Barça

El futuro de Ansu Fati se lía

El delantero está atrapado por las secuelas de la lesión, la presión de su agente y los rumores de una "venta dolorosa" en el Barça

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Ansu Fati, durante un entrenamiento con el Barça

BarcelonaLa carrera de Ansu Fati experimentó un antes y un después en otoño del 2020. Una lesión desafortunada, una ruptura del menisco interno de la rodilla izquierda, frenó la proyección de un joven futbolista que se había ganado a pulso las comparaciones con Leo Messi. Incluso lo llamaban el Heredero. Después de un debate tenso y largo entre el futbolista y los médicos, el extremo pasaba por la sala de operaciones. Pero lo que tenía que ser una intervención ambulatoria, con alta el mismo día, se convirtió en un ingreso de cuatro días. Empezaba el calvario para un jugador que entonces tenía 18 años y del que, dos años y medio después, todavía se arrastran secuelas.

El futuro del futbolista no está nada claro. Desde la lesión ha entrado en todas las quinielas para abandonar el club en el mercado de fichajes. Su nombre se puso encima de la mesa en 2021 cuando, precisamente, se había acabado el contrato de Messi y el club necesitaba dinero para renovarlo. También en 2022, el verano que ha pasado a la historia por ser el de "las palancas" económicas. Y este 2023 su nombre vuelve a estar en la lista. En los despachos nobles saben que hará falta dinero para poderse reforzar y que, a las puertas de un exilio en Montjuïc, el club sufrirá una bajada de ingresos extra. Hace tiempo que, desde las tripas del Camp Nou, se habla abiertamente de una "venta dolorosa", un eufemismo para decir que se taparán las vergüenzas económicas haciendo caja vendiendo a un jugador importante.

Ansu ha entrado en todas las quinielas, pero hasta ahora nunca se ha materializado su venta. A pesar de la asfixia económica del Barça, la cúpula deportiva y concretamente el presidente Joan Laporta se han opuesto sistemáticamente a desprenderse de él y han optado por otras vías de ingresos. "Una venta así, por más dinero que te suponga, es muy impopular. Porque es del plantel, porque descapitaliza el club y por el riesgo de que destaque y se convierta en la gran estrella de un club rival", admiten en el Barça. Pero el caso del extremo es especial, sobre todo por su condición de suplente habitual y por las dudas de que hay, en el entorno médico, sobre el rendimiento de su rodilla a medio y a largo plazo.

En el vestuario mantienen el discurso de siempre: "Contamos con él". Pero el mensaje contrasta con su rol en el equipo, donde ha dejado de ser el protagonista destacado para ser un suplente de lujo. Después de dos años de calvario por las lesiones, esta temporada está limpio y ha podido participar en los 31 partidos oficiales que ha jugado el Barça. Absolutamente todos. Curiosamente, solo en 9 (29%) ha sido titular. Algunos de ellos, de perfil bajo, como los de Champions contra el Viktoria Pilsen. O los de Copa contra el Intercity y el Ceuta, donde ha marcado dos de los seis goles de esta temporada. En el cómputo global ha disputado 1.129 minutos, el 40% de los 2.790 posibles.

La entrada en escena de Jorge Mendes en el futuro de Ansu Fati

Los datos son discretos, teniendo en cuenta la proyección del futbolista, y esto ha hecho poner en alerta a su agente, Jorge Mendes, que tiene miedo de una devaluación del extremo. Según el portal especializado Transfermarkt, Ansu tenía un valor de 80 millones de euros antes de la lesión. Bajó a 50 y este curso ha retrocedido más, hasta los 40 millones. Aún así, y según apunta La Vanguardia, clubes como el Arsenal, el Tottenham y el Bayern Múnich ya han movido ficha y se han interesado por él. De momento, el Barça sostiene que no hay ninguna propuesta en firme, pero admite cierto "nerviosismo" en el entorno de un jugador que, a pesar de todo, entró en la convocatoria de Luis Enrique para disputar el Mundial de Catar con la selección española.

En octubre del 2021, después de cerrarse el primer verano de rumores, el Barça dio un golpe de efecto y renovó a Ansu hasta el 2027, con un incremento notable de la ficha y estableciendo una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros. Justo acababa de volver a jugar después de la primera lesión importante en la rodilla. Además, el club le dio el dorsal 10, el que había dejado huérfano Messi. Pero la renovación, muy celebrada en el entorno, tuvo algunos detractores internos. Sobre todo del sector médico. Y es que algunos especialistas advirtieron de que la lesión de menisco, por las complicaciones, tenía un riesgo muy elevado de dejar secuelas, sobre todo de carácter muscular. Unos pronósticos pesimistas que se cumplieron la temporada pasada, cuando Ansu estuvo casi seis meses sin jugar: dos lesiones y un déficit de entrenamiento que lo llevaron a perderse 35 partidos.

De momento, el Barça sostiene que el objetivo es cubrir las carencias económicas explorando otras vías de ingresos, como la posible venta de Barça TV, tal como explicaba el ARA. De puertas afuera, en declaraciones públicas, Ansu es intransferible. Ahora bien, en los despachos no todo el mundo comparte la idea. Entre las urgencias económicas y la entrada en escena de Mendes, no se puede descartar ningún escenario.

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