Los humildes orígenes de Lamine Yamal, el prodigio de 16 años del Barça
Criado entre Granollers y Mataró, el suyo es uno de los casos más excepcionales y sensibles en La Masia
Barcelona / La Roca del Vallés(Artículo publicado el 7 de mayo de 2023) Las familias se reúnen en la terraza del bar del Club de Fútbol La Torreta. No tarda en captarse el buen ambiente: el presidente, Jordi Vizcaíno, no para de saludar y encajar manos con los padres y madres de los jugadores, que se sientan frente al campo. El terreno de juego está dividido por zonas con pequeños conos fluorescentes que lucen bajo el sol de media tarde mientras los entrenadores acaban de prepararlo todo. En este humilde club de un barrio de cerca de 2.000 habitantes, que cuenta con 15 equipos y un centenar de jugadores, dio sus primeros pasos Lamine Yamal Nasraoui Ebana, el debutante más joven de la historia del Barça. De padre marroquí y de madre ecuatoguineana, nació en Esplugues (13 de julio de 2007), pero se crió entre Mataró y Granollers.
Su madre, Sheila, trabajaba en una cadena de comida rápida en Mataró, pero, por trabajo, se trasladó a Granollers. Sería en esta ciudad, en un establecimiento de esa misma cadena de fast food, donde Sheila compartió jornada laboral con la hija del coordinador del club, Inocente Díez, aunque prefiere que le llamen Kubala, apelativo que se ganó de joven cuando jugaba al fútbol. De vez en cuando, la madre de Lamine Yamal también llevaba a su hijo a comer algún dulce en la churrería La Sorpresa, donde trabajan familiares de Rafa Rodríguez, expresidente de La Torreta. "Mientras su madre hacía cola para comprar, él se pasaba el rato chutando el balón en la pared de enfrente", recuerda Rodríguez. Fue así, a partir del boca a boca, como los padres de Lamine Yamal decidieron apuntarlo, de pequeño, a la guardería del club.
"Tenía tres o cuatro años; es difícil ver entonces si será muy bueno, pero sí recuerdo que le tenías que decir que soltara el balón, siempre lo llevaba pegado al pie", explicaba Díez a NaciónGranollers. "Su padre, Mounir, jugaba muy bien a fútbol. Era lo mejor cuando organizábamos torneos con los padres de los jugadores", añade el excoordinador en conversación con el ARA. Del 2009 al 2014, Lamine Yamal jugó en La Torreta, que pese a ser un club humilde, está en la lista de entidades que supervisan las vistas de la zona y son varios los jugadores a los que han fichado clubs como la Damm, el Granollers , el Mercantil o el San Gabriel.
"Somos un club pequeño, pero estamos orgullosos de cómo cuidamos y trabajamos la cantera", recuerda Cristóbal Camenforte, presidente de la entidad cuando llega Lamine Yamal. Como en cualquier otro club, en La Torreta se cobran cuotas para pagar los gastos, aunque hay familias con menos recursos que no siempre pueden hacerle frente. "Si las familias nos cuentan su situación, lo entendemos e intentamos ayudarles. No dejaremos al niño sin jugar", explica Camenforte.
Aunque los padres de Lamine Yamal no siempre pudieron hacerse cargo de las cuotas, en el club entendieron su situación. Pudo seguir jugando al fútbol y no tardaría en destacar. Isidre Gil, que lleva un montón de años jugadores de categorías inferiores en la zona compaginando su trabajo con el de vistaire, redactó en enero del 2014 un informe para el Barça. "Fue cuestión de un par o tres de semanas. Nos vinieron a ver y nos explicaron que lo querían fichar. Lo tenían claro", explica Rodríguez, entonces presidente de La Torreta.
Normalmente, el Barça hace partidos de prueba con varios jugadores para ver si los ficha para la cantera, como hizo, por ejemplo, con Leo Messi; pero en el caso de Lamine Yamal entró directamente a formar parte del prebenjamín azulgrana, recuerda Rodríguez. A cambio del fichaje, el Barça se comprometió a participar en un torneo de alevines organizado por La Torreta y también les cedió un jugador, de esa misma categoría.
