Flick supera a Xavi (ya la vez le hace un homenaje): los apuntes en caliente del Betis-Barça

BarcelonaEl Barça se dejó dos puntos en el tiempo añadido en el campo de Betis. Assane Diao, en el tiempo añadido, echó por tierra el ímpetu de Lamine Yamal para rescatar a su equipo de una mala segunda parte. A continuación, unos apuntes en caliente.

Lamine no es suficiente. El extremo de Rocafonda es medio Barça. Con 17 años, es como los jugadores franquicia en el baloncesto. En los minutos calientes, cuando el balón más quema y el marcador más presiona, aparece, descaradísimo, para ponerse al equipo en la espalda y monopolizar el peligro. Hace, en resumen, lo que Messi hacía con 30 años y unas pocas Pelotas de Oro. Con ese espíritu, habilitó a Ferran Torres para que marcara un 1-2 que parecía definitivo. Hay que pellizcarse una y otra vez para dimensionar correctamente el fenómeno al que asistimos. Pero cuidado, porque la dependencia excesiva es una pésima señal. Existe el riesgo, como ocurrió este sábado, de que el colectivo no esté a la altura del prodigio.

Desde Koeman no ocurría. El Barça se rehizo del breve dominio inicial del Betis y tuvo paciencia para derribar su primer gol. Le marcó Lewandowski, lo que no es noticia: ya lleva 16 y lanzó hacia su segundo pichichi en tres temporadas. Normal que Flick quiera que agote su contrato. Lo que sí es innovador es que el polaco, erigido más que nunca en un finalizador infalible, culminara una fantástica jugada coral de sus compañeros, que marearon a los rivales con una secuencia ininterrumpida de 27 pases. Arriba, abajo, derecha e izquierda hasta encontrar el momento perfecto para acelerar y decidir. Como apuntó el analista @OptaJose, no ocurría desde febrero del 2021, cuando Messi todavía era culé.

También es humano. Con ese golazo coral, Flick ya ha superado a Xavi en otra cosa: la calidad y riqueza de una posesión previa a un gol favorable. Cuando gane títulos, le superará en lo que más importa. Mientras, asistiremos a momentos en que el alemán hará cosas que nos recordarán al egarense, como perder los papeles en el área técnica y acabar expulsado. Sí, Flick también es humano, a veces se pone muy nervioso y protesta hasta merecerse una tarjeta roja. Como todos los técnicos, vaya. El motivo del enfado, un penalti que el VAR señaló por una pisada de De Jong en Vitor Roque. La jugada, todo sea dicho, se resolvió con justicia: el punta brasileño cedido por el Barça estimó por el suelo porque el neerlandés, que sigue en caída libre, le trabó.

Y sin gorro. Antes de que el Barça empezara a carburar en el Villamarín, el Betis tuvo una ocasión clarísima en los primeros compases del partido. El exazulgrana Abde corrió al espacio a espaldas de la tradicionalmente atrevida defensa visitante y se plantó absolutamente solo ante Iñaki Peña. El hispano-marroquí lo tenía todo para adelantar a su equipo ante el líder, pero se estrelló con el portero alicantino, que se mantiene como titular pese a la llegada de Szczęsny. Peña hizo uno de esos paros salvadores en unas condiciones adversas: defendía la portería cara al sol de tarde, que es lo más molesto para la vista. En la segunda parte, nueva intervención decisiva. Sin hacer ruido, e inmune al que generan algunos detractores contra él, se está convirtiendo en mucho más que un parche. Y no, el empate final no es su culpa.