Laporta pone en manos de los socios evitar una nueva invasión alemana
El Barça restringe la venta de entradas para el próximo partido de Champions ante el Eintracht de Frankfurt
BarcelonaLa imagen más dolorosa del Barça - Eintracht de Frankfurt de 2022 no fue la eliminación azulgrana de los cuartos de final de la Europa League. Fue la invasión de aficionados alemanes en el Camp Nou. Aquella noche de abril, más de 30.000 seguidores ocuparon el estadio azulgrana, que por primera vez llamó más a los goles visitantes que a los locales. Una riada de personas, vestidas con la camiseta blanca del conjunto de las águilas, acercándose al estadio escoltados por la policía, y los incidentes cuya afición culé se sentía en minoría en su casa, fueron motivo de crítica durante días y días.
El azar ha querido que Barça y Eintracht vuelvan a encontrarse en el Camp Nou. En este caso, en la fase liga de la Champions. El duelo del martes 9 de diciembre lleva semanas marcado en rojo en el calendario, sobre todo desde que se sabe que se podrá disputar en el barrio de Les Corts. Ni es una eliminatoria a cara o cruz ni el estadio azulgrana puede ofrecer aún su total aforo. Pero el precedente es todavía muy reciente, estamos en año electoral y nadie en el club quiere jugársela. Para evitar que vuelva a ocurrir algo parecido, el presidente Joan Laporta y los suyos han decidido cortar de pura cepa y fijar restricciones para comprar las entradas. Aparte de los abonos, sólo los socios del Barça podrán adquirirlos y no se pondrán a la venta para el público en general. "Con esta medida, el club da prioridad absoluta a los socios y socias, pilar fundamental de la entidad, y garantiza que el estadio se convierta en un espacio de celebración y apoyo exclusivo para la afición azulgrana", dice el Barça a través de un comunicado, donde recuerda que las localidades serán nominales y advierte que aumentarán los controles.
La medida, comprensible a nivel social y deportivo, supone un giro de guión a nivel económico. El regreso al Camp Nou, realizado con el estadio todavía a medio construir y con menos del 50% de capacidad, había obligado al equipo directivo a practicar una política de ventas muy agresiva para compensar los ingresos. Aparte de los 24.000 abonados y de los compromisos de la entidad, el negocio eran las más de 15.000 entradas que se ponían a la venta. Los socios siempre han tenido preferencia de 24 horas en la compra, además de un descuento. Pero los precios eran tan elevados que la mayoría de tickets terminaban en manos de turistas, dispuestos a pagar lo que fuera para ver un partido en el estadio, como se vio en el partido inaugural contra el Athletic Club, con precios que iban de los 199 a los 589€. En cambio, contra el Eintracht las localidades son mucho más asequibles y van de los 59 a los 199 €, a los que aplicar un 35% de descuento para los socios.
Una rendija para que la afición del Eintracht pueda volver al Camp Nou
Pero hecha la ley, hecha la trampa. Hay dos rendijas para que los aficionados del Eintracht puedan acceder al estadio –más allá del espacio que tienen reservado como visitantes–. Uno son los productos vip, con asientos preferentes y surtido de canapés en el descanso. En este caso no existe ninguna restricción en la compra. Eso sí, habrá que rascarse el bolsillo: entre 750 y 1.500 €. La segunda opción, la reventa. Perseguida por el club pero habitual en tantos y tantos campos de fútbol.
Antes incluso de que el Barça pusiera las entradas a la venta, ya había varias webs que ofrecían la posibilidad de comprarlas. Por lo general, son personas que tienen los tickets asegurados y los comercializan para ganar dinero. Puede ser cualquiera. Ahora bien, teniendo en cuenta que en esta ocasión sólo los socios –sean abonados o que hayan comprado la entrada– tendrán permitido el acceso al estadio, la responsabilidad recaerá sobre ellos. "El éxito de esta operativa pivota en la responsabilidad de todos los compradores. En este sentido, cualquier entrada detectada en poder de una persona seguidora del Eintracht Frankfurt en la zona local será registrada para identificar al socio o socia implicado en la adquisición y posterior venta a la afición rival, ya que pone en riesgo la seguridad y bienestar del resto de Barcelona". comunicado.
Según se ha podido detectar, la reventa de entradas a través de estas webs especializadas se ha disparado y los precios se están multiplicando. La versión del Barça es la misma, mantenerse inflexible. De ahí que se reforzarán los controles de seguridad ya en el momento de la venta. Y, sobre todo, en el acceso al Camp Nou. Así, salvo en la zona rival, no se podrá acceder a las gradas con camisetas o simbologías del conjunto alemán. El club, que seguirá los patrones de venta para detectar posibles indicios de compras fraudulentas, y que se ha coordinado con los cuerpos de seguridad para disuadir a posibles revendedores que haya en las inmediaciones del estadio, también advierte que si se detecta una posible reventa se elevará el caso a la comisión de disciplina del club.