Un juez tumba el plan A de Laporta para que Dani Olmo pueda seguir jugando
El juzgado mercantil número 10 de Barcelona no ha aceptado la argumentación del Barça para obtener la cautelar del centrocampista de Terrassa
BarcelonaEl mismo juez que en el 2023 dio la cautelar a Gavi con la que todavía está inscrito en la Liga ha decidido este viernes denegársela al Barça para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor a partir del 1 de enero. Se trata de Ignacio Fernández de Fenespleda, titular del juzgado mercantil 10 de Barcelona. A diferencia del caso Gavi, en esta ocasión compareció en el litigio LaLiga de Javier Tebas, que tiene la presión detrás de tres clubs, el Atlético de Madrid, el Sevilla y el Athletic Club, que miran con lupa cada movimiento que el Barça hace con relación al fair play económico.
Esta noticia obliga a la junta directiva de Joan Laporta a buscar un plan B rápidamente para solucionar las situaciones de Pau Víctor, la gran sensación de la pretemporada, y Dani Olmo, el gran fichaje del curso, que hasta ahora estaba inscrito provisionalmente gracias a la lesión de larga duración de Andreas Christensen, que ya está prácticamente recuperado de su problema en el Aquiles. En el peor de los casos, Olmo, según se estipula en su contrato, podría marcharse libre de la entidad azulgrana si ésta no es capaz de inscribirlo. El de Terrassa lo mira todo desde sus vacaciones en los Estados Unidos, donde ayer presenció un partido de la NBA de los Milwaukee Bucks.
Nueva vista el lunes
De momento, habrá una nueva vista entre el Barça y LaLiga en un juzgado de primera instancia el lunes 30 de diciembre. En este caso, el motivo de la denuncia paralela es que el club catalán no reconoce a la comisión delegada de la Liga como competente para decidir la inscripción de Olmo y Pau Víctor. "Desde un punto de vista legal, tiene sentido el movimiento del Barça. Como no hay posibilidad de recurso por la vía federativa, el camino que te queda es ir a los juzgados", apuntan al ARA fuentes jurídicas del fútbol español.
La argumentación que había hecho el departamento jurídico del Barça, liderado por Pere Lluís Mellado, ante el juzgado mercantil fue que la inscripción de Szczesny por la baja de larga duración de Ter Stegen dejaba un margen salarial porque el polaco cobra bastante menos que el alemán y que Olmo y Pau Víctor no pueden hacer su trabajo por culpa de la exigente normativa de control económico de LaLiga. Pero las mismas fuentes jurídicas consultadas consideran que "pueden hacer su trabajo, que consiste en entrenar todos los días con el equipo". En este sentido, explican que "ir convocado a un partido o cumplir con el reglamento económico de LaLiga no forma parte del derecho a trabajar". Olmo tiene contrato con el Barça hasta el 2030, más de 50 millones por amortizar y un salario que lo convierte en uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla azulgrana.
LaLiga ha emitido una nota en la que informa de las consideraciones que el Juzgado Mercantil número 10 de Barcelona ha hecho en el auto que deniega la cautelar al Barça. "La finalidad de autorizar el exceso de gasto es para que una baja de larga duración no merme la competición del equipo, no porque la baja de larga duración permita la inscripción de jugadores que, con su salario, excedan el límite, que es lo que pretendía el FC Barcelona", dice el juez.
Los planes B de Laporta
Mientras, el presidente Joan Laporta, acostumbrado a encontrar remedios de última hora, trabaja con la posibilidad de que un inversor qatarí avance una cifra superior a los 100 millones de euros de los futuros palcos vip del Camp Nou remodelado. Esta operación supondría una nueva palanca (vender patrimonio del club a cambio de ingresos a corto plazo) que permitiría tener suficiente margen en el fair play económico para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor y cerrar definitivamente una carpeta que se está haciendo bola. Ahora mismo, parece la opción más viable si tampoco trae buenas noticias la visita al juzgado de primera instancia del próximo lunes.
En caso de que ninguna de estas alternativas tenga éxito antes de que acabe el 2024, existe otra posible solución para arreglar el asunto que ya ha sido utilizada en este segundo mandato de Laporta: el aval de los directivos. Así se inscribió Jules Kounde en el 2022 y así se inscribieron los Joaos (Félix y Cancelo) en el 2023. El problema que tiene Laporta ahora es que la idea de poner en riesgo su patrimonio personal no gusta a gran parte de su junta directiva.