El Espacio de Animación del Barça corre el riesgo de desaparecer
El conflicto entre la directiva y los grupos llega a su punto álgido tras la decisión de hacerles pagar los 21.000 euros de multas de la temporada pasada
BarcelonaCánticos como 1899, nace un club que llevo en el corazón, Un día de partido o Y si todos animamos, ganaremos se han popularizado en los últimos años gracias a los grupos de animación. Estos aficionados, que se autodenominan "los más fieles", se han encargado de aportar más sonido y más ambiente a un estadio del Barça que, en general, ha tenido fama de ser más bien apagado. Agrupados desde hace unos años en el Espacio de Animación (EA), su presencia no ha estado exenta de polémica, aunque las discrepancias con la entidad que preside Joan Laporta han ido creciendo desde hace año y medio. hasta llegar a un punto crítico. Tanto es así que las voces más pesimistas auguran incluso su desaparición.
No es fácil abordar este tema. Cuesta encontrar voces que quieran pronunciarse desde los despachos nobles. De hecho, el club ha declinado hacer ningún tipo de comentario o aclaración al ARA a través de los canales oficiales. Tampoco les gusta mucho hablar a los miembros de la EA. Hay desconfianza entre las partes, las conversaciones han pasado de ser escasas a inexistentes y la gota que colmó el vaso fue la decisión de la directiva de hacer pagar a los miembros del Espacio de Animación los 21.000 euros de multa impuestos en el club la pasada temporada por el mal comportamiento de la afición. "Es una pequeña declaración de guerra", decía uno de los seguidores ese día.
El miércoles 20 se acaba el plazo para realizar el pago y los grupos de animación ya han hecho saber que no abonarán el dinero. Se enteraron a través de un burofax y exigen reunirse primero con el club para abordar la situación. Han recibido alguno input aceptando este encuentro, pero de forma oficiosa, no oficial. Así que la situación está en punto muerto y la cuerda, a punto de romperse.
El Espacio de Animación, un rincón "imprescindible" que vio la luz en el 2017
El Espacio de Animación nace en el 2017 en el Gol Nord, espacio donde habitualmente había habido los Boixos Nois hasta que Laporta los desterró del Camp Nou en el 2004. No fue un inicio fácil, pero con los años se fueron marchando los prejuicios y el resto del estadio ha aceptado y agradecido su labor. "Somos imprescindibles. Aportamos sonoridad y detectamos el momento justo en el que hay que empezar a animar. Los jugadores lo notan y son los primeros que vienen a darnos las gracias después de los partidos. Esto no es gratuito, es porque valoran nuestra labor" , manifiesta Albert Yarza, de la peña Almogàvers, el único que ha accedido a poner su nombre en este artículo. De hecho, se ha erigido en una especie de portavoz oficioso de los otros grupos que forman parte de este espacio: Peña Nostra Enseña, Front 532 y Supporters Barça.
Si con la anterior directiva la convivencia era buena, todo empieza a cambiar con la llegada de Laporta en el 2021. "Estos grupos, aunque tengan un talante pacífico, siempre han generado cierta desconfianza al presidente", admite un miembro de la directiva. Pese a apelar a la "libertad de expresión", reconoce que cánticos como el Xavi sí, Laporta no del curso pasado han generado mucho "malestar" en la junta: "Creo que su tarea debe ser la de animar, no la de reprochar cosas a gente del propio club".
El traslado a Montjuïc, el gran punto de inflexión
Pero el gran punto de inflexión llega con el traslado a Montjuïc. “No entendimos por qué, si quedan 10.000 abonos por vender, nosotros teníamos que dejar a gente fuera”, denuncia Yarza. De los 1.260 miembros que había en el Camp Nou se pasó a 570 en el Lluís Companys. “Entenderíamos la decisión si el estadio estuviera lleno, pero no lo está. Y menos con los condicionantes de Montjuïc, que tiene pista de atletismo, menos aforo y la certeza de que una parte notable de los que van son turistas”. Este malestar llegó a la junta, que espació cada vez más la comunicación con la EA. El año pasado tan sólo realizaron un par de encuentros. Y nunca con ningún directivo, sino con un trabajador raso del área social. Este curso todavía no se ha podido reunir.
Precisamente, en la última reunión del curso pasado el club ya advirtió de que se habían abierto expedientes y pidió “prudencia” con los insultos. Pero la cosa no fue más allá. En verano, antes de empezar la temporada, los grupos del Espacio de Animación recibieron un documento de compromiso que debían devolver firmado de forma telemática. Allí, sin que nadie del área social les advirtiera, se había incluido una cláusula –el artículo 4.3– que muchos pasaron por alto. Decía que el Barça se reservaba el derecho de hacerles pagar las multas derivadas de los expedientes por mal comportamiento. Y dicho y hecho. La exhibición en Mónaco de una pancarta en la zona de aficionados azulgranas con el lema Flick Heil derivó en una sanción de la UEFA y precipitó los eventos. “Son demasiados incidentes seguidos. La UEFA nos ha tocado la corteza y hace tiempo que detectamos movimientos extraños con algunos aficionados. Había que emprender acciones para cortarlo de raíz”, justifica un trabajador cualificado desde las oficinas azulgranas.
El Espacio de Animación reclama poder reunirse con el Barça
“Los insultos no deben producirse, estamos de acuerdo, pero debe quedar claro que si los hay son acciones aisladas y nunca coordinadas. Y los hay que ni siquiera comienzan en nuestro espacio”, se queja Yarza. “Hace tiempo que el conflicto está abierto y lo que ocurrió en Mónaco fue la excusa perfecta”, lamenta otro aficionado de la EA, que cree que están pagando justos por pecadores, y más teniendo en cuenta que no se van llegar a identificar a las dos personas que exhibieron la pancarta en ese desplazamiento de Champions. “Todo esto no sucedería si hubiera comunicación fluida. Por el contrario, tenemos la sensación de que la directiva sólo se queda con la parte negativa y no valora nada de lo que hacemos, que es mucho y necesario”, remata Yarza.
De momento, los grupos están amenazados y saben que si se abre un nuevo expediente se cerrará el EA por un partido. A partir de ahí, la gran pregunta. ¿Qué ocurrirá en el futuro? Es una incógnita. Hasta ahora se había reservado un sitio en el Espacio de Animación para el futuro Camp Nou –que, por cuestiones logísticas, pasará del Gol Norte al Gol Sur–, pero después de estos conflictos hay voces de todo tipo. A los aficionados les han llegado rumores de que la directiva les dejará fuera del nuevo estadio. Algo que el club tampoco ha querido confirmar ni desmentir al ARA. Lo único que saben los de la EA es que, a diferencia del resto de abonados, no han recibido ninguna comunicación para comprar el pase de temporada: "Somos socios, abonados y no hemos recibido el mismo trato que el resto". Les tocará esperar.