El Barça reconoce oficialmente que tiene un agujero negro de 91 millones
Sin embargo, Joan Laporta empieza a preparar la asamblea y anuncia unos beneficios ordinarios de 12 millones
BarcelonaEl Barça ha enviado una nota a los medios de comunicación con los datos del cierre económico de la temporada 2023-2024 y el presupuesto de 2024-2025. La previsión de la entidad es terminar este ejercicio, en el que se espera que el Camp Nou vuelva a acoger partidos de fútbol pese a estar en proceso de reforma, con un beneficio ordinario de 5 millones de euros.
La cúpula de Joan Laporta, acostumbrada a agotar los plazos, ha aprobado el último día que marcan los estatutos (30 de septiembre) unos ingresos alcistas de cara a esta temporada en materia de patrocinios y merchandising, pero prudentes en masa salarial. Aunque no tiene grandes cifras concretas, el presupuesto es similar a lo que se aprobó hace un año, pero esto no significa que se cumpla sin excepciones ni operaciones extraordinarias, tal y como es tendencia desde mediados del mandato de Josep Maria Bartomeu. Laporta, presidente desde 2021 –y sin director general profesional desde principios de 2022–, todavía no ha podido restablecer la normalidad en las cuentas.
Las dudas razonables del auditor
De hecho, si la situación económica del Barça fuera estable, la auditora Grant Thornton, que no forma parte de las big four, no habría llegado hasta el último día para revisar su informe antes de la aprobación de los números en junta. No existen precedentes recientes de un calendario tan ajustado al orden estatutario. Sea como fuere, el club dice haber cerrado el ejercicio 2023-24 con un beneficio ordinario de 12 millones (uno más de lo previsto), pero no detalla si las partidas de ingresos y gastos se ajustan a los números presupuestados (859 millones de ingresos, 848 de gastos). Lo que sí hace es celebrar los resultados históricos en cuanto a ingresos por patrocinio (210 millones) y facturación de BLM (110), así como la rebaja de la masa salarial deportiva hasta los 500 millones y el control en el gasto de la sección de baloncesto. También hay una mención a la venta por 80 millones de jugadores como Dembélé, Kessie y Nico González.
La letra grande dice que el gobierno de Laporta ha cumplido el presupuesto ordinario sin grandes palancas y compensando una pérdida de 100 millones de euros fruto del exilio en Montjuïc. Pero la pequeña apunta a que sin operaciones de venta extraordinarias la cuenta de resultados no habría cuadrado. En este sentido, acuerdos como el de Aramark, que sirven parcialmente para tapar el impago de Libero en Barça Vision, suponen un bálsamo, pero no son suficientes para que el club recupere la norma 1:1 en el límite salarial.
El tratamiento contable del agujero negro de Barça Vision
Precisamente en relación con Barça Vision, una división de negocio que se ha convertido en el agujero más negro de la economía azulgrana, el Barça se ha visto obligado a devaluar su valor contable debido a los citados impagos. El importe reconocido como gasto extraordinario asciende a 141 millones de euros antes de impuestos. Es decir, un año después de valorar el activo en 408 millones de euros en virtud de lo que se conoce como puesta en equivalencia, se ve obligado a depreciarle, lo que origina unas pérdidas de 91 millones en el cierre consolidado. La jugada es ponerle la etiqueta deextraordinarias y, de esta forma, apartarlas del negocio ordinario de la entidad. Pero al final son perdidas.
La memoria económica y el informe del auditor, que estarán a disposición de los socios y socias quince días antes de la asamblea, darán más detalles sobre cómo compensará la institución esta anomalía. Lo que sí está claro es que, a ojos de la Liga, Laporta utilizará la prima del nuevo acuerdo con Nike para cumplir el plan de tesorería y volver a la norma 1:1. Más ingresos futuros comprometidos por esconder urgencias del presente. En definitiva, nada que preocupe demasiado a algunos socios y aficionados si el equipo va ganando partidos y cae algún fichaje ilusionante en el mercado de invierno.
Sin fecha ni lugar para la asamblea
En el mismo comunicado de este lunes, la directiva debería haber informado a los socios de la fecha de la asamblea general ordinaria, pero no lo ha hecho porque todavía no se ha decidido su formato. Después de unos años con sesiones telemáticas, se estudia un formato híbrido para volver a la presencialidad, tal y como prometió Laporta hace doce meses. El problema es de espacio. El Camp Nou no está operativo, el Palau Blaugrana tiene la agenda apretada, el Auditori 1899 es demasiado pequeño y el primer equipo juega en Montjuïc. Por eso todavía no hay ni día ni lugar confirmados para la cita obligada con los compromisarios.