó sin ver ninguna tarjeta y el técnico también podrá contar con él en el Bernabéu. Quien también empezó especialmente enchufado fue Ferran Torres, intercambiando posiciones con Aubameyang, que volvía al once después de ser suplente contra el Galatasaray.

En los primeros minutos el Barça volcó más su juego de ataque por la banda izquierda, pero el primero en chutar a portería fue Dembélé. El francés viviría una noche de menos a más, porque tuvo un inicio de partido descafeinado, perdiendo pelotas. En cambio, quien no perdía ni una era Sergio Busquets. Suyo fue el pase filtrado que Gavi, más pícaro que nadie, aprovechó para colarse dentro del área y provocar un penalti muy claro de Nacho Vidal. Sin Memphis en el campo, Ferran Torres no dudó en asumir la responsabilidad de chutarlo y abrió la lata con un lanzamiento ajustado al palo izquierdo del portero. El atacante de Foios celebró el gol con rabia y el primero en llegar a abrazarlo fue el capitán Busquets, uno de los jugadores que más se ha volcado en la adaptación de Ferran en el Barça.

Gavi se había perdido por sanción el partido contra el Galatasaray y con el centrocampista de Badia, que había sido suplente contra los turcos, se encargó de fabricar la jugada del penalti y recordar que el Barça de Xavi tiene pólvora: el empate sin goles contra el equipo de Domènec Torrent fue solo un accidente. En menos de 15 minutos, los azulgranas ya ganaban al Osasuna y se volvían a divertir en el Camp Nou. Con el primer gol, la fiesta de Ferran apenas acababa de empezar. En la primera conducción con criterio de Dembélé, el francés rompió hacia dentro y filtró un pase preciso, casi musical, que el valenciano recogió después de una gran desmarcada y definió con acierto. Ferran, el fichaje más caro de la era Xavi, vivía su primera gran fiesta en el Camp Nou.

Si el valenciano se sacaba de encima toda la desgracia que había tenido últimamente con el gol, Aubameyang también reclamó su cuota de protagonismo y se encargaría de convertir una gran centrada de Dembélé en la tercera diana azulgrana en menos de 30 minutos. A pesar de haber empezado el partido espeso, el francés no tardó en convertirse en un quebradero de cabeza para la débil defensa navarra. Todo fluía en el estadio, la pelota deslizaba rápida, endemoniada y con calidad entre las botas de los jugadores azulgranas que no solo se sentían superiores a su rival, sino que lo demostraban con acciones precisas y que dibujaban sonrisas y aplausos en las gradas. En este contexto, Busquets brillaba con luz propia.

Riqui Puig marca su primer gol del curso

Con los deberes hechos en la primera mitad, el Barça bajó un poco la intensidad en el segundo tiempo a pesar de que la producción ofensiva siguió siendo rica ante un Osasuna noqueado. Si el Camp Nou era una fiesta, un maestro de ceremonias como Piqué también reclamaba su momento. El central acabó conectando un buen chute al fondo de la red, pero la jugada fue anulada por un fuera de juego milimétrico. Poco después sería sustituto por Lenglet y el defensor de la Bonanova, con molestias, tuvo que ponerse una bolsa de hielo en el muslo. Piqué se quedaba, pues, sin poder coronar con un gol su partido número 600 como azulgrana. Quien sí que viviría su pequeño momento de gloria sería Riqui Puig. Con el partido absolutamente bajo control, Xavi le regaló unos minutos que el de Matadepera aprovecharía para marcar su primer gol de la temporada.

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