El Barça de Hansi Flick vuelve al ritmo de Fermín
En el primer partido como local de la temporada, en Johan, el conjunto azulgrana desvanece las dudas con una goleada en el Valencia (6-0)
Sant Joan DespíAntes de que acabe el verano el 22 de septiembre –así lo marcará el inicio del equinoccio de otoño– Fermín López quiere seguir acaparando portadas. Si durante el tramo final del mercado fue el foco de las noticias por el interés del Chelsea por llevárselo, con el Barça frotándose las manos con la posibilidad de hacer un suculento traspaso y él deshojando la margarita, ante el Valencia lo fue por su fútbol. Fermín se mantuvo mudo hasta que se cerró la ventana de fichajes y decidió seguir vistiendo de azulgrana, que siempre había sido su principal deseo pese a dejarse querer por los londinenses. Contra los valencianos habló donde mejor suele hacerlo: en el césped. Y, en concreto, a la de Johan Cruyff, donde ya demostró durante el Gamper por qué Hansi Flick no tenía ganas de prescindir de él. Ante el conjunto che, abrió la lata y firmó un doblete en una goleada (6-0) que animó a los 5.862 aficionados que no llenaron del todo el pequeño –y provisional– hizo culé.
Fermín ganó la partida en el once a un Dani Olmo que no ha iniciado el curso con estatus de titular, pese a ser el gran fichaje de la pasada temporada. Y su arrebato fue contagioso durante unos primeros 15 minutos en los que el Barça volvió a recordar aquel equipo fresco, trepidante y exótico del primer curso con Hansi Flick en el banquillo. La movilidad de Ferran Torres, que ha ganado la partida a Robert Lewandowski en este inicio de temporada; las ganas de un Marcus Rashford que salía en el equipo inicial por segunda vez desde que viste de azulgrana, y la hiperactividad de Fermín en la media punta demostraron que el equipo había saltado al césped con ganas de morder y desvanecer las dudas mostradas antes del paro por selecciones. Sin Lamine Yamal, en la banda derecha debutó en partido oficial un discreto Roony Bardghji.
No estaba Raphinha, castigado por haber llegado tarde al entrenamiento de activación de la mañana. Flick sacó el látigo. Los principios del alemán no se cuestionan. La puntualidad es uno de ellos. La presión alta, que el Barça recuperó frente al Valencia, otro. De hecho, uno de los más fundamentales. El entrenador ya había alertado a sus pupilos de que menos egos y más remar como un equipo. Y sin la principal estrella del equipo, el Barça trabajó duro y voló sobre el césped de Johan Cruyff –que tiene las mismas dimensiones que el del Camp Nou (105 metros de largo por 68 de ancho), aunque no lo parezca–. Los jugadores se pusieron la rana de trabajo y en apenas 10 minutos Julen Agirrezabala ya tuvo trabajo duro para desviar con la punta de los dedos un remate picadillo de un Ferran extramotivado contra su ex equipo.
El portero vasco no pudo hacer nada cuando Fermín, el hombre de la noche con permiso de un Raphinha que entró en el descanso y se hizo perdonar, le batió a la media hora de juego. Pau Cubarsí, pese a jugar en el perfil izquierdo, filtró un pase delicioso, de aquellos que le define como un central de pie y mirada privilegiada, que Ferran atenuó al primer toque para que Fermín abriera la lata y soltara un grito de alegría y rabia. El gol era una recompensa justa para lo que se veía sobre el césped: un Barça impecable en defensa frente a un Valencia que en ataque no encontraba opciones y que en defensa se hacía un harto de perseguir sombras. Sin embargo, los de Carlos Corberán lograron llegar al descanso con sólo un gol de desventaja.
Dobletes de Raphinha y Lewandowski
En la reanudación, el Barça salió dispuesto a seguir con el arrebato ante un conjunto valenciano que veía cómo los goles azulgranas caían como fruta madura. A los dos minutos, Ferran envió, solo, un remate al palo. Un fallo que quedaría olvidado en breve porque Raphinha, que relevó a Roony en el descanso, envió al fondo de la red un gran centro de Rashford, que pese a no marcar firmó los mejores minutos como azulgrana. El triunfo quedó sellado en breve, con un cacao de Fermín que suponía el tercero del Barça y en el que Agirrezabala tuvo un poco manos de mantequilla. El tercer tanto permitía respirar a Flick, que sabía que el trabajo ya estaba hecho.
El alemán dio entrada a Lewandowski y Olmo, que se sumarían a la fiesta, y la goleada acabó siendo de escándalo. El Barça le toma la medida a esta Valencia, a la que el curso pasado ya endosó 7 goles a Montjuïc. El polaco, primero asistido por Olmo y después por un Marc Bernal que volvía a jugar después de casi 400 días de una larga ausencia, también hizo un doblete para recordar a Ferran que la titularidad en la posición de delantero centro irá cara. Antes de que Lewandowski sellara la goleada con el sexto, Raphinha también había marcado su segundo tanto con un disparo lleno de potencia marca de la casa. Sin Lamine Yamal y con varias bajas, el Barça de Hansi Flick regresó.