Dani Olmo: una fría, una caliente, dos frías, dos calientes

BarcelonaLa gran apuesta de Deco en el mercado de fichajes de verano fue Dani Olmo. El director deportivo del Barça tenía claro que el egarense era más prioritario que Nico Williams, un viejo anhelo de Xavi Hernández que había entrado por los ojos a Joan Laporta. También era más asequible que el extremo del Athletic Club, por el que debía pagarse al contado (y no a plazos) una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Además, no suponía ninguna amenaza para Raphinha Dias, un futbolista azulgrana gracias a la intermediación del propio Deco en verano de 2022, cuando aún no era el máximo responsable ejecutivo de la planificación culé. A diferencia de Williams, que decidió continuar en San Mamés por evitar disgustos con la inscripción, Olmo esperó su registro in extremis y tuvo un impacto fulgurante desde su primer minuto a las órdenes de Hansi Flick. Su adaptación al ecosistema del alemán está fuera de duda. Pero existe un inconveniente: la fragilidad física.

Pasadas quince jornadas de Liga y cuatro de Champions, se puede decir sin tapujos que el juego del Barça se resiente bastante cuando el mediapunta vallesano no juega. Tal y como destacó el periodista Oriol Jové en RAC1, sólo 21 de los 61 goles que ha marcado el equipo han llegado sin él al césped, lo que supone un 34% sobre el total. El porcentaje es aún menor en cuanto a goles en contra: con Olmo, el Barça ha recibido sólo 3 sobre 21 (un 14%). Teniendo en cuenta la escasa cantidad de minutos que, entre lesiones, molestias y precauciones diversas ha tenido en partidos oficiales (sólo un 30% del total en la Liga y un 25% en la Champions), se puede concluir que existe una realidad con el ex del Leipzig en el césped y otro más precario sin él. En sólo diez participaciones, la mayoría de ellas de suplente, ha aportado seis goles a la suma total del equipo, con doble contribución el día del derbi en Montjuïc. Tiene números de pieza clave, pero Flick aún no ha podido exprimirlo tanto como le gustaría.

Ni De Jong ni Olmo son fiables por Flick

Olmo no ha aguantado ningún partido entero desde que fichó por el Barça y sólo ha acumulado dos consecutivos como titular (Valladolid y Girona). De hecho, en Montilivi, tras un paro internacional con bastantes minutos con la absoluta, cayó lesionado y se perdió siete compromisos a causa de una rotura muscular. Desde ese percance, avisado por los médicos y los fisios del club, Flick ha extremado su uso hasta el punto de reservarlo en el banquillo el sábado ante Las Palmas a pesar de que era evidente que el equipo le necesitaba para remontar un marcador en contra. El alemán es más expeditivo que Xavi en caso de grises en cuanto a la disponibilidad de sus discípulos: si detecta riesgos de recaída o esfuerzos a medio gas, se decanta por jugadores más enteros. Por eso Frenkie de Jong, que sigue con molestias en el tobillo derecho, no ha recuperado la titularidad. Y por eso es tan cuidadoso con un indispensable como Olmo.

Sin embargo, de cara al partido de Liga de este martes en Son Moix ante el Mallorca (19 horas, Movistar), Flick anunció que el terrassense está en condiciones para ser titular. Después de la fría, la caliente. Así debe ser la gestión del preparador azulgrana con un jugador tan talentoso como frágil y que no hace más que confirmar las dudas que levantó cuando Deco apostó ciegamente por él. Porque en el club no pasaron inadvertidos los dieciocho compromisos que Olmo se perdió en la temporada 2023-24 por contratiempos médicos de diversa índole. "Este chico es muy bueno, pero también es una máquina de dañar", dicen sobre él en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, donde se estudian planes específicos para que pueda estabilizar su físico y ayudar al equipo con mucha más regularidad. Trabajo extra para Julio Tous y Raúl Martínez, los dos refuerzos delstaff que Laporta exigió para redondear su apuesta por Flick. A veces, en el fútbol, ​​dos y dos no suman cuatro.