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Dos soluciones para evitar que Dani Olmo se marche libre del Barça

El club sólo pudo registrar su fichaje estrella hasta el 31 de diciembre de 2024

Dani Olmo celebrando su gol ante el Valladolid.
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BarcelonaLas correderas para inscribir a jugadores son una tradición en el Barça desde que el club coqueteó con la quiebra a raíz del bajón de ingresos ordinarios por culpa del coronavirus. Solo el verano de las palancas –el del 2022– aportó algo de oxígeno al club, que todavía hoy sufre los efectos de haber inflado las pérdidas del ejercicio 2020-2021 –el de la transición Bartomeu-Laporta– y de haber firmado una operación financiera –Barça Vision– marcada por las falsas expectativas y los impagos. A las puertas del 2025, quien encarna esta desazón es Dani Olmo, el fichaje estrella del pasado verano, y también Pau Víctor, que ha pasado de ser la gran sensación de la pretemporada a tener un papel muy secundario a la sombra de Robert Lewandowski.

Olmo ha podido disputar la primera vuelta de la Liga gracias a los cuatro meses de baja que, según un informe médico validado por la patronal, ha necesitado. Andreas Christensen por recuperarse de una lesión persistente en Aquiles. La ausencia de larga duración del central danés, que ahora está cerca de reaparecer, permitió al Barça inscribir al mediapunta egarense hasta el 31 de diciembre después de perderse las dos primeras jornadas de competición. La solución heterodoxa, por tanto, vence la próxima semana, y el club, que sigue excedido en términos de fair play financiero pese al nuevo contrato con Nike, necesita alternativas para evitar que Olmo, fichado del Leipzig por más de 50 millones de euros, se quede con un palmo de nariz y pueda marcharse libre, que es una opción que su contrato prevé en última instancia.

La primera vía para normalizar la situación pasa por el juzgado mercantil número 10 de Barcelona, ​​al que el Barça ha recurrido amparándose en los derechos de Olmo como trabajador por cuenta ajena. Los servicios jurídicos de la entidad azulgrana, liderados por Pere Lluís Mellado, defienden que el jugador no puede realizar su trabajo por culpa de la férrea normativa de control económico de la Liga, que sólo permitió la inscripción parcial del mediapunta porque tiene un contrato hasta el 2030, más de 50 millones por amortizar y unos emolumentos que le colocan en lo alto de la escala salarial de la plantilla. Aparte, la patronal impide al Barça utilizar el fair play que genera la baja de larga duración de Marc-André ter Stegen porque entiende que el vacío del alemán ya está cubierto con Wojciech Szczęsny aunque el guardameta polaco cobre bastante menos.

El recurso del tribunal mercantil ya funcionó hace un tiempo para regularizar la situación de Pablo Gavi, que actualmente todavía compite gracias a una cautelar. En ese caso, la Liga no compareció en el litigio y se limitó a acatar el veredicto del juez. Sin embargo, ahora sí se ha movido, a instancias del magistrado, para argumentar su posición. Lo hizo el lunes 23 de diciembre. En principio, este viernes 27 se espera una resolución del caso. Olmo y su entorno fueron informados de la situación a través de representantes del Barça y son optimismos de que todo se solucione. También saben que existe un plan B en caso de que la vía judicial no salga bien a raíz de las explicaciones de la patronal.

La presión de tres clubs para que la Liga no haga más concesiones

Esta alternativa pasa por una operación que el club ha cocinado en las últimas semanas con un inversor de Qatar. Según ya explicó el ARA, el presidente Laporta y el director financiero azulgrana, Manel del Río, negociaron con este propósito presencialmente en el emirato árabe. El objeto de este plan es el negocio de los palcos vip del nuevo Camp Nou, parte de cuyos ingresos serían avanzados por este socio. La operación reportaría entre 150 y 200 millones a corto plazo a la entidad, que tomaría oxígeno para resolver el sidral con Olmo y Pau Víctor. A cambio, el Barça estaría vendiendo más patrimonio a terceros y debería revisar las condiciones del crédito para la reforma del estadio, que contempla la devolución del capital en parte gracias a los productos vip.

Si la vía judicial no prospera y la alternativa de los palcos vip no está suficientemente madura, siempre queda la opción de los avales, que es la que Laporta usó con Kounde en el verano del 2022 y con los Joaos el del 2023. El problema de esto es que quedan cada vez menos directivos dispuestos a arriesgar su patrimonio por inscribir futbolistas. De hecho, cuando el mandatario les ha pedido ayuda en este sentido, ha habido tensiones en la junta.

Sea como fuere, y siempre según los argumentos del Barça, estas soluciones se exploran después de que la Liga cambiara de criterio en relación a la prima de renovación del contrato con Nike. En la última asamblea, Laporta dijo que la patronal le garantizó que el club volvería a la normalidad con los más de 150 millones de euros que el gigante de Portland ha pagado por ampliar el compromiso hasta el 2038 (ahora, esa cantidad debe prorratearse en los años correspondientes). Con la boca más pequeña, el dirigente azulgrana acusa a tres clubs de la Liga de frenar las concesiones por parte del órgano que preside Javier Tebas: el Athletic de Bilbao, el Atlético de Madrid y el Sevilla.

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