El fichaje de Lamine Yamal por el Barça y un régimen especial
"Cuando son tan pequeños no tienes la certeza de si acertarás, pero tuvimos claro que teníamos que ficharlo", explica Jordi Roura, responsable del fútbol formativo del Barça en aquella época. "No le costó nada adaptar su creatividad y originalidad a la filosofía de fútbol del Barça, fundamentada en gran parte en el juego de posición y en los rondos", explica Jordi Font, que entrenó a Lamine Yamal en el benjamín A. "No sólo era muy desequilibrante y destacaba por sus condiciones técnicas, sino también por cómo se perfilaba o por cómo miraba antes de recibir el balón".
Unas virtudes a las que Roura añade "la capacidad para tomar decisiones o resolver situaciones durante un partido que incluso sorprenden a los técnicos". Font, al ser de Sant Andreu de Llavaneres, a menudo llevaba a Lamine Yamal a los partidos o torneos. Iba a recogerla junto al campo de fútbol municipal de Rocafonda, barrio de Mataró donde vivía el padre del jugador después de separarse y donde le esperaba porque no disponía de transporte propio. Entre semana, los desplazamientos, como en otros casos de jugadores de otros lugares de Catalunya, se realizan en taxis que pone el club.
Cuando entró en la etapa de alevín, tanto su representante de entonces, Iván de la Peña, como la dirección de La Masia, encabezada en aquella época por Xavi Martín, consideraron que lo mejor era proponer a los padres que entrara en vivir en La Masia. Era un caso excepcional, porque esto no suele hacerse con los jugadores que no viven lejos de Barcelona. El Barça ya lo había hecho antes con futbolistas como Ilaix Moriba, que vivía en el barrio de Torre Baró, o Alejandro Balde, que creció en Sant Martí de Provençals, aunque en el caso del lateral era un régimen mixto. "Se trataba de poder acompañar más al jugador en aspectos como la alimentación y los estudios", explica Martín en el ARA.
La expulsión de la selección española sub-17 por un acto de indisciplina
Haber coincidido con futbolistas como Ansu, Balde o Gavi en la cantera ayuda también a su precoz aterrizaje en el primer equipo, con quien seguirá en dinámica de entrenamientos el próximo curso. Ahora la selección española sub-17 la ha convocado para el Europeo, después de ser expulsado de la misma en la última convocatoria por motivos de indisciplina. Junto a otros dos compañeros hicieron varias llamadas de broma a la psicóloga de la expedición. Esto también le costó estar apartado durante cuatro partidos del juvenil A. "Le recuerdo como un niño más bien callado, muy respetuoso con los compañeros. Me sorprendió mucho el episodio con la sub-17", explica Jordi Font.
Desde Sant Joan Despí destacan que ya ha aprendido la lección y, de hecho, Lamine Yamal este sábado ya se ha estrenado también con el filial, pese a tener 15 años, una edad que corresponde a la etapa de cadetes. "Ha jugado más tiempo en fútbol 7 (cinco temporadas) que en fútbol 11 (no llega a cuatro cursos)", detalla Jaume Marcet, periodista de Barça TV. "Cuando termina la etapa con el infantil A, se le pasa directamente al cadete A desde el principio de la temporada, algo que yo nunca había visto. Al cadete A hace un año espectacular. Y, después, se salta el juvenil B para ir directamente al juvenil A. Es un caso excepcional", añade.
El siguiente paso es que el Barça oficialice una renovación que está prácticamente sellada y que implica una fuerte apuesta del club por quienes muchos definen "como el talento más diferencial de La Masia desde Messi". Representado por Jorge Mendes, el futbolista ha recibido el interés de clubs como el Real Madrid -de hecho, su padre es seguidor del club blanco-, pero el Barça se ha asegurado de que siga de azulgrana. Mientras, en La Torreta, lo viven con un orgullo tan sincero como humilde.