Barça

Así son las rotaciones de Hansi Flick

El técnico asume la responsabilidad de la derrota en El Sadar, pero defiende que hay que priorizar el descanso de los jugadores para evitar nuevas lesiones

Una mosca en el ojo del entrenador del Barça, durante la rueda de prensa
30/09/2024
3 min

BarcelonaHansi Flick ha impuesto un nuevo estilo en el Barça. En el terreno de juego y en el banquillo, con un ademán radicalmente opuesto al de su predecesor. Si Xavi Hernández era un saco de nervios, el entrenador alemán parece ser un hombre de hielo. Cuesta verle alterado, tanto durante los partidos como cuando atiende a los medios. Aunque la pregunta sea puñetera, coge aire y, con la traducción simultánea de por medio, responde con tanta diplomacia como puede. Trate de esquivar la polémica, venga de donde venga. Por eso resulta curioso que uno de los pocos momentos que se le vio con ganas de ponerlo en marcha todo a rodar fue en el Gamper. Concretamente, cuando el árbitro decidió añadir siete minutos a un partido de costillada que el Barça perdía por 0-3.

Obsesionado con la preparación física, el entrenador alemán hizo hincapié en el trabajo de los jugadores desde que llegó a Barcelona. Creía que era una de las grandes carencias del equipo. El trabajo de fuerza, del que se encarga Julio Tous, que se ha incorporado este verano alstaff blaugrana, no es universal, sino que se adapta a las necesidades individuales de cada futbolista en función de su rendimiento. Es una planificación a corto, medio y largo plazo que se realiza teniendo en cuenta los partidos y minutos acumulados de cada uno. Por eso Flick se enojó en el Gamper, un partido que había pedido no disputar –quería dedicar la semana previa al debut en la Liga en hacer cargas de trabajo– pero que aceptó por cuestiones estrictamente económicas. Creía innecesario añadir minutos y desgaste a sus jugadores.

Flick vino al Barça consciente de las limitaciones para fichar. Meses atrás, se dedicó a estudiar el club y había tomado nota de La Masia. Consideraba que en la cantera azulgrana había mucho talento y que, pese a los condicionantes, podía sacar jugo de los jóvenes para complementar al primer equipo. Pero lo que no se esperaba de ninguna manera es la plaga de lesiones que se han ido sucediendo desde el inicio del curso. Aparte de Gavi, Araujo y De Jong se añadían en verano a la lista de los futbolistas que eran baja de larga duración. En agosto caía Christensen, y también Marc Bernal –un jugador del filial que ya se había hecho un hueco con los grandes–. Y en septiembre caían Olmo y Fermín –durante unas semanas– y Ter Stegen –por toda la temporada–. Así que no había más remedio que ponerse la venda antes de la herida y empezar a hacer rotaciones para evitar males mayores. "O eso o nos quedamos sin plantilla en octubre", responden con cierta ironía desde la Ciudad Deportiva.

Flick no ha repetido once en ningún partido

Dejando a un lado el paro de selecciones, el Barça ha jugado dos compromisos por semana desde que empezó la temporada oficial. Flick nunca ha repetido el mismo once, aunque ha confiado en un mismo bloque de jugadores, quienes él considera la columna vertebral del equipo. En este primer grupo está Koundé, el único que hasta ahora ha jugado todos los minutos posibles: 810. Luego vienen Raphinha (751), Lamine Yamal (737), Lewandowski (729), Iñigo Martínez (711) y Cubarsí (655) ). Un escalón por debajo están Pedri (581) y Balde (555). Después, Casadó (472), Eric (364), Ferran (333) y Gerard Martín (265), que complementan titularidades con entradas en las segundas partes. El resto, Pablo Torre (195), Sergi Domínguez (189), Pau Víctor (183) y Héctor Fort (117) han tenido apariciones puntuales. Y queda Ansu Fati, que tan sólo ha disputado dos minutos porque se le cuida al máximo por su historial médico.

Como cada jugador es diferente, Flick les ha dado tratos diferentes. Lewandowski, pese a ser siempre titular, ha sido sustituido en cinco ocasiones para que descansara. Casi igual que Pau Cubarsí, siempre titular salvo en Villarreal. En el caso de Pedri y Balde, condicionados porque vienen de lesiones delicadas, el técnico les ha dado la mayoría de titularidades, pero sólo han jugado enteros tres de los nueve duelos. Hasta ahora eran descansos quirúrgicos, que suponían pocos cambios en el equipo inicial. Pero en El Sadar de entrada no salieron ni Raphinha, ni Lamine ni Iñigo, además de Balde, que salieron desde el banquillo. Cuatro cambios de una manchada de los que el equipo se resintió. "Hicemos muchas rotaciones y seguramente fue una de las razones del resultado, pero hay muchos partidos en ese tramo de calendario y algunos jugadores llevaban muchos minutos acumulados", justificaba el entrenador, que no tuvo ningún problema en entonar el mea culpa en Pamplona y asumir la responsabilidad de la derrota.

A la espera de recuperar a los lesionados, Flick ya ha hecho saber al club que mantendrá la política de rotaciones cuando sea necesario. Aunque el martes, con un duelo de Champions clave contra el Young Boys –en el que el Barça confía sumar el primer triunfo europeo–, la previsión es que los más habituales estén en el césped.

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