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Nico Williams necesita garantías para fichar por el Barça

El extremo navarro medita quedarse un año más en el Athletic, pero no porque le falten ganas de cambiar de aires

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Nico Williams, en acción contra el Barça en el partido de Copa

BarcelonaLa atención del barcelonismo se divide en tres estos días. Mientras el primer equipo inicia la gira norteamericana en Orlando bajo la atenta mirada de Joan Laporta y su séquito, Deco y el directivo de facto Alejandro Echevarría trabajan desde Barcelona para encontrar soluciones de mercado que ayuden a desbloquear la planificación deportiva a falta de dos semanas y poco para el estreno oficial del curso. Relacionado con este intento por facilitar nuevos recursos a Hansi Flick, el tercer punto de interés le encarna Nico Williams, protagonista del serial veraniego en clave azulgrana.

El extremo navarro disfruta de unos días de fiesta y playa con su amigo Lamine Yamal en Marbella y todavía tiene vacaciones para gastar hasta el 12 de agosto, día en que está citado para empezar a trabajar en Bilbao en las órdenes de su técnico, Ernesto Valverde. Pero el Barça, que no ha sido de proclamar que tiene músculo para ficharle, sueña precisamente con evitar que el Txingurri cuente con su delantero más desequilibrante de cara al inicio de la Liga.

Esta ilusión es compartida por el hermano menor de los Williams, que durante la Eurocopa reconocía en privado que le haría gracia compartir proyecto y vestuario con Lamine Yamal, Pablo Gavi, Pedro González o Alejandro Balde y dar el salto a una plantilla de Champions que aspira a ganar todos los títulos en juego. Fuentes próximas a la negociación dicen al ARA que el atacante va "loco" por jugar en el Barça, que las conversaciones para hacer realidad esta opción se han hecho formal e informalmente y que, en caso de dejar el Athletic Club en corto plazo, sólo lo haría para ir al club catalán, lo que descarta una tercera vía en forma de oferta desorbitada del PSG, que busca nuevos ídolos que cubran el enorme vacío de Kylian Mbappé.

Sin embargo, el sueño se ha enfriado en las últimas horas, no sólo porque Williams no es insensible a los comentarios de compañeros y familiares que le recomiendan aguantar un año más en San Mamés, sino sobre todo porque el futbolista no detecta la solvencia que el Barça quiere transmitir a través de las palabras de su presidente, que en la presentación de Flick insistió en que la entidad que dirige tiene encaminados los acuerdos necesarios para cerrar el ejercicio 23-24 con beneficios y restablecer la normalidad en fair play financiero.

Nadie quiere irse del Barça

Nico Williams y su entorno reciben mensajes de optimismo en relación con la buena salud económica de la institución azulgrana, pero al mismo tiempo ven que Sergi Roberto piensa en irse porque no hay suficiente límite salarial para inscribirlo, que su excompañero Iñigo Martínez sufre por el mismo motivo y que ninguno de los jugadores con mercado que pueden generar importantes ahorros con su salida tiene intención de marcharse traspasado. La lesión (y consiguiente operación) de Ronald Araujo es un contratiempo importante en este sentido, así como el enorme incógnita que envuelve el estado físico de Frenkie de Jong, que ha vuelto a Ibiza mientras sus colegas de vestuario sudan el tocino en Orlando o en Sant Joan Despí. Tampoco Raphinha tiene en mente un cambio de aires, e incluso Ilkay Gündogan, el jugador más fiable del curso pasado, se sorprende por verse en listas de posibles bajas. Lo más caliente está en el fregadero. Tempus huido.

Todos estos casos de inmovilismo, junto con la falta de concreción en relación al acuerdo de renovación con Nike ya la solución para compensar los impagos a Barça Vision, no pasan desapercibidos para Williams, que renovó al alza no hace ni un año con el Athletic Club hasta el 2027. Su llegada reclamaría, entre ficha y amortización, un espacio superior a los 20 millones en el límite salarial. Su ilusión por jugar en el Barça junto a Lamine Yamal está ahí, pero la falta de garantías económicas del club azulgrana puede posponer un año el sueño y, de paso, preparar una salida menos traumática para el Athletic.

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