Invitaría recordarle a Kounde que los partidos duran 90 minutos: los apuntes en caliente del Barça-Celta

BarcelonaBalaídos siempre suele ser una plaza complicada para el Barça. El equipo de Hansi Flick, que cerró la última jornada antes del paro por selecciones con una derrota en Anoeta, parecía encontrarse con el camino del triunfo ante el Celta, pero un final grosero de partido les condenó. A continuación, unos apuntes en caliente.

Raphinha, un capitán que vuelve a marcar goles. Desde que Messi dejó bacando la pulsera de capitán, sus sucesores fueron Sergio Busquets primero, Sergi Roberto después y, esta temporada, le tocaba a Marc-André ter Stegen. Dos centrocampistas y un portero. Las lesiones del portero alemán y de un Frenkie de Jong que pese a estar recuperado no se ha ganado tener continuidad en el once, han hecho que el capitán sea Raphinha, uno de los futbolistas más queridos del vestuario y que, si es el cuarto capitán, es porque así lo votaron los compañeros. El brasileño está respondiendo con goles, asistencias y liderazgos. En Vigo, abrió la lata y recuperó el balón y asistió a Lewandowski en el segundo gol. Su buen partido no fue suficiente.

Yago Aspas tenía razón. Si bien en este mismo diario se criticó con dureza que, en Anoeta, el videoarbitraje y la tecnología encargada de revisar los fueras de juego había fallado en la diana anulada a Lewandowski que habría supuesto adelantarse contra la Real Sociedad, contra el Celta el colegiado Soto G perdonó la expulsión a Gerard Martín, que debería haber visto la segunda tarjeta amarilla. Quien la vio fue Iago Aspas, que protestó duro esta acción. En cambio, en la segunda parte, no le tembló el pulso para expulsar a un Marc Casadó que se equivocó desentendiéndose del balón y cogiendo por la camiseta Ilaix Moriba cuando ya había sido previamente amonestado.

Las desconexiones de Kounde. Parece mentira que un profesional como él, campeón del mundo, y capaz de firmar grandes actuaciones, cometa también errores tan chapuceros. Tras la expulsión de Casadó, con el Celta creyéndolo y mordiendo espoleado por su gente, el defensor francés ha tenido dos errores impropios. En la primera, el fuera de juego ha salvado a los azulgranas. En la segunda, se ha dormido totalmente, Alfon le ha pisado la cartera y eso ha supuesto que Alfon acortara distancias y el conjunto gallego entrase de lleno en el partido hasta conseguir empatarlo.