Gol 1957: una grada que no gusta
Los grupos que han quedado excluidos recelan de la nueva animación que proyecta el Barça para el futuro Camp Nou
BarcelonaSer socio, estar al corriente de pago, tener entre 18 y 25 años, llevar al menos cinco años en la lista de espera para conseguir un abono en el Camp Nou, no haber cometido delitos, no haber sido expedientado y sancionado por el Barça, pasar un cribado de los Mossos y comprometerse a asistir a un mínimo del 80% de los partidos. Estos son los requisitos para conseguir una de las 1.247 localidades del Gol 1957, la nueva grada de animación que se pondrá en marcha cuando reabran las puertas del estadio azulgrana. La iniciativa se presentaba en sociedad aprovechando la Asamblea de Compromisarios. Pero mientras en la directiva de Joan Laporta hablaban con esperanza, entre los grupos que formaban parte del antiguo Espacio de Animación (EDA) las sensaciones son diametralmente opuestas: reniegan del proyecto y vaticinan que está condenado al fracaso.
De momento sólo se conocen las líneas maestras y quedan muchos interrogantes por resolver. Por ejemplo, saber cuándo se pondrá en marcha, ya que las obras de la zona donde se instalará el Gol 1957 –en la parte baja del gol sur– todavía no están terminadas. Además, es necesario realizar todo el proceso para seleccionar a los jóvenes que formarán parte. De esto se encargará la empresa Tarea Proyectos, tal y como explicaba el AHORA. Aunque la contratación todavía no es oficial, ya ha generado controversia entre los antiguos miembros de la EDA. "Tienes que conocer la masa social del Barça. Si se externaliza el tema y resulta que una persona no es del Barça y le pagas para que se encargue de la animación, es muy probable que al principio no salga adelante", dice Albert Yarza, miembro de los Almogávares. Es de los pocos que accede a dar su nombre. La mayoría prefiere hablar desde el anonimato, también a las fuentes del club consultadas.
Barça y EDA, un conflicto que viene de lejos
El conflicto entre Barça y EDA sale a la luz hace un año, aunque hacía mucho que se arrastraba. Algunos dicen ser desde las elecciones que gana Laporta en el 2021. Otros, que se produce con el traslado a Montjuïc. Hacía tiempo que el club había advertido a los grupos –Almogàvers, Nostra Enseña, Supporters Barça y Front 532– que había que cortar de pura cepa con la retahíla de insultos y otros cánticos ofensivos que salían de la zona. No hicieron caso. Sin embargo, se les hizo un hueco en Montjuïc y se les renovó el abono. Ahora bien, según ha podido saber el ARA, ya hacía al menos dos veranos que la junta había tomado la decisión de modificar la EDA. "Queríamos animación en el nuevo Camp Nou, pero no esa animación. Teníamos claro que con la reapertura había que buscar un modelo diferente y otras dinámicas", explican fuentes del club. Pero los expedientes se acumulaban y en noviembre de 2024 el club les obligó a pagar los 21.000 euros de multa correspondientes a las sanciones por el mal comportamiento. Los grupos pidieron una reunión, pero el Barça se enrocó y cortó el diálogo. O pagaban, o nada. Hasta que se clausuró sine die el espacio. Hoy las posturas son irreconciliables y, teniendo en cuenta los requisitos que propone la junta, es fácil prever que ninguno de los aficionados que formaban parte de la EDA estarán en la nueva zona de animación.
Los miembros de la ya extinta gradería de animación admiten que se han producido comportamientos individuales reprobables. Pese a que para entrar en la EDA era necesario pasar el cribado de los Mossos, sostienen que en Lluís Companys los niveles de seguridad son menores que en el Camp Nou y eso generó cierta sensación de impunidad. Aún así, consideran que no se puede culpar a todo un colectivo por ello y que "lo lógico habría sido identificar y expulsar a la persona concreta, no a todo el mundo". Por eso, desde la EDA se inclinan a pensar que es una decisión política. "Como somos un espacio creado por Bartomeu, consideran que no somos de los suyos y no quieren un grupo organizado que ellos no controlan –dicen fuentes de los aficionados–. Ya habíamos oído campanas, que se nos quería echar. Los gritos de «Barça sí, Laporta no» se producen justo por eso. Y fue la gota que hizo. Una tesis que el Barça niega en redondo: asegura que los gritos contra el presidente "no tienen nada que ver" y se remite "a los comportamientos violentos".
El Barça creó Gol 1957 después de hacer un proceso participativo entre la masa social
Hace unos meses el club ponía en marcha un proceso participativo, con encuestas y reuniones de trabajo, para determinar cómo iba a ser la animación en el estadio. Se apuntaron unos 3.000 socios. La vicepresidenta Elena Fort aseguraba a la Asamblea que los resultados evidenciaron un "apoyo rotundo a fomentar la animación en el estadio" y que el espacio debía ser "reconocible y fomentar los valores del club y la catalanidad". Ahora bien, desde la EDA critican el proceso: califican la encuesta de "tendenciosa" y dicen que en los encuentros presenciales muchos socios defendieron que se recuperara el formato antiguo, pero que sus ruegos no constan en las conclusiones.
"Han querido matar a dos pájaros de un disparo. Echarnos a nosotros y de paso contentar a los jóvenes que están en la lista de espera de los abonos –critica a otro de los miembros–. Ser joven no es sinónimo de nada. Puedes tener 20 años y ser más tribunero que los que se sientan en el palco". Desde el club consideran que todas estas acusaciones no son ciertas y aseguran que han encontrado la manera para que los más jóvenes –y, por tanto, con menos recursos económicos– puedan entrar en el campo de manera regular. Sin embargo, otro de los miembros de la antigua EDA discrepa de este punto y asegura que estos jóvenes "hacen cola de su cola de cola temporal", y vaticina que "es una situación forzada que no puede funcionar".
"Se nos ha colgado una llufa que no es cierta. No ha habido ninguna voluntad de diálogo. Si se hubiera hecho, se habría demostrado que no somos ni violentos ni chungos. Pudo reconducirse la situación perfectamente", apunta Albert Yarza. Ahora, sin embargo, ya es tarde.